José María Chiaramonte: con el corazón en la radio

En los últimos días se celebraron 94 años de la primera transmisión radial en Argentina. A manera de homenaje a los protagonistas de la actividad Jornada entrevistó a uno de los profesionales más respetados del medio, que actualmente conduce un espacio diario en FM Tiempo Puerto Madryn.

30 AGO 2014 - 21:28 | Actualizado

En los últimos días la radiodifusión argentina estuvo de festejo, y en cada una de las emisoras del país se recordó aquel 27 de agosto de 1920 cuando Enrique Susini y el grupo de la Sociedad Radio Argentina realizó la primera transmisión radiofónica del país.

El médico Susini junto a sus amigos Miguel Mujica, César Guerrico y Luis Romero Carranza, quienes pasarían a la historia como “Los locos de la azotea”, fueron los encargados de aquella transmisión realizada desde los techos del Teatro Coliseo de Buenos Aires, desde donde emitieron la opera “Parsifal” de Richard Wagner con un pequeño micrófono, un transmisor de escasa potencia y las antenas colocadas en lo alto del teatro porteño.

A 94 años de aquel hecho histórico la radio ha transitado diferentes cambios, y aún en plena era digital sigue siendo protagonista de la comunicación. En la Patagonia la radio tiene medio siglo pero muchas historias más que han llegado a cada oyente y la imaginación le puso a cada voz su propia imagen.

Una de esas voces llega cada tarde al receptor de la casa, al del auto o quizás a través de internet es la de José María Chiaramonte, que de lunes a viernes conduce “Corazón de Radio” por FM Tiempo Puerto Madryn (99.1) de 14 a 18. Entre temas musicales y la tanda, que obligatoriamente se hacen paso en la programación de la radio, José María nos cuenta qué significa para él este mundo de sonidos y sensaciones.

-¿Cómo aparece la radio en tu vida?

-La radio aparece en mi vida en los años ’80 dándome la posibilidad de descubrir en aquellos años –de señales analógicas- un mundo inabarcable en pleno procesos de cambios, tanto en la concepción de contenidos como así también en la innovación creativa, permitiéndome a lo largo de los años comprender estos dos formatos y también concebirlos.

- La gente reconoce su voz, su trabajo como locutor y al mismo tiempo una gran cantidad de personajes. ¿Eso viene del teatro o lo de hacer teatro surge a partir de ese mundo imaginario que genera la radio?

-Ambas situaciones fueron de la mano, la radio permite explorar las fibras muy sensibles, intimistas, graciosas que luego con otras técnicas se pueden volcar en la escena.

-¿Y hay un personaje favorito para Chiaramonte?

-Hay personajes que han quedado en el imaginario popular, que aunque sufras de amnesia si “fueron”, el público te los recuerda: el Licenciado Ernesto Flangan, la matera de las chacareras, el cordobés Roberto Robles, Narciso, el hombre que volvió de la muerte, Ordoñez, entre otros.

-¿Usted escucha a otros colegas?

-Escucho poco otras radios. Por una cuestión profesional sigo la programación de la emisora en la cual participa para estar en la misma sintonía con los compañeros.

-Hay una asociación directa de la locución con la voz e incluso con algunos timbres de voz en particular. ¿La locución es sólo la voz?

- No, sólo con la voz no alcanza, ni aun conociendo las técnicas vocales.

- ¿Los locutores tienen musas?

- No sé, los hombres y mujeres en algún momento tienen musas.

-¿Siente que hay un reconocimiento a la profesión?

- El reconocimiento es el del público es lo que único que importa en esta tarea, lo demás no te coloca en el imaginario.

-¿Qué no puede faltarle a quien quiera ser locutor?

-Locutar es decir, hablar, comentar, pero más es leer, incorporar vocabulario, y darle estructura al pensamiento emocional.

¿Qué le aportó la ley de Medios a la profesión?

-La ley de Medios abrió el debate sobre lo que sucedía y sucede, puso al descubierto un entramado de actitudes corporativas, las que durante años controlaron lo que se decía y cómo se decía.

-¿Qué es “Corazón de radio” para usted?

-“Corazón de radio” es un gusto que nos damos de vez en cuando, un formato musical variado que se modifica y exalta continuamente. Un placer entre tantos otros.

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30 AGO 2014 - 21:28

En los últimos días la radiodifusión argentina estuvo de festejo, y en cada una de las emisoras del país se recordó aquel 27 de agosto de 1920 cuando Enrique Susini y el grupo de la Sociedad Radio Argentina realizó la primera transmisión radiofónica del país.

El médico Susini junto a sus amigos Miguel Mujica, César Guerrico y Luis Romero Carranza, quienes pasarían a la historia como “Los locos de la azotea”, fueron los encargados de aquella transmisión realizada desde los techos del Teatro Coliseo de Buenos Aires, desde donde emitieron la opera “Parsifal” de Richard Wagner con un pequeño micrófono, un transmisor de escasa potencia y las antenas colocadas en lo alto del teatro porteño.

A 94 años de aquel hecho histórico la radio ha transitado diferentes cambios, y aún en plena era digital sigue siendo protagonista de la comunicación. En la Patagonia la radio tiene medio siglo pero muchas historias más que han llegado a cada oyente y la imaginación le puso a cada voz su propia imagen.

Una de esas voces llega cada tarde al receptor de la casa, al del auto o quizás a través de internet es la de José María Chiaramonte, que de lunes a viernes conduce “Corazón de Radio” por FM Tiempo Puerto Madryn (99.1) de 14 a 18. Entre temas musicales y la tanda, que obligatoriamente se hacen paso en la programación de la radio, José María nos cuenta qué significa para él este mundo de sonidos y sensaciones.

-¿Cómo aparece la radio en tu vida?

-La radio aparece en mi vida en los años ’80 dándome la posibilidad de descubrir en aquellos años –de señales analógicas- un mundo inabarcable en pleno procesos de cambios, tanto en la concepción de contenidos como así también en la innovación creativa, permitiéndome a lo largo de los años comprender estos dos formatos y también concebirlos.

- La gente reconoce su voz, su trabajo como locutor y al mismo tiempo una gran cantidad de personajes. ¿Eso viene del teatro o lo de hacer teatro surge a partir de ese mundo imaginario que genera la radio?

-Ambas situaciones fueron de la mano, la radio permite explorar las fibras muy sensibles, intimistas, graciosas que luego con otras técnicas se pueden volcar en la escena.

-¿Y hay un personaje favorito para Chiaramonte?

-Hay personajes que han quedado en el imaginario popular, que aunque sufras de amnesia si “fueron”, el público te los recuerda: el Licenciado Ernesto Flangan, la matera de las chacareras, el cordobés Roberto Robles, Narciso, el hombre que volvió de la muerte, Ordoñez, entre otros.

-¿Usted escucha a otros colegas?

-Escucho poco otras radios. Por una cuestión profesional sigo la programación de la emisora en la cual participa para estar en la misma sintonía con los compañeros.

-Hay una asociación directa de la locución con la voz e incluso con algunos timbres de voz en particular. ¿La locución es sólo la voz?

- No, sólo con la voz no alcanza, ni aun conociendo las técnicas vocales.

- ¿Los locutores tienen musas?

- No sé, los hombres y mujeres en algún momento tienen musas.

-¿Siente que hay un reconocimiento a la profesión?

- El reconocimiento es el del público es lo que único que importa en esta tarea, lo demás no te coloca en el imaginario.

-¿Qué no puede faltarle a quien quiera ser locutor?

-Locutar es decir, hablar, comentar, pero más es leer, incorporar vocabulario, y darle estructura al pensamiento emocional.

¿Qué le aportó la ley de Medios a la profesión?

-La ley de Medios abrió el debate sobre lo que sucedía y sucede, puso al descubierto un entramado de actitudes corporativas, las que durante años controlaron lo que se decía y cómo se decía.

-¿Qué es “Corazón de radio” para usted?

-“Corazón de radio” es un gusto que nos damos de vez en cuando, un formato musical variado que se modifica y exalta continuamente. Un placer entre tantos otros.


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