Arcioni: “La bajada de línea fue muy clara y hay que laburar los siete días de la semana”

Por Ismael Tebes

Cuestión de liderazgos. El escribano comodorense asume que la mano firme y el trabajo sin reloj son los componentes infaltables de cualquier conducción. Mariano Ezequiel Arcioni (44) se reconoce como un político sin militancia pero de profunda convicción, observador y lector de los más variados modelos. Integrante de una tradicional familia de profesionales entiende que llegó el momento de la devolución. “La motivación política me la trasladó Mario (Das Neves). En un primer momento me invitó a participar para colaborar y nunca se habló de una candidatura. Entre charlas y charlas, avanzamos en el proyecto. Eso fue lo que personalmente me motivó a hacer política y dejar mi profesión por algún tiempo. Tengo una edad en la que me realicé profesionalmente y llegó el momento de retribuir a la ciudad, lo que me dio en todos estos años. Siento ese compromiso. Desde este lugar, el de poder ser vicegobernador para mí es un honor”.

-¿Cómo toma ser el compañero de fórmula de Das Neves?

-Con mucha responsabilidad por lo que implica. No lo puedo tomar de otra manera porque dejo muchas cosas. Tengo la suerte de que mi familia, mis hermanos y mi socio me apoyan. Eso me permite ejercer un eventual cargo público con total disponibilidad y el tiempo que la función demande.

-¿Qué cosas lo atraen de la vida política y cuáles intentaría cambiar?

-Me atrajo todo lo que hizo Das Neves durante sus ocho años de gestión. El “poder hacer” y que la gente se sienta gratificada y vea en uno la capacidad de gestionar y poder darle alguna solución. Esa “vuelta” y ese agradecimiento es motivante para cualquier persona que tenga la vocación de querer hacer. Respecto a la política me gustaría que hubiera menos burocracia y que la gente pueda tener una respuesta más inmediata.

-¿Es cierto que tiene una relación de amistad con Sergio Massa?

-Sí, fuimos compañeros en la Facultad y nos conocemos desde que teníamos veinte años. Fuimos muy amigos en nuestra época de estudiantes, después seguimos en comunicación cuando yo vine a Comodoro Rivadavia y él se quedó en Buenos Aires, aunque no nos frecuentamos mucho. Le tengo un enorme aprecio. Él siempre fue brillante, era el que siempre descollaba.

-¿Seguía a la distancia su carrera política?

-Siempre. Cuando vino a Dolavon recordaba que junto a otros amigos, lo acompañamos a su primer acto y escuchamos su discurso político. Él lo recordaba y se sintió muy gratificado también por haber podido estar en lo que fue mi lanzamiento.

-¿Tuvo que ver en la decisión de acompañar a Das Neves?

-No, en absoluto. Fue exclusivamente una decisión de Mario. Y hasta creo que se lo comentó después de que me había propuesto a mí en una conversación informal. La recomendación tanto del exgobernador como de él es que hay que laburar los siete días de la semana. En ese sentido, la bajada de línea ha sido muy clara. Con gusto lo acepté porque siento que tengo ese perfil.

-¿Entiende que el rol del vicegobernador y hasta el del vicepresidente han estado un tanto expuestos y devaluados?

-Se piensa en general que el vicegobernador está para cubrir cualquier acefalía temporal pero el rol central pasa por presidir la Cámara, algo que conlleva muchísimo trabajo. Y ocupar la presidencia implica ser conciliador. Se debe ser un nexo de comunicación para que todos se sientan parte integrante de este proyecto de construcción que es en beneficio de todos los habitantes del Chubut.

-¿Debe ser también en algún momento una rueda de auxilio para el gobernador?

-Más que eso se debe trabajar de forma conjunta. Tanto el gobernador como el vice deben trabajar en comunión. Se debe acompañar siempre a la máxima autoridad de la provincia de manera constructiva. Es importantísimo que eso ocurra para fortalecer la institucionalidad porque cuando hay diferencias y cada uno tira para su lado, se pierde el liderazgo.

Piel de gallina

-¿Cómo define políticamente desde ese lugar a Das Neves?

-Se me puso la piel de gallina en el acto de Dolavon que fue impresionante. Ahí se ratificó el liderazgo que decía de Mario con fervor y ante la militancia porque transmite tranquilidad y tiene reglas claras. Yo me siento orgulloso de su vocación política y de su trabajo incansable, con honestidad. Es más que un modelo a seguir.

-¿Cuáles debieran ser las prioridades que en Comodoro no debieran faltar en su plataforma electoral?

-Hay muchísimo por hacer. Tenemos un problema grande en cuanto al equipamiento en Salud. Lo del Hospital Regional es gravísimo aunque tenemos la suerte de contar con un recurso profesional y humano que es de excelencia. Se debe potenciar todo eso. El Alvear en la zona norte también fue un hospital modelo y una ciudad como esta se merece tener un Hospital de Niños. En cuanto a educación, recuerdo que las últimas escuelas inauguradas las hizo Das Neves y eso debería retomarse.

Ni se discute

-¿Debe sostenerse la Ley Corta y los acuerdos petroleros vigentes en función de tener más recursos para obras?

-En realidad, con esta famosa Ley no hay discusión. No podemos discutir nada, ni siquiera sentarnos a plantear algún articulado. Todo tiene que quedar como está porque es la única manera de tener autonomía sobre los recursos naturales que debe tener cada provincia productora. Se ha visto a las claras cómo ha crecido Comodoro en los últimos años, se ha invertido y lo seguimos observando hasta con los nuevos equipos que trajo Pan American. Las empresas han ganado mucho dinero pero también han reinvertido; las regalías pasaron de un 12 a un 15 por ciento. No tiene que haber discusión y estas cosas hacen que uno sienta orgullo por la unanimidad de criterio que se demostró.

-¿Se siente parte de la nueva camada política, sin experiencia pero con base profesional y voluntad de hacer?

-Claro. Pero tiene que ver con el proyecto que nos da el lugar y nos deja desenvolvernos a quienes llegamos desde lo privado. En las estructuras políticas todo siempre se manejó entre “unos pocos”. Encontramos un espacio para desarrollarnos y nos sentimos plenamente identificados con la idea.

-¿Cómo observa la apertura hacia otros partidos y que se haya construido pese a pensamientos tan diferentes?

-Acá no hay cuestiones de partidismo. Hay un solo ideal que es el beneficio de la gente. Como viene todo, se está cambiando y comienza a dejarse de lado la cuestión de un partido. Este es un movimiento que no se sustenta en intereses individuales. Jamás las alianzas demostraron ser fuertes o que hayan beneficiado al país de alguna manera. Acá todo eso queda de lado. Gustavo Di Benedetto remató su discurso diciendo: “Un viejo adversario se pone a disposición para que sea gobernador”. Eso demuestra a las claras cómo se piensa.

-¿Das Neves también es el responsable de que se haya dado esta apertura?

-Es lo que la gente pide. No existe el “yo quiero” que han tenido la mayoría de las alianzas ni tampoco otro condicionamiento que no sea trabajar de manera mancomunada y solidaria.

-¿Cómo se presentaría a la gente y qué cosas prometería en un “puerta a puerta”?

-Diciéndoles que tengan tranquilidad porque acompañaré a Das Neves con total dedicación y haremos una buena fórmula; siendo el nexo en cada localidad con Provincia, solucionando sus requerimientos y buscando agilizar los tiempos del Estado.

-Si tuviera que elegir al referente político de todos los tiempos, ¿a quién elegiría?

-No puedo decir que haya uno en particular. De cada uno se puede sacar lo bueno y lo malo. A quienes nos interesa la política, la figura fue Perón y de ahí en más, uno va observando lo que aporta cada uno. Se debe ser inteligente y objetivo porque cada mandatario ha tenido cosas buenas. Y otras que no tanto.#

Gimnasio y estudio

Religiosamente, el bolso siempre está armado. El compañero de fórmula de Das Neves es un apasionado del deporte y del cuidado físico porque entiende el valor de un “cable a tierra” después de cada extensa jornada laboral. “Siempre hago una hora y media en el gimnasio. Y trato de ir la mayor cantidad de días posibles”.

“Limitación”

Arcioni reconoce la “limitación” futbolística expuesta en su infancia, en el potrero de Sarmiento y Saavedra, cerca de su casa pero a la vez el orgullo de simpatizar por San Lorenzo de Almagro, el flamante campeón de la Copa Libertadores. Jugó al rugby como tercera línea en Liceo Militar y en el Colegio San Carlos de Buenos Aires y es a la vez, piloto privado recibido en el Aeroclub local, aficionado a los ultralivianos y también a las motos.

Una vocación

“Siempre quise ser escribano”, plantea sin duda alguna de su vocación. Estudió en las universidades de Belgrano y El Salvador y se matriculó en 1997. Hace doce años que trabaja en su estudio, asociado con Juan Ángel Campelo y es paralelamente, titular del Registro Notarial, siendo el primer profesional en acceder al cargo por concurso.

Aníbal, su hermano mayor, es oftalmólogo y Pablo, el restante, es odontólogo. Su padre Aníbal José era médico cirujano general, un médico de “los de antes” en cuya memoria se impuso su nombre a una calle de la ciudad. Sin duda, datos que ayudan a conocerlo mejor.#