Con dolor y dudas, su familia despidió al hombre que murió en plena calle

Luis Marín murió tras un incidente con la Policía. Al ver su cuerpo, sus familiares y allegados sospecharon. “Tiene la cara desfigurada”, dijo su tía.

08 OCT 2014 - 21:25 | Actualizado

Luis Alfredo Marín es el hombre que murió confusamente el martes en 25 de Mayo y Edison de Trelew mientras Infantería lo reducía. Él había salido de su casa del barrio Progreso a comprar los medicamentos de su tía. La mujer, Juana Nélida Marín habló en la sala velatoria con Jornada y contó su versión. Juana tiene 70 años y una enfermedad que la obliga a dializarse diariamente. Dijo que Luis Alfredo era su compañía y como su hijo, ya que compartieron 30 años de convivencia.

“Era un chico que me ayudaba en todo. Esa tarde lo mandé a la farmacia alrededor de las 17. Yo vivo en barrio Progreso”, relató. Comenzó a preocuparse porque no volvía.

-¿Usted cómo se enteró?

-Empecé a sentirme mal porque eran como las 19 y no venía. No es un chico de perderse ni de quedarse por ahí. Después vino la Policía a avisarme porque dicen que encontraron un carnet de PAMI, y yo les dije que es mi sobrino, que lo mandé a la farmacia y me dijeron que estaba en el hospital grave, pero parece que ya estaba muerto. Era un chico muy despierto, no salía a robar y nunca le faltó nada en la casa.

-¿Él tenía algún problema?

-Fue depresivo pero siempre estaba medicado, andaba bien. Había dejado las pastillas. Cuando me enfermé y comencé con la diálisis ya él se encargó de la casa y ya no salí más.

-¿Sabe si él conocía al chico que detuvieron esa tarde ahí en la cuadra?

-A la casa no llevaba a nadie. No se lo permitía. Si tendría amistades afuera sería cosa de él.

-¿Era de salir?

-No, nunca, no iba al baile ni los viernes ni a los bares, era un chico muy de la casa. No sé qué puede haber pasado. Yo lo único que sé es que lo mandé a comprar, siempre andaba caminando, nunca en auto.

-¿Solía tener alguna navaja para defensa personal?

-Nunca lo vi con un arma. Él tenía cuchillo para comer en la casa, a lo mejor alguien le dio algo o tendría mala junta, pero no”.

-¿Él tenía problemas de presión?

-Él nunca se tomó la presión. Él era como mi hijo, tomábamos mates juntos. Cuando llegaba ya tenía el agua lista. Hace 9 años que estoy enferma.

-¿Qué pudo haber pasado?

-No sé si será un infarto pero tiene toda la carita desfigurada, ya ni se conoce de cómo quedó. Impresionante fue cuando lo vi.

Juana se quebró y no pudo seguir hablando.

En la sala velatoria

El último adiós a Marín lo hicieron en la sala velatoria de la calle 28 de Julio. A las 17.30 hubo una ceremonia religiosa ya que la familia es cristiana. El cajón estaba abierto pese a que pretendieron dejarlo cerrado. La tía Juana quiso que quede abierto y que los reporteros gráficos lo fotografiaran. El rostro de la víctima tenía grandes hematomas visibles y signos de golpes. La investigación dirá qué le sucedió.

En la sala había allegados que procuraban iniciar acciones con abogados para saber cómo realmente murió Marín.

Versión de Glinski

En relación con el caso, el ministro de seguridad José Glinski narró que “en el marco de dos detenciones que se habían realizado se acercó una tercera persona. El comisario Paulino Gómez (jefe de la Infantería) avanzó para consultar qué necesitaba y esa persona sacó un cuchillo y lo atacó. Gómez de hecho tiene todo el chaleco cortado por el arma blanca”.

De acuerdo a la descripción del funcionario provincial, “se sumaron tres infantes que no podían contener a esa persona, lo reducen y muere, no producto del accionar policial, sino que hay que determinar luego de la autopsia cuáles son las causas”.

Hasta martes, “la médica policial no veía lesiones que hayan ocasionado la muerte”. Por lo pronto habrá que esperar las primeras pericias para echar luz sobre el incidente.

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08 OCT 2014 - 21:25

Luis Alfredo Marín es el hombre que murió confusamente el martes en 25 de Mayo y Edison de Trelew mientras Infantería lo reducía. Él había salido de su casa del barrio Progreso a comprar los medicamentos de su tía. La mujer, Juana Nélida Marín habló en la sala velatoria con Jornada y contó su versión. Juana tiene 70 años y una enfermedad que la obliga a dializarse diariamente. Dijo que Luis Alfredo era su compañía y como su hijo, ya que compartieron 30 años de convivencia.

“Era un chico que me ayudaba en todo. Esa tarde lo mandé a la farmacia alrededor de las 17. Yo vivo en barrio Progreso”, relató. Comenzó a preocuparse porque no volvía.

-¿Usted cómo se enteró?

-Empecé a sentirme mal porque eran como las 19 y no venía. No es un chico de perderse ni de quedarse por ahí. Después vino la Policía a avisarme porque dicen que encontraron un carnet de PAMI, y yo les dije que es mi sobrino, que lo mandé a la farmacia y me dijeron que estaba en el hospital grave, pero parece que ya estaba muerto. Era un chico muy despierto, no salía a robar y nunca le faltó nada en la casa.

-¿Él tenía algún problema?

-Fue depresivo pero siempre estaba medicado, andaba bien. Había dejado las pastillas. Cuando me enfermé y comencé con la diálisis ya él se encargó de la casa y ya no salí más.

-¿Sabe si él conocía al chico que detuvieron esa tarde ahí en la cuadra?

-A la casa no llevaba a nadie. No se lo permitía. Si tendría amistades afuera sería cosa de él.

-¿Era de salir?

-No, nunca, no iba al baile ni los viernes ni a los bares, era un chico muy de la casa. No sé qué puede haber pasado. Yo lo único que sé es que lo mandé a comprar, siempre andaba caminando, nunca en auto.

-¿Solía tener alguna navaja para defensa personal?

-Nunca lo vi con un arma. Él tenía cuchillo para comer en la casa, a lo mejor alguien le dio algo o tendría mala junta, pero no”.

-¿Él tenía problemas de presión?

-Él nunca se tomó la presión. Él era como mi hijo, tomábamos mates juntos. Cuando llegaba ya tenía el agua lista. Hace 9 años que estoy enferma.

-¿Qué pudo haber pasado?

-No sé si será un infarto pero tiene toda la carita desfigurada, ya ni se conoce de cómo quedó. Impresionante fue cuando lo vi.

Juana se quebró y no pudo seguir hablando.

En la sala velatoria

El último adiós a Marín lo hicieron en la sala velatoria de la calle 28 de Julio. A las 17.30 hubo una ceremonia religiosa ya que la familia es cristiana. El cajón estaba abierto pese a que pretendieron dejarlo cerrado. La tía Juana quiso que quede abierto y que los reporteros gráficos lo fotografiaran. El rostro de la víctima tenía grandes hematomas visibles y signos de golpes. La investigación dirá qué le sucedió.

En la sala había allegados que procuraban iniciar acciones con abogados para saber cómo realmente murió Marín.

Versión de Glinski

En relación con el caso, el ministro de seguridad José Glinski narró que “en el marco de dos detenciones que se habían realizado se acercó una tercera persona. El comisario Paulino Gómez (jefe de la Infantería) avanzó para consultar qué necesitaba y esa persona sacó un cuchillo y lo atacó. Gómez de hecho tiene todo el chaleco cortado por el arma blanca”.

De acuerdo a la descripción del funcionario provincial, “se sumaron tres infantes que no podían contener a esa persona, lo reducen y muere, no producto del accionar policial, sino que hay que determinar luego de la autopsia cuáles son las causas”.

Hasta martes, “la médica policial no veía lesiones que hayan ocasionado la muerte”. Por lo pronto habrá que esperar las primeras pericias para echar luz sobre el incidente.


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