Masacre de Trelew: revés para Del Real

Su defensa insistió con el arresto domiciliario pero el juez dijo que el marino, condenado a perpetua por los fusilamientos del ´72 en Trelew, está bien atendido.

09 SEP 2014 - 22:49 | Actualizado

El juez federal Enrique Guanziroli confirmó que Emilio Del Real deberá seguir en la cárcel de Ezeiza, aunque la defensa del marino retirado pidiera su regreso a un arresto domiciliario al cuidado de su esposa. Del Real fue condenado a prisión perpetua por ser uno de los tres fusiladores de la Masacre de Trelew.

El magistrado viajará a ese penal para evaluar en persona las condiciones del encierro. Mientras, ordenó un informe médico trimestral para saber si las afecciones de Del Real aún se pueden tratar en el lugar o se agravaron. En 2012 el hombre fue condenado a prisión perpetua por asesinar a 16 presos políticos en la Base Almirante Zar, la misma pena que recayó sobre Luis Sosa y Carlos Marandino.

El defensor público que se ocupa de Del Real le aseguró al magistrado que la esposa del preso se haría cargo de su atención y cuidado. “Las unidades del Servicio Penitenciario Federal carecen de instalaciones adecuadas para su discapacidad e imposibilitan su adaptación al encierro, provocando que su vida resulte más gravosa que la de una persona sana y no se consideren sus patologías cardíacas, la discapacidad y la falta de elementos para desenvolverse en la unidad”, escribió.

El Cuerpo de Peritos Médicos del Ministerio Público de la Defensa había concluido que la Unidad 31 no poseía las condiciones para la movilidad de un paciente con el tipo de discapacidad que sufre Del Real, a quien le amputaron una pierna en 1999.

Estos médicos explicaron que esa cárcel federal no poseía adaptadores para higienizarse, pasamanos ni elementos de sujeción. Y como el condenado sufría úlcera en el muñón, sugerían no usar prótesis para evitar que la lesión se agravara.

“Sus desplazamientos son en una sola pierna, con ayuda de muletas y aumenta el riesgo de caídas; debe realizar una rehabilitación continua del miembro sano y los superiores para mantener la estabilidad y poder desplazarse”. Del Real tiene 77 años y “está sujeto a complicaciones propias de la edad, potenciadas por mínimos desequilibrios pues no cuenta con capacidad de adaptación plena”.

En su respuesta, el fiscal general Horacio Arranz consideró que este informe médico no decía nada nuevo. Y lo contrarrestó con el último informe del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, según el cual Del Real podía seguir preso en Ezeiza a menos que su salud se agravara.

“Se encuentra hemodinámicamente compensado y puede ser alojado en una unidad penitenciaria federal siempre y cuando se dé estricto cumplimiento al tratamiento indicado por sus médicos tratantes, con controles por servicios de cardiología y clínica médica”, decía. El penal debía contar con un sistema rápido y eficaz ante emergencias, y estar cerca de un centro de alta complejidad.

El marino retirado mide 1,87, pesa 80 kilos, tiene antecedentes de tabaquismo y de una obstrucción vascular de sus piernas que requirió bypass femorales. Esto se convirtió en una isquemia que obligó a la amputación. Fue operado de próstata y de una hernia. Pero al ser examinado se mostró lúcido, ubicado en tiempo y espacio, compensado e hidratado, sin signos neurológicos agudos ni alteraciones funcionales ni estructurales.

Guanziroli explicó que en este caso “no se está ante un enfermo que no pueda tratar sus patologías intramuros y usándose hoy de los demás recursos estatales ofertados, más aún, con las constantes autorizaciones para realizar las prácticas necesarias en forma externa”.

El juez concluyó que la salud de Del Real es estable y que goza de atención médica permanente. No sufre patologías graves que lo afecten seriamente y no puedan ser tratadas en un penal. Puede valerse por sí mismo ya que “actualmente no se avizora un relevante desmedro de su salud”.

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09 SEP 2014 - 22:49

El juez federal Enrique Guanziroli confirmó que Emilio Del Real deberá seguir en la cárcel de Ezeiza, aunque la defensa del marino retirado pidiera su regreso a un arresto domiciliario al cuidado de su esposa. Del Real fue condenado a prisión perpetua por ser uno de los tres fusiladores de la Masacre de Trelew.

El magistrado viajará a ese penal para evaluar en persona las condiciones del encierro. Mientras, ordenó un informe médico trimestral para saber si las afecciones de Del Real aún se pueden tratar en el lugar o se agravaron. En 2012 el hombre fue condenado a prisión perpetua por asesinar a 16 presos políticos en la Base Almirante Zar, la misma pena que recayó sobre Luis Sosa y Carlos Marandino.

El defensor público que se ocupa de Del Real le aseguró al magistrado que la esposa del preso se haría cargo de su atención y cuidado. “Las unidades del Servicio Penitenciario Federal carecen de instalaciones adecuadas para su discapacidad e imposibilitan su adaptación al encierro, provocando que su vida resulte más gravosa que la de una persona sana y no se consideren sus patologías cardíacas, la discapacidad y la falta de elementos para desenvolverse en la unidad”, escribió.

El Cuerpo de Peritos Médicos del Ministerio Público de la Defensa había concluido que la Unidad 31 no poseía las condiciones para la movilidad de un paciente con el tipo de discapacidad que sufre Del Real, a quien le amputaron una pierna en 1999.

Estos médicos explicaron que esa cárcel federal no poseía adaptadores para higienizarse, pasamanos ni elementos de sujeción. Y como el condenado sufría úlcera en el muñón, sugerían no usar prótesis para evitar que la lesión se agravara.

“Sus desplazamientos son en una sola pierna, con ayuda de muletas y aumenta el riesgo de caídas; debe realizar una rehabilitación continua del miembro sano y los superiores para mantener la estabilidad y poder desplazarse”. Del Real tiene 77 años y “está sujeto a complicaciones propias de la edad, potenciadas por mínimos desequilibrios pues no cuenta con capacidad de adaptación plena”.

En su respuesta, el fiscal general Horacio Arranz consideró que este informe médico no decía nada nuevo. Y lo contrarrestó con el último informe del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, según el cual Del Real podía seguir preso en Ezeiza a menos que su salud se agravara.

“Se encuentra hemodinámicamente compensado y puede ser alojado en una unidad penitenciaria federal siempre y cuando se dé estricto cumplimiento al tratamiento indicado por sus médicos tratantes, con controles por servicios de cardiología y clínica médica”, decía. El penal debía contar con un sistema rápido y eficaz ante emergencias, y estar cerca de un centro de alta complejidad.

El marino retirado mide 1,87, pesa 80 kilos, tiene antecedentes de tabaquismo y de una obstrucción vascular de sus piernas que requirió bypass femorales. Esto se convirtió en una isquemia que obligó a la amputación. Fue operado de próstata y de una hernia. Pero al ser examinado se mostró lúcido, ubicado en tiempo y espacio, compensado e hidratado, sin signos neurológicos agudos ni alteraciones funcionales ni estructurales.

Guanziroli explicó que en este caso “no se está ante un enfermo que no pueda tratar sus patologías intramuros y usándose hoy de los demás recursos estatales ofertados, más aún, con las constantes autorizaciones para realizar las prácticas necesarias en forma externa”.

El juez concluyó que la salud de Del Real es estable y que goza de atención médica permanente. No sufre patologías graves que lo afecten seriamente y no puedan ser tratadas en un penal. Puede valerse por sí mismo ya que “actualmente no se avizora un relevante desmedro de su salud”.


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