El Diario Crónica será digitalizado por la Biblioteca Nacional

Tras un convenio inédito, el diario Crónica donó a la Biblioteca Nacional un archivo de cuatro mil tomos de sus páginas que van desde julio de 1963 a la actualidad -casi 180 metros lineales de material encuadernado- que se digitalizarán en los próximos cuatro años como una forma de acceder fácilmente a un acervo que preserva una parte de la memoria social del país.

31 OCT 2014 - 13:41 | Actualizado

"Todos hemos leído Crónica y sabemos que su estilo popular y cercano a la comunidad lo convierte en un tesoro de interés público", dijo Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, cuando se firmó el convenio de comodato que "significa un acto de democracia en el sentido en que preserva la memoria pública".

"Es la primera vez que un archivo completo de un diario pasa a ser parte del patrimonio nacional a través de un convenio. El archivo es importantísimo porque corresponde a la idiosincrasia, es formidable y de importancia popular y gremial con un estilo periodístico muy reconocido en el tratamiento policial. Es un tesoro para investigadores de las formas de la vida popular y los estilos del periodismo que hace Crónica", dijo González a Télam.

Este enorme archivo periodístico con sobres y negativos de fotos publicadas e inéditas sin comparación en volumen con otras colecciones de la Biblioteca Nacional fue donado en comodato por diez años a la Biblioteca, lo que representa el inicio de la digitalización de "millares de piezas vitales en materia de diarios, recortes y fotografí­as", como anunciaron desde la institución.

Si bien aún no terminaron de trasladar todo el archivo, Miguel Stazzone, el jefe de Microfilmación y Digitalización de la Biblioteca, dijo a Télam que "además de los tomos encuadernados, hay alrededor de tres millones de negativos fotográficos y casi mil cajas de archivo desordenado de Crónica, El Laborista y Editorial Sopena, un total 555 archiveros de cinco cajones con recortes y fotos, ordenados por tema".

Los papeles se conservarán y preservarán en los subsuelos donde funcionan los depósitos en el edificio de Agüero 2502 bajo el rótulo de "guarda permanente" mientras recién se podrán consultar en las computadoras de la Biblioteca cuando se concluya esta titánica tarea, para la que se necesitarán 60 personas que trabajarán con tres sistemas distintos de proceso digital.

Una de las perlas del archivo del diario que siempre está "firme junto al pueblo" y de uno de los medios gráficos que tuvo más tirada es el primer número que data del 29 de julio de 1963 "un ejemplar que no estaba en la Biblioteca Nacional", dice Stazzone ya que en la colección que albergaban faltaban los tres primeros ejemplares.

Además en los archiveros hay información valiosísima de temas y figuras relevantes de la escena nacional como Juan Domingo Perón, Malvinas, Diego Maradona, Néstor Kirchner. "Es un proyecto que nunca se había llevado a cabo con archivos de esta magnitud teniendo en cuenta traslado, restauración, digitalización, catalogación, inventariado y resguarda", agrega el especialista.

Los cuatro mil tomos de los diarios en papel se digitalizarán en los próximos cuatro años, mientras que para las fotografías, los negativos y los archivos de investigación e información este proceso llevará una década.

Sobre los motivos de esta donación, González sostuvo que al ser menos consultados por internet "la gran pregunta es dónde van a quedar los grandes archivos del siglo XX y la biblioteca, entre otras instituciones, es un sitio muy adecuado porque hay acceso de investigadores y se pueden digitalizar".

Esta es la primera experiencia en el país y, según el director de la Biblioteca, "tiene que ver con la mutación de las tecnologías del periodismo, tarde o temprano la técnica y la cultura van a determinar que ocurra esto. Si el archivo de un diario queda en desuso por las nuevas tecnologías, la biblioteca es el lugar para que lo digitalicen y protejan. Es una parte específica de la cultura".

El vespertino Crónica, dirigido por Héctor Ricardo García, apareció en 1963 para ocupar el lugar de Crí­tica como diario local y su tirada llegó a desplazar a La Razón. La nave insignia que lo identificó rápidamente fue ubicar en primera plana una noticia policial, un estilo que mantuvo siempre.

"Hací­a falta un diario estridente, con grandes letras en la primera página con titulares muy fuertes al estilo de los diarios centroamericanos, porque los nuestros eran muy tranquilos", decía en su momento el polémico director, que llevó a la pantalla de televisión mediante llamativas placas rojas la misma marca registrada del diario que no hay argentino que no reconozca.

La riqueza cultural y patrimonial de este diario, que fue vendido al grupo Olmos en 2005, podrá de acá a un tiempo ser parte del patrimonio nacional y de la herencia de trabajo periodístico del último medio siglo.

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31 OCT 2014 - 13:41

"Todos hemos leído Crónica y sabemos que su estilo popular y cercano a la comunidad lo convierte en un tesoro de interés público", dijo Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, cuando se firmó el convenio de comodato que "significa un acto de democracia en el sentido en que preserva la memoria pública".

"Es la primera vez que un archivo completo de un diario pasa a ser parte del patrimonio nacional a través de un convenio. El archivo es importantísimo porque corresponde a la idiosincrasia, es formidable y de importancia popular y gremial con un estilo periodístico muy reconocido en el tratamiento policial. Es un tesoro para investigadores de las formas de la vida popular y los estilos del periodismo que hace Crónica", dijo González a Télam.

Este enorme archivo periodístico con sobres y negativos de fotos publicadas e inéditas sin comparación en volumen con otras colecciones de la Biblioteca Nacional fue donado en comodato por diez años a la Biblioteca, lo que representa el inicio de la digitalización de "millares de piezas vitales en materia de diarios, recortes y fotografí­as", como anunciaron desde la institución.

Si bien aún no terminaron de trasladar todo el archivo, Miguel Stazzone, el jefe de Microfilmación y Digitalización de la Biblioteca, dijo a Télam que "además de los tomos encuadernados, hay alrededor de tres millones de negativos fotográficos y casi mil cajas de archivo desordenado de Crónica, El Laborista y Editorial Sopena, un total 555 archiveros de cinco cajones con recortes y fotos, ordenados por tema".

Los papeles se conservarán y preservarán en los subsuelos donde funcionan los depósitos en el edificio de Agüero 2502 bajo el rótulo de "guarda permanente" mientras recién se podrán consultar en las computadoras de la Biblioteca cuando se concluya esta titánica tarea, para la que se necesitarán 60 personas que trabajarán con tres sistemas distintos de proceso digital.

Una de las perlas del archivo del diario que siempre está "firme junto al pueblo" y de uno de los medios gráficos que tuvo más tirada es el primer número que data del 29 de julio de 1963 "un ejemplar que no estaba en la Biblioteca Nacional", dice Stazzone ya que en la colección que albergaban faltaban los tres primeros ejemplares.

Además en los archiveros hay información valiosísima de temas y figuras relevantes de la escena nacional como Juan Domingo Perón, Malvinas, Diego Maradona, Néstor Kirchner. "Es un proyecto que nunca se había llevado a cabo con archivos de esta magnitud teniendo en cuenta traslado, restauración, digitalización, catalogación, inventariado y resguarda", agrega el especialista.

Los cuatro mil tomos de los diarios en papel se digitalizarán en los próximos cuatro años, mientras que para las fotografías, los negativos y los archivos de investigación e información este proceso llevará una década.

Sobre los motivos de esta donación, González sostuvo que al ser menos consultados por internet "la gran pregunta es dónde van a quedar los grandes archivos del siglo XX y la biblioteca, entre otras instituciones, es un sitio muy adecuado porque hay acceso de investigadores y se pueden digitalizar".

Esta es la primera experiencia en el país y, según el director de la Biblioteca, "tiene que ver con la mutación de las tecnologías del periodismo, tarde o temprano la técnica y la cultura van a determinar que ocurra esto. Si el archivo de un diario queda en desuso por las nuevas tecnologías, la biblioteca es el lugar para que lo digitalicen y protejan. Es una parte específica de la cultura".

El vespertino Crónica, dirigido por Héctor Ricardo García, apareció en 1963 para ocupar el lugar de Crí­tica como diario local y su tirada llegó a desplazar a La Razón. La nave insignia que lo identificó rápidamente fue ubicar en primera plana una noticia policial, un estilo que mantuvo siempre.

"Hací­a falta un diario estridente, con grandes letras en la primera página con titulares muy fuertes al estilo de los diarios centroamericanos, porque los nuestros eran muy tranquilos", decía en su momento el polémico director, que llevó a la pantalla de televisión mediante llamativas placas rojas la misma marca registrada del diario que no hay argentino que no reconozca.

La riqueza cultural y patrimonial de este diario, que fue vendido al grupo Olmos en 2005, podrá de acá a un tiempo ser parte del patrimonio nacional y de la herencia de trabajo periodístico del último medio siglo.


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