La Asociación de Trabajadores de la Educación de Chubut (ATECh) fue la primera en salir a instalar el tema. Dicen que van a pedir un 25% de aumento para el segundo semestre y que, cuanto mucho, se bajarán hasta un 20%.
Las duras disputas que se vienen manteniendo en la política chubutense desde hace un tiempo y el exitismo por el Mundial Brasil 2014 que termina hoy, hicieron olvidar a algunos que en agosto se reabrirán las mesas de negociaciones con los distintos gremios vinculados al Estado provincial.
Las discusiones salariales de la primera parte del año terminaron bien pero no fueron sencillas. Y plantearon un escenario de desdoblamiento que ahora exige la reapertura de las paritarias. Si el piso será el 20% -al menos, parece ser la línea de corte de los docentes-, la segunda mitad del año será complicada de cerrar para el Gobierno provincial.
“Vamos a necesitar un Mascherano para parar a los gremios”, le dijo en tono irónico un alto funcionario del Gabinete provincial a esta columna. Es que el cierto apuro por cerrar y evitar conflictos en marzo pasado hicieron prometer otra mesa de discusión para la segunda mitad del año que ahora los gremios harán valer.
Los docentes, por ejemplo, arreglaron una suba del 27% en un solo pago tras un largo conflicto que retrasó el comienzo del ciclo lectivo. Si terminan cerrando un pauta de entre 20% y 25% para la segunda mitad del año, redondearán casi un 50% en todo el año. Parafraseando a la Argentina de los 70 y 80, se podría aventurar que la inflación va por el ascensor pero los salarios -al menos los docentes- viajan en el ascensor de al lado.
Si se suman las exigencias de todos los gremios que sentarán a discutir en paritarias con el Estado chubutense para el segundo semestre, la pauta salarial que deberá manejar el Gobierno provincial será una bola de nieve que habrá que manipular con oficio.
Siempre se dice que la salud de las cuentas públicas está íntimamente ligada al control del gasto (control, no achique) y a una pauta salarial razonable.
Otra vez los cruces
Ya se sabe que el camino hasta diciembre de 2015 estará plagado de conflictos políticos, chicanas y codazos. Es que lejos de bajar el tono, el Gobierno se embarcó en un cuerpo a cuerpo con todos sus adversarios políticos que, como suele suceder, la aporta algún que otro triunfo y varias derrotas.
Después del tono extremadamente equilibrado y poco confrontativo que caracterizó a la gestión de Martín Buzzi en sus primeros dos años de gobierno, ahora parece haberse ubicado en la barricada. Golpe por golpe, gacetilla contra gacetilla, el Gobierno salió a pararse en el centro del ring con el ministro Coordinador, Juan Garitano; su vice, Oscar Currilén; y el titular de la cartera de Gobierno, Javier Touriñán, como espadas mediáticas.
Cuando los boxeadores se paran en el centro del ring suelen entrar en un toma y daca riesgoso. Garitano, Currilén y Touriñán no son bebés de pecho y Buzzi los eligió precisamente para blindarse de los ataques.
Claro que los contrincantes tampoco se cuecen al primer hervor: los intendentes Ricardo Sastre (Puerto Madryn), Néstor Di Pierro (Comodoro Rivadavia) y Máximo Pérez Catán (Trelew), sacudiendo al Gobierno en donde más le duele: la falta de respuestas rápidas, al menos por la vía institucional.
Esta semana, el Gobierno le metió presión a Sastre con una presunta deuda del municipio con Seros, en medio de las dificultades del intendente para poder pagar sueldos y aguinaldos. El jefe comunal respondió con una carta documento y diciendo que los funcionarios provinciales que salen por las gacetillas cuestionándolo, lo llaman en privado para pedirle disculpas.
En Comodoro, el viernes pasado, un breve diálogo al aire en FM La Petrolera entre el intendente Di Pierro y Touriñán terminó con demasiada pirotecnia verbal para dos hombres que estado ddel mismo lado del mostrador durante muchos años.
“Yo entiendo que Touriñan necesite que siga Buzzi para tener un conchabo”, disparó el “Tano”. “Si Di Pierro supiera leer no diría tantas pelotudeces juntas”, contestó el ministro. Todo sonó innecesario.
Escribano en la mira
Nada indica que finalmente vaya a ser el compañero de fórmula, pero Mario Das Neves bendijo esta semana al escribano comodorense Mariano Arcioni como el perfil que le gustaría tener a su lado para la batalla electoral del año próximo.
Sorprendiendo a propios y extraños, Das Neves puso en el tapete el nombre de un hombre ajeno a la política. El actual diputado nacional ya tiene decidido que su compañero de fórmula va a ser de Comodoro Rivadavia y todo parece indicar que no piensa -al menos por ahora- en alguien de las estructuras tradicionales de los partidos políticos. Ya había tentado a un importante empresario comodorense hace pocos meses, que se bajó por cuestiones de domicilios, pero sigue buscando. La idea por ahora está verde pero va madurando.
Periodismo y Justicia
La apertura formal de las investigaciones por seis meses de lo que se conoce como el escándalo en la Cooperativa de Trelew, más la imputación por presunta estafa contra seis involucrados, fue una de las noticias más relevantes de la semana.
Apenas tres meses después de que este diario comenzara a publicar una serie de notas de investigación sobre pagos sospechosos a través de facturas adulteradas, la Fiscalía de Trelew presentó una sólida acusación contra tres directivos, un asesor legal y un exgerente de la Cooperativa, más un comerciante de Rawson al que se lo acusa de ser partícipe necesario en la comisión de un delito.
Jornada publicó aquellas notas que revelaban los mamejos sospechosos porque la investigación de sus periodistas fue precisa y contundente. Todas las pruebas documentales publicadas por este diario terminaron siendo la base de la acusación del fiscal Omar Rodríguez, que además sumó su propia investigación para darle más contundencia a la acusación.
El periodismo suele ser utilizado como un sucedáneo de la Justicia. Algún sector del periodismo, hay que decirlo, se cree el juego y termina juzgando a algunas personas con intereses poco claros y una ligereza que asombra.
Jornada nunca quiso ponerse delante de la Justicia, ni en este ni en ningún otro caso de resonancia pública. Sólo publicó lo que estaba chequeado y un grupo de fiscales actuaron de oficio. Ahora, seá la Justicia la que juzgue las acciones de un grupo de personas que, según la Fiscalía, sabían que estaban causándole un perjuicio económico a la entidad.
Si el caso llega hasta el fondo, condenando o absolviendo según el caso, la gente comenzará a creer que la única manera de terminar con los desmanejos en las empresa de servicios públicos concesionados es separando a la paja del trigo.
La Asociación de Trabajadores de la Educación de Chubut (ATECh) fue la primera en salir a instalar el tema. Dicen que van a pedir un 25% de aumento para el segundo semestre y que, cuanto mucho, se bajarán hasta un 20%.
Las duras disputas que se vienen manteniendo en la política chubutense desde hace un tiempo y el exitismo por el Mundial Brasil 2014 que termina hoy, hicieron olvidar a algunos que en agosto se reabrirán las mesas de negociaciones con los distintos gremios vinculados al Estado provincial.
Las discusiones salariales de la primera parte del año terminaron bien pero no fueron sencillas. Y plantearon un escenario de desdoblamiento que ahora exige la reapertura de las paritarias. Si el piso será el 20% -al menos, parece ser la línea de corte de los docentes-, la segunda mitad del año será complicada de cerrar para el Gobierno provincial.
“Vamos a necesitar un Mascherano para parar a los gremios”, le dijo en tono irónico un alto funcionario del Gabinete provincial a esta columna. Es que el cierto apuro por cerrar y evitar conflictos en marzo pasado hicieron prometer otra mesa de discusión para la segunda mitad del año que ahora los gremios harán valer.
Los docentes, por ejemplo, arreglaron una suba del 27% en un solo pago tras un largo conflicto que retrasó el comienzo del ciclo lectivo. Si terminan cerrando un pauta de entre 20% y 25% para la segunda mitad del año, redondearán casi un 50% en todo el año. Parafraseando a la Argentina de los 70 y 80, se podría aventurar que la inflación va por el ascensor pero los salarios -al menos los docentes- viajan en el ascensor de al lado.
Si se suman las exigencias de todos los gremios que sentarán a discutir en paritarias con el Estado chubutense para el segundo semestre, la pauta salarial que deberá manejar el Gobierno provincial será una bola de nieve que habrá que manipular con oficio.
Siempre se dice que la salud de las cuentas públicas está íntimamente ligada al control del gasto (control, no achique) y a una pauta salarial razonable.
Otra vez los cruces
Ya se sabe que el camino hasta diciembre de 2015 estará plagado de conflictos políticos, chicanas y codazos. Es que lejos de bajar el tono, el Gobierno se embarcó en un cuerpo a cuerpo con todos sus adversarios políticos que, como suele suceder, la aporta algún que otro triunfo y varias derrotas.
Después del tono extremadamente equilibrado y poco confrontativo que caracterizó a la gestión de Martín Buzzi en sus primeros dos años de gobierno, ahora parece haberse ubicado en la barricada. Golpe por golpe, gacetilla contra gacetilla, el Gobierno salió a pararse en el centro del ring con el ministro Coordinador, Juan Garitano; su vice, Oscar Currilén; y el titular de la cartera de Gobierno, Javier Touriñán, como espadas mediáticas.
Cuando los boxeadores se paran en el centro del ring suelen entrar en un toma y daca riesgoso. Garitano, Currilén y Touriñán no son bebés de pecho y Buzzi los eligió precisamente para blindarse de los ataques.
Claro que los contrincantes tampoco se cuecen al primer hervor: los intendentes Ricardo Sastre (Puerto Madryn), Néstor Di Pierro (Comodoro Rivadavia) y Máximo Pérez Catán (Trelew), sacudiendo al Gobierno en donde más le duele: la falta de respuestas rápidas, al menos por la vía institucional.
Esta semana, el Gobierno le metió presión a Sastre con una presunta deuda del municipio con Seros, en medio de las dificultades del intendente para poder pagar sueldos y aguinaldos. El jefe comunal respondió con una carta documento y diciendo que los funcionarios provinciales que salen por las gacetillas cuestionándolo, lo llaman en privado para pedirle disculpas.
En Comodoro, el viernes pasado, un breve diálogo al aire en FM La Petrolera entre el intendente Di Pierro y Touriñán terminó con demasiada pirotecnia verbal para dos hombres que estado ddel mismo lado del mostrador durante muchos años.
“Yo entiendo que Touriñan necesite que siga Buzzi para tener un conchabo”, disparó el “Tano”. “Si Di Pierro supiera leer no diría tantas pelotudeces juntas”, contestó el ministro. Todo sonó innecesario.
Escribano en la mira
Nada indica que finalmente vaya a ser el compañero de fórmula, pero Mario Das Neves bendijo esta semana al escribano comodorense Mariano Arcioni como el perfil que le gustaría tener a su lado para la batalla electoral del año próximo.
Sorprendiendo a propios y extraños, Das Neves puso en el tapete el nombre de un hombre ajeno a la política. El actual diputado nacional ya tiene decidido que su compañero de fórmula va a ser de Comodoro Rivadavia y todo parece indicar que no piensa -al menos por ahora- en alguien de las estructuras tradicionales de los partidos políticos. Ya había tentado a un importante empresario comodorense hace pocos meses, que se bajó por cuestiones de domicilios, pero sigue buscando. La idea por ahora está verde pero va madurando.
Periodismo y Justicia
La apertura formal de las investigaciones por seis meses de lo que se conoce como el escándalo en la Cooperativa de Trelew, más la imputación por presunta estafa contra seis involucrados, fue una de las noticias más relevantes de la semana.
Apenas tres meses después de que este diario comenzara a publicar una serie de notas de investigación sobre pagos sospechosos a través de facturas adulteradas, la Fiscalía de Trelew presentó una sólida acusación contra tres directivos, un asesor legal y un exgerente de la Cooperativa, más un comerciante de Rawson al que se lo acusa de ser partícipe necesario en la comisión de un delito.
Jornada publicó aquellas notas que revelaban los mamejos sospechosos porque la investigación de sus periodistas fue precisa y contundente. Todas las pruebas documentales publicadas por este diario terminaron siendo la base de la acusación del fiscal Omar Rodríguez, que además sumó su propia investigación para darle más contundencia a la acusación.
El periodismo suele ser utilizado como un sucedáneo de la Justicia. Algún sector del periodismo, hay que decirlo, se cree el juego y termina juzgando a algunas personas con intereses poco claros y una ligereza que asombra.
Jornada nunca quiso ponerse delante de la Justicia, ni en este ni en ningún otro caso de resonancia pública. Sólo publicó lo que estaba chequeado y un grupo de fiscales actuaron de oficio. Ahora, seá la Justicia la que juzgue las acciones de un grupo de personas que, según la Fiscalía, sabían que estaban causándole un perjuicio económico a la entidad.
Si el caso llega hasta el fondo, condenando o absolviendo según el caso, la gente comenzará a creer que la única manera de terminar con los desmanejos en las empresa de servicios públicos concesionados es separando a la paja del trigo.