Absuelven al acusado de matar a una niña de 3 años en Río Grande

Un tribunal de la ciudad fueguina absolvió a un hombre que estaba acusado de haber matado a golpes, en 2006, a la hija de su pareja, mientras se realizaba una fiesta de cumpleaños.

28 JUN 2014 - 16:03 | Actualizado

Fuentes judiciales informaron hoy que la decisión, que se adoptó por mayoría, benefició a Lucas Gabriel Gómez (33), quien estaba imputado del "homicidio simple" de Agustina Varela, fallecida tras sufrir un desgarro en el hígado y golpes en un ojo.

Este fue el segundo juicio que se realizó por el caso, ya que el primero había sido anulado por el Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego, y como ocurrió la vez anterior, el imputado terminó absuelto, en esta ocasión por el "beneficio de la duda".

Al escuchar el fallo, los familiares de la víctima comenzaron a gritarle al imputado y una tía manifestó que habrá que esperar la "justicia divina".

Los jueces que votaron a favor de la absolución fueron Miriam Cristiano y Pablo Duarte de Gouvea, en tanto que Aníbal López Tilli se pronunció por una condena, pero los fundamentos se darán a conocer el viernes próximo.

"Estaba convencido de que iba a salir una condena, no sé que pensará el tribunal sobre las pruebas, pero voy a apelar el fallo", dijo a Télam el fiscal Pablo Candela, para quien los testigos que presentó y la declaración de médicos forenses daban por probado el homicidio.

La decisión también fue criticada por Alberto Linares, titular de la Unidad de Victimología del Ministerio de Justicia de la Nación, que asistió a la familia de Agustina en el juicio.

"Cuesta creer que la abundante prueba presentada en este segundo juicio por el fiscal y la querella no hubiese sido suficiente para que los dos integrantes del tribunal que provienen justamente del fuero de familia dieran por acreditada la autorí­a de semejante homicidio", sostuvo.

"Quizás los jueces pretendí­an una filmación del momento en el que Gómez le desgarraba el hí­gado a Agustina presionándola de un rodillazo cuando estaba acostada", afirmó y consideró que "una vez más estamos ante una justicia patriarcal y machista para la que los niños y las mujeres son ví­ctimas de menor cuantí­a".

El hecho que se juzgó ocurrió entre las 2 y las 3.15 horas del 5 de agosto de 2006, cuando la familia de Agustina se encontraba reunida en una fiesta familiar para celebrar el cumpleaños una tía de ella.

La niña había sido llevada a la reunión por su madre, Rosalía Varela, y por Gómez, pero la mamá se retiró antes porque tenía que rendir un examen al día siguiente en Ushuaia y dejó a la nena con sus familiares y su pareja.

Según dio por acreditado el fiscal, el imputado acompañó a la chica al baño y regresó después de un rato diciendo que ésta se había quedado durmiendo junto a una primita en una habitación.

Ya al final de la fiesta, otra tía, Viviana, llevó a las dos nenas a su casa y al llegar a la vivienda, Agustina comenzó a quejarse: la mujer la revisó y descubrió que tenía golpes en el abdomen y en un ojo.

Tras dar aviso a su hermana, llevó a la niña al Hospital de Río Grande, donde la asistieron, pero murió cerca de las 7 por un shock hemorrágico por politraumatismos varios y desgarro traumático de hígado, según estableció la autopsia.

En los alegatos, el fiscal Candela valoró los peritajes forenses que indican que la niña fue golpeada en la franja horaria en que se encontraba a cargo de Gómez y enumeró a la gran cantidad de testigos que lo vieron con ella cuando la llevó a dormir.

Además, tuvo en cuenta el testimonio de una prima de Agustina que había visto al imputado golpearla en la nuca una semana antes del crimen y escuchó el mismo gemido de dolor de la niña la noche de la fiesta.

Candela dijo que también se logró probar que la nena era sometida a maltratos desde fines de 2005, cuando Gómez inició una relación con la madre y la niña "cambió radicalmente su conducta" por esta situación.

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28 JUN 2014 - 16:03

Fuentes judiciales informaron hoy que la decisión, que se adoptó por mayoría, benefició a Lucas Gabriel Gómez (33), quien estaba imputado del "homicidio simple" de Agustina Varela, fallecida tras sufrir un desgarro en el hígado y golpes en un ojo.

Este fue el segundo juicio que se realizó por el caso, ya que el primero había sido anulado por el Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego, y como ocurrió la vez anterior, el imputado terminó absuelto, en esta ocasión por el "beneficio de la duda".

Al escuchar el fallo, los familiares de la víctima comenzaron a gritarle al imputado y una tía manifestó que habrá que esperar la "justicia divina".

Los jueces que votaron a favor de la absolución fueron Miriam Cristiano y Pablo Duarte de Gouvea, en tanto que Aníbal López Tilli se pronunció por una condena, pero los fundamentos se darán a conocer el viernes próximo.

"Estaba convencido de que iba a salir una condena, no sé que pensará el tribunal sobre las pruebas, pero voy a apelar el fallo", dijo a Télam el fiscal Pablo Candela, para quien los testigos que presentó y la declaración de médicos forenses daban por probado el homicidio.

La decisión también fue criticada por Alberto Linares, titular de la Unidad de Victimología del Ministerio de Justicia de la Nación, que asistió a la familia de Agustina en el juicio.

"Cuesta creer que la abundante prueba presentada en este segundo juicio por el fiscal y la querella no hubiese sido suficiente para que los dos integrantes del tribunal que provienen justamente del fuero de familia dieran por acreditada la autorí­a de semejante homicidio", sostuvo.

"Quizás los jueces pretendí­an una filmación del momento en el que Gómez le desgarraba el hí­gado a Agustina presionándola de un rodillazo cuando estaba acostada", afirmó y consideró que "una vez más estamos ante una justicia patriarcal y machista para la que los niños y las mujeres son ví­ctimas de menor cuantí­a".

El hecho que se juzgó ocurrió entre las 2 y las 3.15 horas del 5 de agosto de 2006, cuando la familia de Agustina se encontraba reunida en una fiesta familiar para celebrar el cumpleaños una tía de ella.

La niña había sido llevada a la reunión por su madre, Rosalía Varela, y por Gómez, pero la mamá se retiró antes porque tenía que rendir un examen al día siguiente en Ushuaia y dejó a la nena con sus familiares y su pareja.

Según dio por acreditado el fiscal, el imputado acompañó a la chica al baño y regresó después de un rato diciendo que ésta se había quedado durmiendo junto a una primita en una habitación.

Ya al final de la fiesta, otra tía, Viviana, llevó a las dos nenas a su casa y al llegar a la vivienda, Agustina comenzó a quejarse: la mujer la revisó y descubrió que tenía golpes en el abdomen y en un ojo.

Tras dar aviso a su hermana, llevó a la niña al Hospital de Río Grande, donde la asistieron, pero murió cerca de las 7 por un shock hemorrágico por politraumatismos varios y desgarro traumático de hígado, según estableció la autopsia.

En los alegatos, el fiscal Candela valoró los peritajes forenses que indican que la niña fue golpeada en la franja horaria en que se encontraba a cargo de Gómez y enumeró a la gran cantidad de testigos que lo vieron con ella cuando la llevó a dormir.

Además, tuvo en cuenta el testimonio de una prima de Agustina que había visto al imputado golpearla en la nuca una semana antes del crimen y escuchó el mismo gemido de dolor de la niña la noche de la fiesta.

Candela dijo que también se logró probar que la nena era sometida a maltratos desde fines de 2005, cuando Gómez inició una relación con la madre y la niña "cambió radicalmente su conducta" por esta situación.


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