José Manuel Corchuelo Blasco, que hoy jurará como ministro de Salud en reemplazo de Mónica Eredia, reconoció “tranquilidad” para asumir el desafío y “experiencia para gestionar” en una de las áreas más sensibles. “Lo tomo con una gran responsabilidad, con muchas ganas de afrontar esta propuesta en base a lo que la vida me ha puesto siempre por delante”, dijo el profesional quien reside en Rada Tilly, tiene cinco hijos y es especialista en aparato digestivo; cirugía y Sistemas de Salud y Seguridad Social.
Cabe recordar que el gobernador Martín Buzzi le aceptó la renuncia a Eredia y designó a Maní. Su asunción será hoy a las 20, en la Sala de Situación de la Casa de Gobierno.
Por dónde empezar
“Hay que empezar por el fortalecimiento de las acciones de la atención primaria; de la descentralización y la autonomía; y el funcionamiento del sistema como de cada uno de los funcionarios y agentes que componen el sistema de salud pública incluyendo a médicos: directivos, personal de mantenimiento; choferes, trabajadores comunitarios de salud en terreno y trabajadores sociales”.
Corchuelo plantea un “fortalecimiento” de la gestión y una fuerte impronta basada en el trabajo de equipo -“Nadie hace cosas solo”- y la sintonía con la gente. “Creo que puedo servir y si no sirvo, me voy a ir. Puedo trabajar adaptándome a los momentos y a la realidad. La experiencia vale para resolver algunos desafíos que están. La gente necesita que nos pongamos a su disposición con gestión, inversión y seriedad. Acepté el cargo sin ninguna aspiración política personal”, aclaró.
Del mismo modo resaltó sobre los distintos cargos públicos que ocupó a lo largo de su extensa carrera. “Más allá de que muchos puedan decir que uno siempre trabajó en el Estado, le aclaro a la comunidad que no tengo clínicas, ni centros de diagnóstico, ni geriátricos en ninguna parte del país ni del mundo. He transitado cargos provinciales, nacionales y municipales y más allá de la sorna con la que algunos se expresan, siempre seguí caminando y mirando a la gente de frente, entendiendo que la función pública se puede aplicar con personalidad”.
Corchuelo Blasco fue ministro de Bienestar Social del ´87 al ´89 y secretario de Salud de la Provincia hasta el momento del golpe militar de Videla. Además fue interventor del PAMI y responsable de la creación del consorcio mixto de administración del Centro de Aplicaciones Bionucleares, creado a partir de una colecta pública que reunió por entonces medio millón de dólares. Hasta ayer era coordinador de la Carrera de Medicina en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. “Mientras sea para trabajar para la gente no le voy a esconder el culo a la jeringa”, remató.
José Manuel Corchuelo Blasco, que hoy jurará como ministro de Salud en reemplazo de Mónica Eredia, reconoció “tranquilidad” para asumir el desafío y “experiencia para gestionar” en una de las áreas más sensibles. “Lo tomo con una gran responsabilidad, con muchas ganas de afrontar esta propuesta en base a lo que la vida me ha puesto siempre por delante”, dijo el profesional quien reside en Rada Tilly, tiene cinco hijos y es especialista en aparato digestivo; cirugía y Sistemas de Salud y Seguridad Social.
Cabe recordar que el gobernador Martín Buzzi le aceptó la renuncia a Eredia y designó a Maní. Su asunción será hoy a las 20, en la Sala de Situación de la Casa de Gobierno.
Por dónde empezar
“Hay que empezar por el fortalecimiento de las acciones de la atención primaria; de la descentralización y la autonomía; y el funcionamiento del sistema como de cada uno de los funcionarios y agentes que componen el sistema de salud pública incluyendo a médicos: directivos, personal de mantenimiento; choferes, trabajadores comunitarios de salud en terreno y trabajadores sociales”.
Corchuelo plantea un “fortalecimiento” de la gestión y una fuerte impronta basada en el trabajo de equipo -“Nadie hace cosas solo”- y la sintonía con la gente. “Creo que puedo servir y si no sirvo, me voy a ir. Puedo trabajar adaptándome a los momentos y a la realidad. La experiencia vale para resolver algunos desafíos que están. La gente necesita que nos pongamos a su disposición con gestión, inversión y seriedad. Acepté el cargo sin ninguna aspiración política personal”, aclaró.
Del mismo modo resaltó sobre los distintos cargos públicos que ocupó a lo largo de su extensa carrera. “Más allá de que muchos puedan decir que uno siempre trabajó en el Estado, le aclaro a la comunidad que no tengo clínicas, ni centros de diagnóstico, ni geriátricos en ninguna parte del país ni del mundo. He transitado cargos provinciales, nacionales y municipales y más allá de la sorna con la que algunos se expresan, siempre seguí caminando y mirando a la gente de frente, entendiendo que la función pública se puede aplicar con personalidad”.
Corchuelo Blasco fue ministro de Bienestar Social del ´87 al ´89 y secretario de Salud de la Provincia hasta el momento del golpe militar de Videla. Además fue interventor del PAMI y responsable de la creación del consorcio mixto de administración del Centro de Aplicaciones Bionucleares, creado a partir de una colecta pública que reunió por entonces medio millón de dólares. Hasta ayer era coordinador de la Carrera de Medicina en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. “Mientras sea para trabajar para la gente no le voy a esconder el culo a la jeringa”, remató.