Triunfo para nadie: Germinal y La Ribera empataron 1 a 1 en El Fortín

Epulef, en contra, adelantó al “Verde”, mientras que Fierro empató de penal para la visita. Gran marco de público. En el otro juego clave, Independiente derrotó a Huracán 2 a 1.

30 AGO 2014 - 22:27 | Actualizado

A pesar de jugar con un hombre de más durante todo un tiempo y tener, en el campo, prácticamente, el equipo del Torneo Federal B, Germinal no pudo romper el entramado táctico de Defensores de la Ribera e igualó 1 a 1 en el clásico capitalino y ante un notable marco de público en lo que fue la segunda fecha del Torneo Clausura de fútbol que organiza la Liga Valle del Chubut.

Gustavo Epulef en contra a los 5 y Pablo Fierro de penal a los 33 del primer período fueron los autores de los tantos de un partido que tuvo más color y calor en las tribunas que en el rectángulo de juego..

El resultado le sentó mejor a los dirigidos por Martín Romero en virtud de quién tenía enfrente y si bien no conservaron la punta del certamen.

Germinal no supo (o no pudo) conservar la temprana ventaja desde casi el mismo comienzo del partido, incluso se le lesionó -jasta ese momento- su mejor hombre: Jonathan Santibáñez, que, con su velocidad, fue un problema indisoluble para la defensa “Canaria”mientras duró en el campo. De hecho, la desafortunada acciòn del marcador de punta visitante provino de un desborde y posterior centro de Santibáñez que tenía como objetivo Robinson Torres, que era una de las esperznas albiverdes, pero que ayer no rindió de acuerdo a las expectativas de la grey germinalista que copó una de las cabeceras, llenó la platea y metiò un cuarto de la tribuna que da al centro de Rawson.

A pesar del gol en contra inicial, La Ribera no perdiò en ningún momento la calma ni el orden táctico y a pesar que el desarrollo se vio trabado y en ocasiones rudo, nunca se vio superado por el local.

Llegó a la igualdad en una de las tantas jugadas de pelota parada que permitiò Germinal y en donde los centros aéreos dolieron mucho al área local, cimentados en la inseguridad en las salidas de Denis Roberts. En uno de esos centros, Damián Salinas fouleó a Hugo Romero y el penal lo transformó en gol Pablo Fierro.

Es más, La Ribera, con sus armas, jamás renunciò a su vocaciòn ofensiva. Incluso, cuando se quedó con un hombre de menos, se plantó de igual a igual en la mitad de la cancha y matuvo a dos hombres arriba. Sólo cuando restaban ocho minutos se retrasó conservando la igualdad, un resultado que, evidentemente, le convenía y lo obtuvo.

En la segunda mitad, el local, dirgido simultáneamente por Aberasturi y Murúa, tomó el control del territorio y de la pelota pero no lastimó. La ausencia de un hombre de gol quedó palmariamente evidenciado, ya que la falta de peso en el área rival fue más que evidente, más allá que Darío Baeza sacó dos pelotas descomunales ante un cabezazo de Walter Dencor y una entrada de Torres que tenían destino de red.

Defensores de la Ribera se retirò de “El Fortín” satisfecho por la labor cumplida. En cambio, Germinal, con la presentaciòn oficial de casi todo el equipo del Federal B, se fue un poco más preocupado. La liviandad y la falta de gol alarma.

Un párrafo especial merece el marco del clásico. La presencia de las dos parcialidades fue un acierto por parte de ambas dirigencias e independientemente de la muy buena recaudaciòn que se debe haber generado ayer, el canto que bajaba de las tribunas tradujo lo que es el folklore del fútbol. Con una operativo preventivo y de seguridad aceitado no hubo ningún tipo de inconvenientes, como queriendo mostrar al resto que se puede cuando se trabaja para ello.

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30 AGO 2014 - 22:27

A pesar de jugar con un hombre de más durante todo un tiempo y tener, en el campo, prácticamente, el equipo del Torneo Federal B, Germinal no pudo romper el entramado táctico de Defensores de la Ribera e igualó 1 a 1 en el clásico capitalino y ante un notable marco de público en lo que fue la segunda fecha del Torneo Clausura de fútbol que organiza la Liga Valle del Chubut.

Gustavo Epulef en contra a los 5 y Pablo Fierro de penal a los 33 del primer período fueron los autores de los tantos de un partido que tuvo más color y calor en las tribunas que en el rectángulo de juego..

El resultado le sentó mejor a los dirigidos por Martín Romero en virtud de quién tenía enfrente y si bien no conservaron la punta del certamen.

Germinal no supo (o no pudo) conservar la temprana ventaja desde casi el mismo comienzo del partido, incluso se le lesionó -jasta ese momento- su mejor hombre: Jonathan Santibáñez, que, con su velocidad, fue un problema indisoluble para la defensa “Canaria”mientras duró en el campo. De hecho, la desafortunada acciòn del marcador de punta visitante provino de un desborde y posterior centro de Santibáñez que tenía como objetivo Robinson Torres, que era una de las esperznas albiverdes, pero que ayer no rindió de acuerdo a las expectativas de la grey germinalista que copó una de las cabeceras, llenó la platea y metiò un cuarto de la tribuna que da al centro de Rawson.

A pesar del gol en contra inicial, La Ribera no perdiò en ningún momento la calma ni el orden táctico y a pesar que el desarrollo se vio trabado y en ocasiones rudo, nunca se vio superado por el local.

Llegó a la igualdad en una de las tantas jugadas de pelota parada que permitiò Germinal y en donde los centros aéreos dolieron mucho al área local, cimentados en la inseguridad en las salidas de Denis Roberts. En uno de esos centros, Damián Salinas fouleó a Hugo Romero y el penal lo transformó en gol Pablo Fierro.

Es más, La Ribera, con sus armas, jamás renunciò a su vocaciòn ofensiva. Incluso, cuando se quedó con un hombre de menos, se plantó de igual a igual en la mitad de la cancha y matuvo a dos hombres arriba. Sólo cuando restaban ocho minutos se retrasó conservando la igualdad, un resultado que, evidentemente, le convenía y lo obtuvo.

En la segunda mitad, el local, dirgido simultáneamente por Aberasturi y Murúa, tomó el control del territorio y de la pelota pero no lastimó. La ausencia de un hombre de gol quedó palmariamente evidenciado, ya que la falta de peso en el área rival fue más que evidente, más allá que Darío Baeza sacó dos pelotas descomunales ante un cabezazo de Walter Dencor y una entrada de Torres que tenían destino de red.

Defensores de la Ribera se retirò de “El Fortín” satisfecho por la labor cumplida. En cambio, Germinal, con la presentaciòn oficial de casi todo el equipo del Federal B, se fue un poco más preocupado. La liviandad y la falta de gol alarma.

Un párrafo especial merece el marco del clásico. La presencia de las dos parcialidades fue un acierto por parte de ambas dirigencias e independientemente de la muy buena recaudaciòn que se debe haber generado ayer, el canto que bajaba de las tribunas tradujo lo que es el folklore del fútbol. Con una operativo preventivo y de seguridad aceitado no hubo ningún tipo de inconvenientes, como queriendo mostrar al resto que se puede cuando se trabaja para ello.


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