La manifestación comenzó por la prestataria, se dirigió hacia la Municipalidad capitalina e incluyó la casa del presidente de la entidad, Jorge Larrañaga.
Paros sorpresivos
El gremio comenzó ayer con los paros sorpresivos de 2 horas en toda la provincia, que se irán incrementando de manera gradual hasta llegar a las 6 horas de huelga el próximo martes.
Hubo sirenas, bombas de estruendo y banderas que expresaban el repudio de los empleados. En el Registro Civil provincial se registraron pintadas en contra del secretario de Gobierno de Rawson, Alfredo Di Filippo. El funcionario tuvo un párrafo aparte en la manifestación cuando los gremialistas se pararon frente al palacio municipal y cuestionaron su accionar y “el constante ataque” a Luz y Fuerza.
Personal policial custodió el edificio municipal y la Cooperativa, incluso una guardia de Infantería estuvo dentro de la sede cooperativista. La movilización fue acompañada por personal de tránsito que se trasladó en motos antecediendo la protesta.
El secretario general del Sindicato Regional de Luz y Fuerza, Héctor González, señaló que aumentarán progresivamente las medidas de fuerza hasta tanto no se reincorporen los cuatros trabajadores despedidos. La retención de servicios irá creciendo hasta llegar a cumplir las seis horas de trabajo y luego el gremio realizará un nuevo plenario donde decidirán los pasos a seguir.
“Si no se llega a un acuerdo la medida será regional, involucrando a Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego”, aseguró el sindicalista.
Sobre la investigación que impulsó la Fiscalía de Rawson por los sucesivos cortes de luz en la ciudad declaró que “era lógico que se iba a cortar la luz y los servicios en función de la precariedad en la que se encuentran. Al no estar los empleados trabajando era previsible que ocurra”.
“No sé qué investigará la Fiscal –por Suárez García- pero que lo haga y que también investigue qué sucedió con la línea de alta tensión que casi mata a tres trabajadores”, agregó el líder sindical.
Enojo con Di Filippo
“Nuestro enojo es hacia Alfredo Di Filippo, el secretario de Gobierno, porque es el que maneja a Larrañaga y todos sus secuaces. Él permanentemente nos amenaza con su radio”.
En este sentido enfatizó y remarcó que “la mediocridad de la dirigencia cooperativista traerá consecuencias que lamentablemente las pagará la gente”.
Al concluir precisó que el diálogo “no está roto” y que tienen los teléfonos abiertos para arribar a un acuerdo.
Ni un paso atrás
“No vamos a ceder ni un solo paso hasta que todos y cada uno de los compañeros injustamente despedidos por el simple hecho de cumplir con su obligación como trabajador sean legal y legítimamente reincorporados a sus puestos de trabajo”, dijo en forma coincidente Rogelio González, coordinador de la Secretaría General de Luz y Fuerza, frente a la Municipalidad de Rawson.
Minutos antes un grupo de manifestantes había izado una bandera de Luz y Fuerza junto con la bandera argentina que cuelga en el mástil ubicado en la puerta del propio edificio municipal. Para hoy se esperan más acusaciones cruzadas, al ritmo de un conflicto aún sin solución.
La manifestación comenzó por la prestataria, se dirigió hacia la Municipalidad capitalina e incluyó la casa del presidente de la entidad, Jorge Larrañaga.
Paros sorpresivos
El gremio comenzó ayer con los paros sorpresivos de 2 horas en toda la provincia, que se irán incrementando de manera gradual hasta llegar a las 6 horas de huelga el próximo martes.
Hubo sirenas, bombas de estruendo y banderas que expresaban el repudio de los empleados. En el Registro Civil provincial se registraron pintadas en contra del secretario de Gobierno de Rawson, Alfredo Di Filippo. El funcionario tuvo un párrafo aparte en la manifestación cuando los gremialistas se pararon frente al palacio municipal y cuestionaron su accionar y “el constante ataque” a Luz y Fuerza.
Personal policial custodió el edificio municipal y la Cooperativa, incluso una guardia de Infantería estuvo dentro de la sede cooperativista. La movilización fue acompañada por personal de tránsito que se trasladó en motos antecediendo la protesta.
El secretario general del Sindicato Regional de Luz y Fuerza, Héctor González, señaló que aumentarán progresivamente las medidas de fuerza hasta tanto no se reincorporen los cuatros trabajadores despedidos. La retención de servicios irá creciendo hasta llegar a cumplir las seis horas de trabajo y luego el gremio realizará un nuevo plenario donde decidirán los pasos a seguir.
“Si no se llega a un acuerdo la medida será regional, involucrando a Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego”, aseguró el sindicalista.
Sobre la investigación que impulsó la Fiscalía de Rawson por los sucesivos cortes de luz en la ciudad declaró que “era lógico que se iba a cortar la luz y los servicios en función de la precariedad en la que se encuentran. Al no estar los empleados trabajando era previsible que ocurra”.
“No sé qué investigará la Fiscal –por Suárez García- pero que lo haga y que también investigue qué sucedió con la línea de alta tensión que casi mata a tres trabajadores”, agregó el líder sindical.
Enojo con Di Filippo
“Nuestro enojo es hacia Alfredo Di Filippo, el secretario de Gobierno, porque es el que maneja a Larrañaga y todos sus secuaces. Él permanentemente nos amenaza con su radio”.
En este sentido enfatizó y remarcó que “la mediocridad de la dirigencia cooperativista traerá consecuencias que lamentablemente las pagará la gente”.
Al concluir precisó que el diálogo “no está roto” y que tienen los teléfonos abiertos para arribar a un acuerdo.
Ni un paso atrás
“No vamos a ceder ni un solo paso hasta que todos y cada uno de los compañeros injustamente despedidos por el simple hecho de cumplir con su obligación como trabajador sean legal y legítimamente reincorporados a sus puestos de trabajo”, dijo en forma coincidente Rogelio González, coordinador de la Secretaría General de Luz y Fuerza, frente a la Municipalidad de Rawson.
Minutos antes un grupo de manifestantes había izado una bandera de Luz y Fuerza junto con la bandera argentina que cuelga en el mástil ubicado en la puerta del propio edificio municipal. Para hoy se esperan más acusaciones cruzadas, al ritmo de un conflicto aún sin solución.