"Esperamos que lleguen 60 mil argentinos a Brasilia"

Lo afirmó el embajador argentino en Brasil, Luis María Kreckler, en la previa al partido del sábado a las 13 jugará el seleccionado de Alejandro Sabella ante Bélgica, en el estadio Nacional "Mané Garricha".

03 JUL 2014 - 17:18 | Actualizado

"Esperamos que lleguen 60 mil argentinos a la ciudad. Ese es el número que manejamos. Y tenemos todo listo para recibirlos y que su estadía aquí sea placentera", sostuvo Kreckler en un diálogo exclusivo con Télam.

"Es imposible saber cuántos vienen con entradas, porque eso sólo lo maneja la FIFA. Pero ya acondicionamos un par de lugares para que todos puedan disfrutar del Mundial", agregó el diplomático de cara al cotejo en el estadio Nacional "Mané Garrincha", con capacidad para 69.349 personas.

Sin embargo, Kreckler, de 59 años, proyectó que unos "35 mil argentinos" asistirán al escenario de la capital brasileña, que mantendrá la constante a lo largo del Mundial de ver "la mitad o más (del público presente) con camisetas argentinas".

"El día del partido tendremos un puesto consular en la puerta del estadio. Pero antes habrá otros en el Aeropuerto Internacional Presidente Juscelino Kubitschek, en la estación Rodoviaria, y otro en el Museo de la República, el eje central de Brasilia. Estaremos para todo lo que necesiten", apuntó.

"Creemos que llegarán desde Buenos Aires (2.352 kilómetros), Río de Janeiro (1.148), San Pablo (1.015) y Belo Horizonte (716). Brasilia es una linda ciudad, con muchos atractivos, como las construcciones de (Oscar) Niemeyer, pero los argentinos vendrán a ver sólo el partido", consideró entre risas.

Kreckler, ex Secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales (2010-2011) y Subsecretario de Comercio Internacional (2005-2010), se refirió al operativo de seguridad para el partido del sábado y al ambiente que habrá en el estadio Nacional.

"Todavía no está definida la cantidad de agentes, aunque calculo que habrá unos 4.000 policías de las diferentes fuerzas en el estadio. No hay que olvidarse que en Brasilia está el centro de monitoreo del Mundial. Se sigue segundo a segundo todo lo que pasa en las canchas y en las adyacencias", detalló.

"Existe una sana rivalidad futbolera entre argentinos y brasileños. Hasta ahora sólo se registraron hechos menores. Por ejemplo en Porto Alegre, donde hubo 100 mil argentinos, se detuvieron apenas 21 personas y no con sucesos vinculados a la violencia. Es normal que en ciudades grandes haya algún incidente", opinó.

Kreckler inmediatamente aclaró que no hubo "nada organizado, como suele pasar en partidos de Copa Libertadores, donde se cruzan las barras. Brasilia va a tratar muy bien a los argentinos", enfatizó.

Y completó: "Con el tema barras se trabajó de manera conjunta con la gente se seguridad de ambos países durante varios meses. Hubo un acuerdo de cooperación. Brasil es un país soberano en materia judicial, no se detuvo a ningún barra, pero sí se los intimó a dejar el país en 72 horas", confirmó.

Por último, Kreckler confesó que representa "un orgullo la presencia de la selección nacional en Brasilia" e informó que se armó "una sala de prensa con 10 computadoras, wifi, servicio de café y empanadas (al mediodía) para que los medios argentinos de menores recursos o los que no estén acreditados para el partido puedan trabajar como corresponde".

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03 JUL 2014 - 17:18

"Esperamos que lleguen 60 mil argentinos a la ciudad. Ese es el número que manejamos. Y tenemos todo listo para recibirlos y que su estadía aquí sea placentera", sostuvo Kreckler en un diálogo exclusivo con Télam.

"Es imposible saber cuántos vienen con entradas, porque eso sólo lo maneja la FIFA. Pero ya acondicionamos un par de lugares para que todos puedan disfrutar del Mundial", agregó el diplomático de cara al cotejo en el estadio Nacional "Mané Garrincha", con capacidad para 69.349 personas.

Sin embargo, Kreckler, de 59 años, proyectó que unos "35 mil argentinos" asistirán al escenario de la capital brasileña, que mantendrá la constante a lo largo del Mundial de ver "la mitad o más (del público presente) con camisetas argentinas".

"El día del partido tendremos un puesto consular en la puerta del estadio. Pero antes habrá otros en el Aeropuerto Internacional Presidente Juscelino Kubitschek, en la estación Rodoviaria, y otro en el Museo de la República, el eje central de Brasilia. Estaremos para todo lo que necesiten", apuntó.

"Creemos que llegarán desde Buenos Aires (2.352 kilómetros), Río de Janeiro (1.148), San Pablo (1.015) y Belo Horizonte (716). Brasilia es una linda ciudad, con muchos atractivos, como las construcciones de (Oscar) Niemeyer, pero los argentinos vendrán a ver sólo el partido", consideró entre risas.

Kreckler, ex Secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales (2010-2011) y Subsecretario de Comercio Internacional (2005-2010), se refirió al operativo de seguridad para el partido del sábado y al ambiente que habrá en el estadio Nacional.

"Todavía no está definida la cantidad de agentes, aunque calculo que habrá unos 4.000 policías de las diferentes fuerzas en el estadio. No hay que olvidarse que en Brasilia está el centro de monitoreo del Mundial. Se sigue segundo a segundo todo lo que pasa en las canchas y en las adyacencias", detalló.

"Existe una sana rivalidad futbolera entre argentinos y brasileños. Hasta ahora sólo se registraron hechos menores. Por ejemplo en Porto Alegre, donde hubo 100 mil argentinos, se detuvieron apenas 21 personas y no con sucesos vinculados a la violencia. Es normal que en ciudades grandes haya algún incidente", opinó.

Kreckler inmediatamente aclaró que no hubo "nada organizado, como suele pasar en partidos de Copa Libertadores, donde se cruzan las barras. Brasilia va a tratar muy bien a los argentinos", enfatizó.

Y completó: "Con el tema barras se trabajó de manera conjunta con la gente se seguridad de ambos países durante varios meses. Hubo un acuerdo de cooperación. Brasil es un país soberano en materia judicial, no se detuvo a ningún barra, pero sí se los intimó a dejar el país en 72 horas", confirmó.

Por último, Kreckler confesó que representa "un orgullo la presencia de la selección nacional en Brasilia" e informó que se armó "una sala de prensa con 10 computadoras, wifi, servicio de café y empanadas (al mediodía) para que los medios argentinos de menores recursos o los que no estén acreditados para el partido puedan trabajar como corresponde".


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