Rebeldes pro rusos toman una base ucraniana en Donetsk

El asalto a la base "con fuego de lanzagranadas y morteros" tuvo lugar ayer, informó Andrei Lisenko, quien aseguró que los oficiales de la unidad rindieron el cuartel sólo después de "averiar toda la maquinaria militar".

30 JUN 2014 - 11:01 | Actualizado

Entre el armamento incautado por los milicianos hay un sistema móvil de lanzamisiles tierra-aire "Buk", capaz de derribar todo tipo de aeronaves, aunque según las autoridades ucranianas está averiado, informó la agencia de noticias EFE.

Cuando quedan muy pocas horas para que expire el alto de fuego prorrogado por el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, hasta las 22 de hoy (16 de Argentina), los choques no cesan en las regiones de Donetsk y Lugansk.

La Guardia Nacional de Ucrania, cuya retirada de las dos regiones exigen los líderes pro rusos, da los últimos pasos para terminar de cercar la ciudad de Slaviansk, símbolo y bastión de la rebelión pro rusa que estalló a mediados del pasado mes de abril.

"La Guardia Nacional atacó nuestras posiciones en la localidad de Nikolayevka (al este de Slaviansk). Si toman Nikolayevka, Slaviansk quedará totalmente cercada", dijo a la agencia rusa RIA Nóvosti un portavoz de las milicias que combaten en esa ciudad.

Precisamente, a través de Nikolayevka y la vecina ciudad de Seversk pasa la última ruta que conecta Slaviansk con el resto del mundo, una vía que permite abastecer de alimentos y agua la ciudad, y de armas y refuerzos a los rebeldes.

Tras casi diez días del supuesto alto el fuego, de cuya violación se acusaron mutuamente los dos bandos enfrentados en el sureste del país, Ucrania parece estar lista para lanzar la ofensiva definitiva contra los insurgentes.

"Por supuesto que ya tenemos un plan", respondió Lisenko a los periodistas que le preguntaron sobre las acciones que emprenderán las fuerzas ucranianas después de que expire el alto el fuego.

Mientras tanto, la comunidad internacional deposita sus esperanzas sobre el presidente de Ucrania, quien puede impedir una nueva escalada del conflicto si decide volver a prorrogar el alto el fuego.

Para ese objetivo, Poroshenko volverá a mantener hoy una conversación telefónica a cuatro bandas con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y los líderes de Alemania y Francia, Angela Merkel y Francois Hollande, respectivamente.

Kiev, sin embargo, carga esa responsabilidad sobre Rusia, a la que trata como parte beligerante en el conflicto y atribuye la capacidad de interceder con los rebeldes para obligarlos a deponer las armas.

30 JUN 2014 - 11:01

Entre el armamento incautado por los milicianos hay un sistema móvil de lanzamisiles tierra-aire "Buk", capaz de derribar todo tipo de aeronaves, aunque según las autoridades ucranianas está averiado, informó la agencia de noticias EFE.

Cuando quedan muy pocas horas para que expire el alto de fuego prorrogado por el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, hasta las 22 de hoy (16 de Argentina), los choques no cesan en las regiones de Donetsk y Lugansk.

La Guardia Nacional de Ucrania, cuya retirada de las dos regiones exigen los líderes pro rusos, da los últimos pasos para terminar de cercar la ciudad de Slaviansk, símbolo y bastión de la rebelión pro rusa que estalló a mediados del pasado mes de abril.

"La Guardia Nacional atacó nuestras posiciones en la localidad de Nikolayevka (al este de Slaviansk). Si toman Nikolayevka, Slaviansk quedará totalmente cercada", dijo a la agencia rusa RIA Nóvosti un portavoz de las milicias que combaten en esa ciudad.

Precisamente, a través de Nikolayevka y la vecina ciudad de Seversk pasa la última ruta que conecta Slaviansk con el resto del mundo, una vía que permite abastecer de alimentos y agua la ciudad, y de armas y refuerzos a los rebeldes.

Tras casi diez días del supuesto alto el fuego, de cuya violación se acusaron mutuamente los dos bandos enfrentados en el sureste del país, Ucrania parece estar lista para lanzar la ofensiva definitiva contra los insurgentes.

"Por supuesto que ya tenemos un plan", respondió Lisenko a los periodistas que le preguntaron sobre las acciones que emprenderán las fuerzas ucranianas después de que expire el alto el fuego.

Mientras tanto, la comunidad internacional deposita sus esperanzas sobre el presidente de Ucrania, quien puede impedir una nueva escalada del conflicto si decide volver a prorrogar el alto el fuego.

Para ese objetivo, Poroshenko volverá a mantener hoy una conversación telefónica a cuatro bandas con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y los líderes de Alemania y Francia, Angela Merkel y Francois Hollande, respectivamente.

Kiev, sin embargo, carga esa responsabilidad sobre Rusia, a la que trata como parte beligerante en el conflicto y atribuye la capacidad de interceder con los rebeldes para obligarlos a deponer las armas.


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