Otro enfrentamiento entre empleados de UTA y la UCRA paralizó el transporte en Madryn
El nuevo incidente entre ambos sindicatos se produjo 24 horas después del anterior episodio. Todo se desarrolló a partir del reclamo por el pago del medio aguinaldo de la UTA ante Benítez Bellini. Desde la UCRA intentaron evitar el paso a los dirigentes, lo que derivó en una feroz disputa.
Un nuevo enfrentamiento cuerpo a cuerpo entre las facciones de trabajadores enrolados en la Unión Tranviarios Automotor- UTA- y los choferes encuadrados en la Unión de Choferes de la República Argentina –UCRA- acabó con una persona lesionada y el servicio de transporte de pasajeros paralizado en Puerto Madryn.
Este nuevo incidente se produjo a poco más de 24 horas del anterior hecho, que tuvo características similares por la lucha entre los propios trabajadores, aunque no se requirió de un amplio operativo policial como el desplegado en la víspera.
Todo se inició sobre las 9 de la mañana cuando directivos y afiliados a la UTA llegaron hasta el predio de Benítez Bellini, ubicado en el Parque Industrial Liviano, con el propósito de reclamar el pago del aguinaldo que se les adeuda a los choferes agrupados en esta entidad sindical. En ese contexto, aparecieron dirigentes y allegados a la UCRA que intentaron evitar el paso de las personas que no tienen vinculación con la empresa.
Allí se desató un feroz enfrentamiento y disputa entre los propios trabajadores, que comparten una misma función, pero que están en sectores antagónicos desde hace meses y que han generado sucesivos enfrentamientos. En ese contexto, se rompieron dos vidrios de la garita de seguridad.
Ante el enfrentamiento y el inicio de una serie de roturas se requirió la presencia de efectivos policiales, quienes en un número importante se hicieron presentes en la zona para apaciguar los ánimos y recuperar la normalidad. A los pocos minutos, una ambulancia del hospital Isola llegó hasta el lugar para socorrer a uno de los choferes que recibió gran cantidad de golpes en la refriega entre ambos sectores, que fueron los mismos protagonistas de los incidentes ocurridos en la madrugada del jueves.
La tensión estaba latente en el ambiente donde se podía apreciar las amenazas de nuevos enfrentamientos y peleas, así como las agresiones verbales que fueron el abono para una nueva refriega entre ambos sectores. Este intento, que comenzó con golpes de puño entre dos hombres, fue controlado por los efectivos policiales dispuestos en el lugar con sus escudos y armas largas, que no fue necesario utilizarlas porque se pudo controlar con prontitud a los protagonistas de la contienda boxística.
El conflicto generado entre ambos sectores motivó una nueva parálisis en la prestación del servicio del transporte público de pasajeros, ocasionando severas dificultades a los usuarios que debieron buscar alternativas para movilizarse en Puerto Madryn. A los fines de poder encontrar alternativas para solucionar el conflicto, se programaron una serie de reuniones entre todos los actores a los efectos que la patronal cumpla con la cancelación del aguinaldo a los choferes enrolados en la UTA. Este fue el punto central que generó el nuevo conflicto que derivó en dos enfrentamientos, en poco más de 24 horas, entre los propios empleados y con la amenaza de continuar con esto más allá de un posible acuerdo de partes.
Un nuevo enfrentamiento cuerpo a cuerpo entre las facciones de trabajadores enrolados en la Unión Tranviarios Automotor- UTA- y los choferes encuadrados en la Unión de Choferes de la República Argentina –UCRA- acabó con una persona lesionada y el servicio de transporte de pasajeros paralizado en Puerto Madryn.
Este nuevo incidente se produjo a poco más de 24 horas del anterior hecho, que tuvo características similares por la lucha entre los propios trabajadores, aunque no se requirió de un amplio operativo policial como el desplegado en la víspera.
Todo se inició sobre las 9 de la mañana cuando directivos y afiliados a la UTA llegaron hasta el predio de Benítez Bellini, ubicado en el Parque Industrial Liviano, con el propósito de reclamar el pago del aguinaldo que se les adeuda a los choferes agrupados en esta entidad sindical. En ese contexto, aparecieron dirigentes y allegados a la UCRA que intentaron evitar el paso de las personas que no tienen vinculación con la empresa.
Allí se desató un feroz enfrentamiento y disputa entre los propios trabajadores, que comparten una misma función, pero que están en sectores antagónicos desde hace meses y que han generado sucesivos enfrentamientos. En ese contexto, se rompieron dos vidrios de la garita de seguridad.
Ante el enfrentamiento y el inicio de una serie de roturas se requirió la presencia de efectivos policiales, quienes en un número importante se hicieron presentes en la zona para apaciguar los ánimos y recuperar la normalidad. A los pocos minutos, una ambulancia del hospital Isola llegó hasta el lugar para socorrer a uno de los choferes que recibió gran cantidad de golpes en la refriega entre ambos sectores, que fueron los mismos protagonistas de los incidentes ocurridos en la madrugada del jueves.
La tensión estaba latente en el ambiente donde se podía apreciar las amenazas de nuevos enfrentamientos y peleas, así como las agresiones verbales que fueron el abono para una nueva refriega entre ambos sectores. Este intento, que comenzó con golpes de puño entre dos hombres, fue controlado por los efectivos policiales dispuestos en el lugar con sus escudos y armas largas, que no fue necesario utilizarlas porque se pudo controlar con prontitud a los protagonistas de la contienda boxística.
El conflicto generado entre ambos sectores motivó una nueva parálisis en la prestación del servicio del transporte público de pasajeros, ocasionando severas dificultades a los usuarios que debieron buscar alternativas para movilizarse en Puerto Madryn. A los fines de poder encontrar alternativas para solucionar el conflicto, se programaron una serie de reuniones entre todos los actores a los efectos que la patronal cumpla con la cancelación del aguinaldo a los choferes enrolados en la UTA. Este fue el punto central que generó el nuevo conflicto que derivó en dos enfrentamientos, en poco más de 24 horas, entre los propios empleados y con la amenaza de continuar con esto más allá de un posible acuerdo de partes.