Brasil: se concretó el primer debate entre candidatos presidenciales

La mandataria Dilma Rousseff hizo foco en los datos de los programas sociales implementados por su gestión y la de su antecesor, Lula Da Silva, mientras que su principal contrincante, Marina Silva, propuso un gobierno multisectorial.

27 AGO 2014 - 16:20 | Actualizado

La candidata presidencial y ecologista brasileña Marina Silva propuso en el primer debate televisivo celebrado anoche un gobierno multisectorial y abierto a "los mejores" de todos los partidos, y se presentó como “una líder” antes que “una gerente”.

Rousseff, en tanto, volvió a enumerar los datos de los programas sociales implementados por su gestión y la de su antecesor, Lula Da Silva, y enfiló su artillería hacia el tercer candidato, Aecio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), a pesar del sorpresivo ascenso de Silva constatado en dos encuestas recientes.

Neves se posicionó a favor de una "política económica" que enfrente la "inflación" y el "crecimiento bajo" de los últimos años y fue enfático al afirmar que en caso de ser elegido como presidente abortará el proyecto de un tren de alta velocidad entre los estados de San Pablo y Río de Janeiro, refirieron las agencias Efe, ANSA y DPA y el portal Brasil247.

El debate se realizó después de la divulgación de una nueva encuesta en la que Silva ganaría la Presidencia con 45% de los votos en una segunda vuelta frente a la actual mandataria, que conseguiría 36%.

El sondeo del Instituto Ibope para el canal de televisión Globo y el diario O Estado de Sao Paulo indicó que Rousseff será la más votada el próximo 5 de octubre, con 34%, seguida por Silva, con 29%, y Neves, con 19%, resultado que obligaría a la realización de una segunda vuelta prevista para el 26 de octubre.

Convertida en el centro de atención del debate a partir de esta encuesta, Silva postuló que en una futura eventual gestión quiere “gobernar uniendo a Brasil, con personas de bien de todos los sectores; gobernar con personas honestas y competentes".

Silva, ex ministra del Medio Ambiente y candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB) después de la muerte de Eduardo Campos, defendió durante el debate, realizado en el estudio de la cadena de TV Bandeirantes, la "coherencia" para luchar contra la polarización política que parece presagiar las elecciones del 5 de octubre.

"No quiero favorecer los partidos de la polarización. Por eso quiero gobernar con los mejores y no tengo prejuicio contra la condición económica de quien quiera que sea", subrayó Silva en respuesta a una crítica de otro candidato por tener personas en su campaña próximas a las "élites" del sector privado y los bancos.

En un cara a cara directo con Rousseff, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y que busca su reelección, la aspirante ecologista y ferviente evangelista cuestionó la posición de la mandataria en temas como la seguridad pública y la educación.

"El primer error es que Rousseff no reconoce que los problemas existen y ese Brasil colorido y cinematográfico que la presidenta nos presentó no existe en la vida de las personas", expuso Silva, quien sostuvo que el electorado "va a escoger a una líder y no una gerente"

Rousseff, sin embargo, prefirió enfilar sus principales dardos políticos hacia Neves, y acudió reiteradamente a los datos de los programas sociales de su gestión y de la de su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva, como "Bolsa Familia", "Luz para todos", "Más médicos" y "Mi casa, mi vida".

La jefa de Estado presentó también los avances, a su juicio, de las medidas implementadas después de la ola de protestas desencadenada en junio de 2013 por diferentes reivindicaciones sociales, como los "cinco pactos", entre los que destacó más recursos para la educación, provenientes del petróleo.

Admitió, en tanto, que la reforma fiscal propuesta dentro de esos cinco pactos y que fue frenada en el Congreso "necesitará de un plebiscito de la población" porque es un asunto "central" para "acabar con la corrupción y los desvíos de dinero".

El enfrentamiento a la crisis económica internacional, "sin reducir salarios ni aumentar impuestos", fue otro de los puntos que quiso destacar Rousseff, quien también se refirió a la política externa del país con énfasis en una continuidad principalmente de las relaciones con África y América Latina.

En el debate participaron también otros cuatro candidatos: la izquierdista Luciana Genro, el verde Eduardo Jorge, el derechista Levy Fidelix y el socialcristiano Everaldo Pereira, cuyas aspiraciones no alcanzan el 2% en las encuestas.

27 AGO 2014 - 16:20

La candidata presidencial y ecologista brasileña Marina Silva propuso en el primer debate televisivo celebrado anoche un gobierno multisectorial y abierto a "los mejores" de todos los partidos, y se presentó como “una líder” antes que “una gerente”.

Rousseff, en tanto, volvió a enumerar los datos de los programas sociales implementados por su gestión y la de su antecesor, Lula Da Silva, y enfiló su artillería hacia el tercer candidato, Aecio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), a pesar del sorpresivo ascenso de Silva constatado en dos encuestas recientes.

Neves se posicionó a favor de una "política económica" que enfrente la "inflación" y el "crecimiento bajo" de los últimos años y fue enfático al afirmar que en caso de ser elegido como presidente abortará el proyecto de un tren de alta velocidad entre los estados de San Pablo y Río de Janeiro, refirieron las agencias Efe, ANSA y DPA y el portal Brasil247.

El debate se realizó después de la divulgación de una nueva encuesta en la que Silva ganaría la Presidencia con 45% de los votos en una segunda vuelta frente a la actual mandataria, que conseguiría 36%.

El sondeo del Instituto Ibope para el canal de televisión Globo y el diario O Estado de Sao Paulo indicó que Rousseff será la más votada el próximo 5 de octubre, con 34%, seguida por Silva, con 29%, y Neves, con 19%, resultado que obligaría a la realización de una segunda vuelta prevista para el 26 de octubre.

Convertida en el centro de atención del debate a partir de esta encuesta, Silva postuló que en una futura eventual gestión quiere “gobernar uniendo a Brasil, con personas de bien de todos los sectores; gobernar con personas honestas y competentes".

Silva, ex ministra del Medio Ambiente y candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB) después de la muerte de Eduardo Campos, defendió durante el debate, realizado en el estudio de la cadena de TV Bandeirantes, la "coherencia" para luchar contra la polarización política que parece presagiar las elecciones del 5 de octubre.

"No quiero favorecer los partidos de la polarización. Por eso quiero gobernar con los mejores y no tengo prejuicio contra la condición económica de quien quiera que sea", subrayó Silva en respuesta a una crítica de otro candidato por tener personas en su campaña próximas a las "élites" del sector privado y los bancos.

En un cara a cara directo con Rousseff, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y que busca su reelección, la aspirante ecologista y ferviente evangelista cuestionó la posición de la mandataria en temas como la seguridad pública y la educación.

"El primer error es que Rousseff no reconoce que los problemas existen y ese Brasil colorido y cinematográfico que la presidenta nos presentó no existe en la vida de las personas", expuso Silva, quien sostuvo que el electorado "va a escoger a una líder y no una gerente"

Rousseff, sin embargo, prefirió enfilar sus principales dardos políticos hacia Neves, y acudió reiteradamente a los datos de los programas sociales de su gestión y de la de su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva, como "Bolsa Familia", "Luz para todos", "Más médicos" y "Mi casa, mi vida".

La jefa de Estado presentó también los avances, a su juicio, de las medidas implementadas después de la ola de protestas desencadenada en junio de 2013 por diferentes reivindicaciones sociales, como los "cinco pactos", entre los que destacó más recursos para la educación, provenientes del petróleo.

Admitió, en tanto, que la reforma fiscal propuesta dentro de esos cinco pactos y que fue frenada en el Congreso "necesitará de un plebiscito de la población" porque es un asunto "central" para "acabar con la corrupción y los desvíos de dinero".

El enfrentamiento a la crisis económica internacional, "sin reducir salarios ni aumentar impuestos", fue otro de los puntos que quiso destacar Rousseff, quien también se refirió a la política externa del país con énfasis en una continuidad principalmente de las relaciones con África y América Latina.

En el debate participaron también otros cuatro candidatos: la izquierdista Luciana Genro, el verde Eduardo Jorge, el derechista Levy Fidelix y el socialcristiano Everaldo Pereira, cuyas aspiraciones no alcanzan el 2% en las encuestas.


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