Polémica en México: las iglesias deben emitir facturas por limosnas

Una resolución del gobierno mexicano que obliga a las iglesias de todos los cultos a registrar electrónicamente sus movimientos de dinero causó una gran polémica y despertó tanto adhesiones como rechazos entre los propios obispos.

12 AGO 2014 - 14:10 | Actualizado

A partir del 1 de septiembre las entidades encuadradas legalmente como "asociaciones religiosas" deberán expedir comprobantes fiscales digitales por internet (CFDI, facturas electrónicas) sobre todos sus ingresos de dinero, según lo estableció una resolución reciente del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

La medida rige también para ofrendas, diezmos, limosnas, donaciones y todo tipo de contribuciones hechas por los fieles, incluso las que depositan en alcancías y canastas durante las celebraciones litúrgicas.

Asimismo, desde el primer día del mes próximo las entidades religiosas deberán informar periódicamente al SAT sus movimientos de fondos.

Esos reportes deberán incluir un registro analítico de operaciones con la documentación respaldatoria, informaron los diarios Reforma y El Dictamen, entre numerosos medios mexicanos, y la agencia noticiosa ANSA.

Las iglesias podrán emitir una factura global diaria, semanal o mensual por todo el dinero recibido de donantes anónimos, interpretaron voceros de Microsip, empresa especializada en el desarrollo de soluciones informáticas para empresas pequeñas y medianas.

Por otra parte, a partir del 15 de febrero de 2015 las asociaciones religiosas estarán obligadas a presentar ante el SAT su Declaración Informativa Múltiple (DIM), que deberá incluir hasta un detalle de los sueldos de sus trabajadores.

Hasta ahora, las entidades religiosas sólo llevan una contabilidad manual para el caso de que la autoridad tributaria les requiera datos, pero no están obligadas a informar regularmente.

"Antes, la obligación de las asociaciones religiosas era una contabilidad manual y ahora será electrónica; en ese régimen, lo que cambia es la forma", señaló el jefe del SAT, Aristóteles Núñez.

El líder de la Iglesia Anglicana mexicana y director ejecutivo del Consejo Interreligioso de México, Efrén Velázquez, afirmó que "hace falta información sobre el cambio".

Hugo Valdemar, vocero de la arquidiócesis católica de México, sostuvo que las nuevas obligaciones serán "difíciles de cumplir pues están alejadas de la realidad que viven muchas iglesias" que "están en la sierra o en zonas alejadas" y "no están en posibilidades de cumplir con eso".

"Nos parecen cambios insensibles, fuera de lugar; no es posible que se nos quiera dar trato como de empresas cuando las asociaciones religiosas tienen una naturaleza distinta", agregó Valdemar.

El secretario de Relaciones Institucionales de la Conferencia Episcopal Mexicana, Pablo Pedrazzi, opinó que la resolución implica "una enorme carga administrativa, sobre todo para aquellas iglesias que están en lugares de difícil acceso".

Esas iglesias "no tienen suficientes recursos económicos ni humanos para poder acceder a estos sistemas, entenderlos, llevarlos adelante", añadió Pedrazzi.

"Es muy pesado llevar las cuentas, es muy engorroso y habrá que tener un contador en cada parroquia, porque los curas tienen múltiples ocupaciones como para ahora llevar las cuentas", se quejó el obispo católico de Celaya, Benjamín Castillo.

En cambio, Víctor Díaz Mendoza, vocero del obispado católico de Veracruz, se manifestó a favor de la resolución del SAT y aseguró que "desde 1992 todas las iglesias están registradas y cuentan con su RFC" (Registro Federal de Contribuyentes, equivalente al CUIT argentino).

"Si les están exigiendo a los ciudadanos, por qué nosotros nos vamos a oponer; lo que Hacienda nos pide es dar información sobre entradas y salidas de las parroquias", dijo Díaz Mendoza.

El obispo Andrés Hernández, de la Iglesia Metodista, indicó que los ministros de su culto ya están capacitándose porque "no tienen nada que ocultar", y subrayó que las nuevas medidas evitarán el flujo de fondos "nada saludables".

12 AGO 2014 - 14:10

A partir del 1 de septiembre las entidades encuadradas legalmente como "asociaciones religiosas" deberán expedir comprobantes fiscales digitales por internet (CFDI, facturas electrónicas) sobre todos sus ingresos de dinero, según lo estableció una resolución reciente del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

La medida rige también para ofrendas, diezmos, limosnas, donaciones y todo tipo de contribuciones hechas por los fieles, incluso las que depositan en alcancías y canastas durante las celebraciones litúrgicas.

Asimismo, desde el primer día del mes próximo las entidades religiosas deberán informar periódicamente al SAT sus movimientos de fondos.

Esos reportes deberán incluir un registro analítico de operaciones con la documentación respaldatoria, informaron los diarios Reforma y El Dictamen, entre numerosos medios mexicanos, y la agencia noticiosa ANSA.

Las iglesias podrán emitir una factura global diaria, semanal o mensual por todo el dinero recibido de donantes anónimos, interpretaron voceros de Microsip, empresa especializada en el desarrollo de soluciones informáticas para empresas pequeñas y medianas.

Por otra parte, a partir del 15 de febrero de 2015 las asociaciones religiosas estarán obligadas a presentar ante el SAT su Declaración Informativa Múltiple (DIM), que deberá incluir hasta un detalle de los sueldos de sus trabajadores.

Hasta ahora, las entidades religiosas sólo llevan una contabilidad manual para el caso de que la autoridad tributaria les requiera datos, pero no están obligadas a informar regularmente.

"Antes, la obligación de las asociaciones religiosas era una contabilidad manual y ahora será electrónica; en ese régimen, lo que cambia es la forma", señaló el jefe del SAT, Aristóteles Núñez.

El líder de la Iglesia Anglicana mexicana y director ejecutivo del Consejo Interreligioso de México, Efrén Velázquez, afirmó que "hace falta información sobre el cambio".

Hugo Valdemar, vocero de la arquidiócesis católica de México, sostuvo que las nuevas obligaciones serán "difíciles de cumplir pues están alejadas de la realidad que viven muchas iglesias" que "están en la sierra o en zonas alejadas" y "no están en posibilidades de cumplir con eso".

"Nos parecen cambios insensibles, fuera de lugar; no es posible que se nos quiera dar trato como de empresas cuando las asociaciones religiosas tienen una naturaleza distinta", agregó Valdemar.

El secretario de Relaciones Institucionales de la Conferencia Episcopal Mexicana, Pablo Pedrazzi, opinó que la resolución implica "una enorme carga administrativa, sobre todo para aquellas iglesias que están en lugares de difícil acceso".

Esas iglesias "no tienen suficientes recursos económicos ni humanos para poder acceder a estos sistemas, entenderlos, llevarlos adelante", añadió Pedrazzi.

"Es muy pesado llevar las cuentas, es muy engorroso y habrá que tener un contador en cada parroquia, porque los curas tienen múltiples ocupaciones como para ahora llevar las cuentas", se quejó el obispo católico de Celaya, Benjamín Castillo.

En cambio, Víctor Díaz Mendoza, vocero del obispado católico de Veracruz, se manifestó a favor de la resolución del SAT y aseguró que "desde 1992 todas las iglesias están registradas y cuentan con su RFC" (Registro Federal de Contribuyentes, equivalente al CUIT argentino).

"Si les están exigiendo a los ciudadanos, por qué nosotros nos vamos a oponer; lo que Hacienda nos pide es dar información sobre entradas y salidas de las parroquias", dijo Díaz Mendoza.

El obispo Andrés Hernández, de la Iglesia Metodista, indicó que los ministros de su culto ya están capacitándose porque "no tienen nada que ocultar", y subrayó que las nuevas medidas evitarán el flujo de fondos "nada saludables".


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