Germinal es una institución señera y respetada en Rawson y en la provincia. Por eso, quienes la dirigen deben honrar sus puestos. Si bien este pareciera un tema deportivo que no correspondería a estas páginas, bien vale mencionarlo porque está muy pegado a un tema institucional.
Los ataques a un sector de la prensa, supuestamente no identificados por el club, han hecho que parte de la dirigencia germinalista incite a hechos de violencia que de concretarse pueden tener consecuencias hasta irremediables.
Días pasados apareció en la tribuna del estadio de la capital provincial una bandera que decía “Jornada mala leche”, en alusión a este diario. La “gente” de Germinal estaba enojada porque Jornada dijo la verdad respecto a algunos hechos de violencia, sobre todo los que ocurrieron en Esquel.
Estos hechos fueron ocultados por otros medios, sobre todo por los que ponen algún dinero en el club con el que además, tienen otros vínculos comerciales.
Pero los ataques a la prensa generando violencia por parte de un sector de la dirigencia no terminan allí. Desde hace tiempo, Rubén Darío Vega, periodista deportivo de FM Bahía Engaño, viene recibiendo mensajes agresivos en su celular.
Como por ejemplo, “Rengo de mierda” u otros como “Vendido”. O apelativos mucho más subidos de tono que tratan de amedrentar la labor periodística del colega. Vega hace 25 años que informa sobre Germinal.
Tal vez la cuestión no adquiriría demasiada relevancia salvo por un detalle: los mensajes intimidatorios al periodista surgieron del teléfono de la hija del presidente de la entidad, Jorge Durán. Este último amenazó con renunciar a su cargo por este hecho. Pero fue sólo una amenaza que en realidad debe convertir en realidad: tendría que irse porque el hecho es muy grave.
Por otra parte, integrantes de una supuesta “barrabrava” de la entidad (que está dividida en dos) tienen cargos en la comisión directiva. Y gozan de algunas ventajas: tienen la concesión de venta de choripanes y bebidas dentro del estadio cuando se juegan los partidos. El hecho es que mientras venden, ingieren bebidas con alcohol embotelladas y esas botellas pueden convertirse en verdadera armas. Esto a la vista de todos, incluso de los dirigentes.
En lo que hace a Jornada, informó siempre con la verdad respecto a Germinal. Aún recibiendo sus periodistas permanentes ataques a través de las redes sociales de un supuesto fotógrafo que trabajaría rentado para la entidad.
La dirigencia tiene la última palabra. Germinal debe ser honrado. Los que no puedan hacerlo, se tienen que ir.
Germinal es una institución señera y respetada en Rawson y en la provincia. Por eso, quienes la dirigen deben honrar sus puestos. Si bien este pareciera un tema deportivo que no correspondería a estas páginas, bien vale mencionarlo porque está muy pegado a un tema institucional.
Los ataques a un sector de la prensa, supuestamente no identificados por el club, han hecho que parte de la dirigencia germinalista incite a hechos de violencia que de concretarse pueden tener consecuencias hasta irremediables.
Días pasados apareció en la tribuna del estadio de la capital provincial una bandera que decía “Jornada mala leche”, en alusión a este diario. La “gente” de Germinal estaba enojada porque Jornada dijo la verdad respecto a algunos hechos de violencia, sobre todo los que ocurrieron en Esquel.
Estos hechos fueron ocultados por otros medios, sobre todo por los que ponen algún dinero en el club con el que además, tienen otros vínculos comerciales.
Pero los ataques a la prensa generando violencia por parte de un sector de la dirigencia no terminan allí. Desde hace tiempo, Rubén Darío Vega, periodista deportivo de FM Bahía Engaño, viene recibiendo mensajes agresivos en su celular.
Como por ejemplo, “Rengo de mierda” u otros como “Vendido”. O apelativos mucho más subidos de tono que tratan de amedrentar la labor periodística del colega. Vega hace 25 años que informa sobre Germinal.
Tal vez la cuestión no adquiriría demasiada relevancia salvo por un detalle: los mensajes intimidatorios al periodista surgieron del teléfono de la hija del presidente de la entidad, Jorge Durán. Este último amenazó con renunciar a su cargo por este hecho. Pero fue sólo una amenaza que en realidad debe convertir en realidad: tendría que irse porque el hecho es muy grave.
Por otra parte, integrantes de una supuesta “barrabrava” de la entidad (que está dividida en dos) tienen cargos en la comisión directiva. Y gozan de algunas ventajas: tienen la concesión de venta de choripanes y bebidas dentro del estadio cuando se juegan los partidos. El hecho es que mientras venden, ingieren bebidas con alcohol embotelladas y esas botellas pueden convertirse en verdadera armas. Esto a la vista de todos, incluso de los dirigentes.
En lo que hace a Jornada, informó siempre con la verdad respecto a Germinal. Aún recibiendo sus periodistas permanentes ataques a través de las redes sociales de un supuesto fotógrafo que trabajaría rentado para la entidad.
La dirigencia tiene la última palabra. Germinal debe ser honrado. Los que no puedan hacerlo, se tienen que ir.