Un juez federal advirtió que “en la Patagonia explotó el narcotráfico”

Enrique Guanziroli, presidente del TOF de Comodoro. Aseguró que en el combate contra las drogas “hay muchísima improvisación y políticas totalmente inconexas”.

21 SEP 2014 - 22:40 | Actualizado

Por Rolando Tobarez

-¿Cómo analiza la evolución del tema droga?

-Hay más crecimiento, evidentemente; también hay mayor investigación, más que denuncias. Y el aparato represivo del Estado, las policías, cuentan con más medios para avanzar en las investigaciones. Antes era una cosa muy limitada: a quien era sindicado como el responsable se lo buscaba y de ahí para abajo. Ahora se hacen investigaciones que exceden la jurisdicción y llevan a Buenos Aires, Comodoro Rivadavia, etcétera.

-¿Por qué creció?

-Creció porque evidentemente las redes de narcotráfico se diseminaron y están haciendo sus negocios por todo el país. No hubo una contención que impidiese que llegase a sectores delimitados. ¿Qué contención, por ejemplo, tenemos en Comodoro o en el Valle? FUNBAPA, el servicio de control para el ingreso de mercadería por la mosca de la fruta, y de la carne vacuna, por la aftosa, fue una eficaz prevención del ingreso de droga, por ejemplo. Y eso no puede ser así, no puede ser una cosa que azarosamente se descubran cargamentos como se descubrieron. Es importante que todo esté precedido de una tarea seria de investigación. En eso no estábamos preparados y gradualmente la región se preparó y mejoró. De hecho los procedimientos lo revelan.

-¿Por qué el narco elige Patagonia?

-Porque es una región que tiene buenos ingresos y le da muchas ganancias. Ya no es un mercado tan virgen pero le rinde pingües ganancias por poco esfuerzo; los beneficios son grandes. También eligen esta zona porque cuentan con coberturas que a veces no pueden encontrar en otros sitios. Hay actividades que permiten más la circulación de los tóxicos ilegales por su propia índole, como las tareas portuarias. O las que exigen esfuerzo físico superlativo en lugares aislados, por ejemplo en el campo petrolero, en temperaturas extremadamente rigurosas que llevan a la persona a tratar de paliar todas esas vicisitudes recurriendo a la droga.

-¿Por qué se dice que nunca se atrapa a los peces gordos?

-Los peces gordos no son los peces gordos que parecen a veces. Porque a veces se habla de peces gordos pero no lo son tanto. Se han detectado y detenido peces gordos, hago memoria, y hubo investigaciones no sólo de peces gordos sino cargamentos importantes. Como en Puerto Deseado hace muchos años, que tuvo condenas y era un cargamento de 300 kilos de cocaína de máxima pureza para España. Todavía hay un par de prófugos. Hubo condenas importantes que se cumplieron acá y en España. Y se escucharon denuncias de ciertas tramas y redes que revelan la complicación de ciertas personas que se irán develando con las investigaciones.

-Hay mucha gente con historias de vida complicadas que terminan procesadas, como prostitutas, ¿cómo analiza esta cuestión social?

-Sin duda que la cuestión social importa. Los usan y los queman, y no son las primeras personas que ejerciendo esa tarea fueron usadas para distribuir entre sus clientes el tóxico. Y de hecho hubo condenas en Trelew y Puerto Madryn de mujeres vinculadas a esa tarea distribuyendo. Pero al narcotraficante importante que está detrás no le importa esa mujer, la quema, tienen otras. El narcotráfico es muy cruel. Y a lo que aspira una investigación bien desarrollada es a llegar a esos sujetos de la mayor fuerza e importancia que son los que mueven las cantidades superlativas de droga.

-Ustedes a veces optan por ordenar la rehabilitación del procesado a cambio de dejar su pena en suspenso…

-Es cierto, cuando lo permite la característica del procesado y realmente lo necesita la ley impone, no lo faculta, que se vaya a rehabilitar. Cuando uno lo ve en una situación “borderline” con respecto a la adicción, es lo que el juez debe hacer. No hay adecuados y suficientes institutos de rehabilitación, eso es un drama que tiene la región, como no hay un instituto carcelario que contenga a las mujeres en la región, no obstante las gestiones reiteradas que el Tribunal hizo con sus sucesivos presidentes ante las autoridades provinciales de Chubut, Tierra del Fuego y Santa Cruz. No hay un instituto carcelario que contenga a la población femenina inmiscuida en este tema y le otorgue tratamiento de rehabilitación efectivos. Eso no hay y es un déficit. Se habla de políticas de seguridad desde ciertos niveles políticos y la política de seguridad no sólo incluye al policía en la esquina: incluye la rehabilitación del que cayó y sobre todo del que cayó por primera vez, que es el que se puede prevenir después.

-¿Ustedes se lo pidieron a Provincia?

-Le hemos pedido concretamente en la zona institutos carcelarios, reiteradamente. A este gobernador yo personalmente y al anterior también. Es más: con el gobernador anterior había un avanzado plan con el Servicio Penitenciario Federal de hacer un instituto usando la misma seguridad exterior del penal, dedicado sólo a mujeres. No era un número superlativo, de 20 o 30 personas, que son las que tenemos para toda la Patagonia. El instituto femenino más cercano está en La Pampa, que a su vez es el más desconectado. El más conectado con el sur es Ezeiza, en Buenos Aires. Es una cosa descabellada. Lo que veo es que hay políticas totalmente inconexas con este tema, muchísima improvisación. No es nuevo y eso es lo que permite al narcotráfico, que no es improvisado, infiltrarse.

-¿Está disconforme con las respuestas de Provincia?

-No, estoy disconforme con las respuestas políticas que no son sólo las de Provincia sino que son también de Nación.

-¿Nación tampoco responde?

-Por ejemplo, en este momento que mayor proporción de medios tecnológicos debería haber en la región, no puede ser que sólo haya un laboratorio para hacer las pericias en Comodoro y no lo tenga el Valle. O un control sobre el condenado por este delito, que está en plena rehabilitación. ¿Cómo puede ser que no lo haya? Y por supuesto de los que tienen que estar presos. ¿Qué tienen que estar haciendo en Buenos Aires o en Esquel, si son presos de esta zona donde tienen su familia para rehabilitarse? Porque la familia es vital y ayuda muchísimo a la persona a mejorar.

-¿Cómo se lleva con el poder político?

-El Tribunal se lleva bien con el poder político, tiene muy buena recepción y las puertas abiertas pero nada más que eso; nos reciben muy bien y cuando pedimos alguna audiencia nos la dan. Más de una vez vinieron a audiencias de causas importantes y nos apoyó mucho en algunas que teníamos situaciones de infraestructura limitados. Es una cosa insólita: en el Valle no hay una sala de audiencias judiciales, y no es sólo un tema del poder político sino también del Poder Judicial. Nos llevamos bien pero lo que no vemos son respuestas efectivas concretas y un compromiso más firme.

-¿Alguna vez recibió llamados de un político para pedir por alguna causa?

-No. Uno tiene nada más que la presión que percibe de la propia causa, que quizás tiene personas privadas de libertad con graves situaciones familiares, o hijos en situación límite. Las presiones que percibimos los jueces siempre son las de las propias causas. No me consta que ninguno de mis colegas haya recibido ni llamados ni sugerencias políticas.

-¿Es cierto que Gendarmería se llevo todos los perros detectores de Chubut?

-No sé si se llevó todos, lo que yo le puedo decir es que los perros de Gendarmería secuestraron en Chubut más que las tareas de prevención policiales, eso se lo puedo asegurar. El perrito inofensivo y callejero, que no es de raza y justamente se los elige así porque son los que husmean más, nos llevaron a secuestrar mucha más cantidad de tóxicos que las tareas de prevención policial. Y estaban básicamente en los lugares donde hay mucho tránsito de mercaderías. Y ahora que hay una nueva modalidad, que es enterrar la droga, el perro es absolutamente efectivo, mucho más que poner 40 policías en fila y con pala para escarbar. Un perro solo sabe dónde moverse y dónde llegar. Es muy efectivo. Los trajo Gendarmería por primera vez y de hecho hay procedimientos actuales donde hay perros.

-¿Es un mérito canino o un defecto policial?

-Un poco de de las dos cosas. Tampoco considerábamos en su momento la efectividad del animal, recién lo fuimos descubriendo en la marcha, a tal punto que en algunas audiencias preguntábamos “¿Qué hace cuando descubre la droga?, ¿salta, mueve la cola?” Y ahí se nos fue explicando. Todavía sobre el tema droga se declama muchísimo, hay mucha improvisación y poco trabajo concienzudo, aplicado y preparado, porque es un trabajo pesado, cotidiano y opaco, y hay mucha gente que no le gusta la opacidad.

-¿Cómo están de personal?

-Tremendo, malísimo, tenemos la misma dotación de personal que en 1992. Las causas se triplicaron o cuadruplicaron en número, como la importancia de los secuestros, y tenemos la misma cantidad que cuando comenzó el Tribunal. El Juzgado de Rawson, con el volumen de causas que tiene, ya está en condiciones y hay proyectos bastante avanzados para desdoblarlo, ¿qué estamos esperando? Años estamos esperando. No estamos tan colapsados ni apremiados como los juzgados del norte…

-Pero van camino a eso…

-Sí, totalmente, no es nada nuevo y lo hemos planteado reiteradamente ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por escrito. ¿Cómo puede ser que no tengamos una sala de audiencias en el Valle? Es lo más evidente, estamos trabajando donde nos presta un pedazo de su propiedad el Servicio Penitenciario Federal. Antes nos prestaba un pedacito Gendarmería, donde estaba la antigua Legislatura, ¿cómo puede ser eso? Es una vergüenza. Lo saben quienes tienen que saberlo en la Corte. Hace un mes estuve tratando de ver al presidente y no pude, para plantearle necesidades de personal e infraestructura adecuada.#

“El narcotráfico explotó en la Patagonia”

-¿La trata de personas tuvo la misma evolución que la droga?

-No, la trata está arraigada hace tiempo y no explotó como el narcotráfico, que antes era puntual y pasaba por algunos puertos para irse al exterior. Ahora se quedan. El narcotráfico explotó en la Patagonia, la trata se mantiene y hay más conciencia en la población del flagelo que es ese delito, que es uno de los tres mayores del mundo junto con la droga y el contrabando de armas. No explotó, incluso diría que hay una suerte de tensión. También hay más detección precoz, las personas tienen más información y denuncian la situación. De todos modos también los mecanismos de castigo policial y judicial se aceitaron en los últimos tiempos; por ejemplo se faculta el decomiso del instrumento del delito. No es cuestión de que el sujeto viene, lo cautelan y sale al poco tiempo y vuelve a la misma actividad. Las leyes permiten apoderarse de una manera muy efectiva de los inmuebles, que van para los programas de protección a la víctima. De manera que el señor saldrá pero no tendrá la oportunidad de volver a hacer esas cosas.

-¿Para las víctimas la trata es peor que la droga?

-El mundo de la trata es infernal. Se saben los padecimientos de las víctimas y cómo les arruinan la vida para el futuro. Es muy difícil que tengan chance, la única posibilidad que las salva es tener una familia que las apoye. Es como la única posibilidad que he visto que salva de la droga es el amor o la fe. Es notable: los que realmente se recuperaron de la droga fueron personas que las llevó el amor de la pareja, de los hijos, de la familia o una fe, porque tuvieron de pronto una conversión en el penal muy intensa. Incluso algunos se ordenaron pastores y los salvó de la droga, pero son situaciones muy excepcionales.

-Muchos jueces provinciales piensan que si un preso se rehabilita es sólo gracias a su iniciativa personal porque la cárcel no ofrece ninguna ayuda…

-Estoy totalmente de acuerdo, la rehabilitación es básicamente por la característica de la persona, pero tiene que hallar del otro lado un apoyo sea de la familia, del afecto o en la fe.#

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21 SEP 2014 - 22:40

Por Rolando Tobarez

-¿Cómo analiza la evolución del tema droga?

-Hay más crecimiento, evidentemente; también hay mayor investigación, más que denuncias. Y el aparato represivo del Estado, las policías, cuentan con más medios para avanzar en las investigaciones. Antes era una cosa muy limitada: a quien era sindicado como el responsable se lo buscaba y de ahí para abajo. Ahora se hacen investigaciones que exceden la jurisdicción y llevan a Buenos Aires, Comodoro Rivadavia, etcétera.

-¿Por qué creció?

-Creció porque evidentemente las redes de narcotráfico se diseminaron y están haciendo sus negocios por todo el país. No hubo una contención que impidiese que llegase a sectores delimitados. ¿Qué contención, por ejemplo, tenemos en Comodoro o en el Valle? FUNBAPA, el servicio de control para el ingreso de mercadería por la mosca de la fruta, y de la carne vacuna, por la aftosa, fue una eficaz prevención del ingreso de droga, por ejemplo. Y eso no puede ser así, no puede ser una cosa que azarosamente se descubran cargamentos como se descubrieron. Es importante que todo esté precedido de una tarea seria de investigación. En eso no estábamos preparados y gradualmente la región se preparó y mejoró. De hecho los procedimientos lo revelan.

-¿Por qué el narco elige Patagonia?

-Porque es una región que tiene buenos ingresos y le da muchas ganancias. Ya no es un mercado tan virgen pero le rinde pingües ganancias por poco esfuerzo; los beneficios son grandes. También eligen esta zona porque cuentan con coberturas que a veces no pueden encontrar en otros sitios. Hay actividades que permiten más la circulación de los tóxicos ilegales por su propia índole, como las tareas portuarias. O las que exigen esfuerzo físico superlativo en lugares aislados, por ejemplo en el campo petrolero, en temperaturas extremadamente rigurosas que llevan a la persona a tratar de paliar todas esas vicisitudes recurriendo a la droga.

-¿Por qué se dice que nunca se atrapa a los peces gordos?

-Los peces gordos no son los peces gordos que parecen a veces. Porque a veces se habla de peces gordos pero no lo son tanto. Se han detectado y detenido peces gordos, hago memoria, y hubo investigaciones no sólo de peces gordos sino cargamentos importantes. Como en Puerto Deseado hace muchos años, que tuvo condenas y era un cargamento de 300 kilos de cocaína de máxima pureza para España. Todavía hay un par de prófugos. Hubo condenas importantes que se cumplieron acá y en España. Y se escucharon denuncias de ciertas tramas y redes que revelan la complicación de ciertas personas que se irán develando con las investigaciones.

-Hay mucha gente con historias de vida complicadas que terminan procesadas, como prostitutas, ¿cómo analiza esta cuestión social?

-Sin duda que la cuestión social importa. Los usan y los queman, y no son las primeras personas que ejerciendo esa tarea fueron usadas para distribuir entre sus clientes el tóxico. Y de hecho hubo condenas en Trelew y Puerto Madryn de mujeres vinculadas a esa tarea distribuyendo. Pero al narcotraficante importante que está detrás no le importa esa mujer, la quema, tienen otras. El narcotráfico es muy cruel. Y a lo que aspira una investigación bien desarrollada es a llegar a esos sujetos de la mayor fuerza e importancia que son los que mueven las cantidades superlativas de droga.

-Ustedes a veces optan por ordenar la rehabilitación del procesado a cambio de dejar su pena en suspenso…

-Es cierto, cuando lo permite la característica del procesado y realmente lo necesita la ley impone, no lo faculta, que se vaya a rehabilitar. Cuando uno lo ve en una situación “borderline” con respecto a la adicción, es lo que el juez debe hacer. No hay adecuados y suficientes institutos de rehabilitación, eso es un drama que tiene la región, como no hay un instituto carcelario que contenga a las mujeres en la región, no obstante las gestiones reiteradas que el Tribunal hizo con sus sucesivos presidentes ante las autoridades provinciales de Chubut, Tierra del Fuego y Santa Cruz. No hay un instituto carcelario que contenga a la población femenina inmiscuida en este tema y le otorgue tratamiento de rehabilitación efectivos. Eso no hay y es un déficit. Se habla de políticas de seguridad desde ciertos niveles políticos y la política de seguridad no sólo incluye al policía en la esquina: incluye la rehabilitación del que cayó y sobre todo del que cayó por primera vez, que es el que se puede prevenir después.

-¿Ustedes se lo pidieron a Provincia?

-Le hemos pedido concretamente en la zona institutos carcelarios, reiteradamente. A este gobernador yo personalmente y al anterior también. Es más: con el gobernador anterior había un avanzado plan con el Servicio Penitenciario Federal de hacer un instituto usando la misma seguridad exterior del penal, dedicado sólo a mujeres. No era un número superlativo, de 20 o 30 personas, que son las que tenemos para toda la Patagonia. El instituto femenino más cercano está en La Pampa, que a su vez es el más desconectado. El más conectado con el sur es Ezeiza, en Buenos Aires. Es una cosa descabellada. Lo que veo es que hay políticas totalmente inconexas con este tema, muchísima improvisación. No es nuevo y eso es lo que permite al narcotráfico, que no es improvisado, infiltrarse.

-¿Está disconforme con las respuestas de Provincia?

-No, estoy disconforme con las respuestas políticas que no son sólo las de Provincia sino que son también de Nación.

-¿Nación tampoco responde?

-Por ejemplo, en este momento que mayor proporción de medios tecnológicos debería haber en la región, no puede ser que sólo haya un laboratorio para hacer las pericias en Comodoro y no lo tenga el Valle. O un control sobre el condenado por este delito, que está en plena rehabilitación. ¿Cómo puede ser que no lo haya? Y por supuesto de los que tienen que estar presos. ¿Qué tienen que estar haciendo en Buenos Aires o en Esquel, si son presos de esta zona donde tienen su familia para rehabilitarse? Porque la familia es vital y ayuda muchísimo a la persona a mejorar.

-¿Cómo se lleva con el poder político?

-El Tribunal se lleva bien con el poder político, tiene muy buena recepción y las puertas abiertas pero nada más que eso; nos reciben muy bien y cuando pedimos alguna audiencia nos la dan. Más de una vez vinieron a audiencias de causas importantes y nos apoyó mucho en algunas que teníamos situaciones de infraestructura limitados. Es una cosa insólita: en el Valle no hay una sala de audiencias judiciales, y no es sólo un tema del poder político sino también del Poder Judicial. Nos llevamos bien pero lo que no vemos son respuestas efectivas concretas y un compromiso más firme.

-¿Alguna vez recibió llamados de un político para pedir por alguna causa?

-No. Uno tiene nada más que la presión que percibe de la propia causa, que quizás tiene personas privadas de libertad con graves situaciones familiares, o hijos en situación límite. Las presiones que percibimos los jueces siempre son las de las propias causas. No me consta que ninguno de mis colegas haya recibido ni llamados ni sugerencias políticas.

-¿Es cierto que Gendarmería se llevo todos los perros detectores de Chubut?

-No sé si se llevó todos, lo que yo le puedo decir es que los perros de Gendarmería secuestraron en Chubut más que las tareas de prevención policiales, eso se lo puedo asegurar. El perrito inofensivo y callejero, que no es de raza y justamente se los elige así porque son los que husmean más, nos llevaron a secuestrar mucha más cantidad de tóxicos que las tareas de prevención policial. Y estaban básicamente en los lugares donde hay mucho tránsito de mercaderías. Y ahora que hay una nueva modalidad, que es enterrar la droga, el perro es absolutamente efectivo, mucho más que poner 40 policías en fila y con pala para escarbar. Un perro solo sabe dónde moverse y dónde llegar. Es muy efectivo. Los trajo Gendarmería por primera vez y de hecho hay procedimientos actuales donde hay perros.

-¿Es un mérito canino o un defecto policial?

-Un poco de de las dos cosas. Tampoco considerábamos en su momento la efectividad del animal, recién lo fuimos descubriendo en la marcha, a tal punto que en algunas audiencias preguntábamos “¿Qué hace cuando descubre la droga?, ¿salta, mueve la cola?” Y ahí se nos fue explicando. Todavía sobre el tema droga se declama muchísimo, hay mucha improvisación y poco trabajo concienzudo, aplicado y preparado, porque es un trabajo pesado, cotidiano y opaco, y hay mucha gente que no le gusta la opacidad.

-¿Cómo están de personal?

-Tremendo, malísimo, tenemos la misma dotación de personal que en 1992. Las causas se triplicaron o cuadruplicaron en número, como la importancia de los secuestros, y tenemos la misma cantidad que cuando comenzó el Tribunal. El Juzgado de Rawson, con el volumen de causas que tiene, ya está en condiciones y hay proyectos bastante avanzados para desdoblarlo, ¿qué estamos esperando? Años estamos esperando. No estamos tan colapsados ni apremiados como los juzgados del norte…

-Pero van camino a eso…

-Sí, totalmente, no es nada nuevo y lo hemos planteado reiteradamente ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por escrito. ¿Cómo puede ser que no tengamos una sala de audiencias en el Valle? Es lo más evidente, estamos trabajando donde nos presta un pedazo de su propiedad el Servicio Penitenciario Federal. Antes nos prestaba un pedacito Gendarmería, donde estaba la antigua Legislatura, ¿cómo puede ser eso? Es una vergüenza. Lo saben quienes tienen que saberlo en la Corte. Hace un mes estuve tratando de ver al presidente y no pude, para plantearle necesidades de personal e infraestructura adecuada.#

“El narcotráfico explotó en la Patagonia”

-¿La trata de personas tuvo la misma evolución que la droga?

-No, la trata está arraigada hace tiempo y no explotó como el narcotráfico, que antes era puntual y pasaba por algunos puertos para irse al exterior. Ahora se quedan. El narcotráfico explotó en la Patagonia, la trata se mantiene y hay más conciencia en la población del flagelo que es ese delito, que es uno de los tres mayores del mundo junto con la droga y el contrabando de armas. No explotó, incluso diría que hay una suerte de tensión. También hay más detección precoz, las personas tienen más información y denuncian la situación. De todos modos también los mecanismos de castigo policial y judicial se aceitaron en los últimos tiempos; por ejemplo se faculta el decomiso del instrumento del delito. No es cuestión de que el sujeto viene, lo cautelan y sale al poco tiempo y vuelve a la misma actividad. Las leyes permiten apoderarse de una manera muy efectiva de los inmuebles, que van para los programas de protección a la víctima. De manera que el señor saldrá pero no tendrá la oportunidad de volver a hacer esas cosas.

-¿Para las víctimas la trata es peor que la droga?

-El mundo de la trata es infernal. Se saben los padecimientos de las víctimas y cómo les arruinan la vida para el futuro. Es muy difícil que tengan chance, la única posibilidad que las salva es tener una familia que las apoye. Es como la única posibilidad que he visto que salva de la droga es el amor o la fe. Es notable: los que realmente se recuperaron de la droga fueron personas que las llevó el amor de la pareja, de los hijos, de la familia o una fe, porque tuvieron de pronto una conversión en el penal muy intensa. Incluso algunos se ordenaron pastores y los salvó de la droga, pero son situaciones muy excepcionales.

-Muchos jueces provinciales piensan que si un preso se rehabilita es sólo gracias a su iniciativa personal porque la cárcel no ofrece ninguna ayuda…

-Estoy totalmente de acuerdo, la rehabilitación es básicamente por la característica de la persona, pero tiene que hallar del otro lado un apoyo sea de la familia, del afecto o en la fe.#


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