"China y Japón se necesitan, estamos inevitablemente unidos", afirmó Abe en una conferencia de prensa brindada al finalizar la cumbre de líderes del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), en Beijing.
El primer ministro de Japón consideró que el encuentro es importante no sólo para los países involucrados sino también "para el resto del mundo (...) que espera que garanticemos la paz y la estabilidad de la región".
"Muchos países del mundo esperan ver mejoras", sostuvo Abe quien aseguró que durante la cena de bienvenida a miembros del APEC organizada por China anoche, varios líderes celebraron su reunión con Xi y le transmitieron su esperanza de que respondan "a las expectativas de la comunidad internacional".
Abe, quien recordó que la primera visita al extranjero que realizó cuando asumió el cargo fue a China, consideró que el encuentro abre la puerta a retomar "la anterior relación" al tiempo que se esperanzó con poder evitar que la escalada de las recientes tensiones acabe en un enfrentamiento.
"Hemos acordado seguir adelante y llevar a cabo un mecanismo de gestión de crisis marítimas para prevenir los conflictos en el Mar de China Meridional", precisó el premier nipón, en referencia a las islas Senkaku/Diaoyu, un archipiélago cuya soberanía es reclamada por Beijing y Tokio.
La decisión de nacionalizar tres de las cinco islas que forman este archipiélago en septiembre de 2012 por parte de la administración de Abe, y a pesar de las recomendaciones para que no lo hiciera del ex presidente chino Hu Jintao, caldeó los ánimos en China, y provocó una tensión que llevó a paralizar todos los encuentros políticos y diplomáticos hasta esta semana.
Xi recibió ayer a Abe, quien pidió a su homólogo chino "realizar acciones positivas", pero sobre todo, mantener un contacto constante y no volver a una situación como la de estos dos años.
Para ello, acordaron abrir una línea de comunicación directa, una suerte de "teléfono rojo" que mantenga a las autoridades marítimas de cada país informadas sobre los movimientos del otro en las aguas que están en disputa, informó la agencia de noticias EFE.
Por otro lado, el primer ministro nipón confirmó que el año próximo se organizará el foro sino-japonés que ha estado paralizado desde el estallido del conflicto en torno a las islas.
"China y Japón se necesitan, estamos inevitablemente unidos", afirmó Abe en una conferencia de prensa brindada al finalizar la cumbre de líderes del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), en Beijing.
El primer ministro de Japón consideró que el encuentro es importante no sólo para los países involucrados sino también "para el resto del mundo (...) que espera que garanticemos la paz y la estabilidad de la región".
"Muchos países del mundo esperan ver mejoras", sostuvo Abe quien aseguró que durante la cena de bienvenida a miembros del APEC organizada por China anoche, varios líderes celebraron su reunión con Xi y le transmitieron su esperanza de que respondan "a las expectativas de la comunidad internacional".
Abe, quien recordó que la primera visita al extranjero que realizó cuando asumió el cargo fue a China, consideró que el encuentro abre la puerta a retomar "la anterior relación" al tiempo que se esperanzó con poder evitar que la escalada de las recientes tensiones acabe en un enfrentamiento.
"Hemos acordado seguir adelante y llevar a cabo un mecanismo de gestión de crisis marítimas para prevenir los conflictos en el Mar de China Meridional", precisó el premier nipón, en referencia a las islas Senkaku/Diaoyu, un archipiélago cuya soberanía es reclamada por Beijing y Tokio.
La decisión de nacionalizar tres de las cinco islas que forman este archipiélago en septiembre de 2012 por parte de la administración de Abe, y a pesar de las recomendaciones para que no lo hiciera del ex presidente chino Hu Jintao, caldeó los ánimos en China, y provocó una tensión que llevó a paralizar todos los encuentros políticos y diplomáticos hasta esta semana.
Xi recibió ayer a Abe, quien pidió a su homólogo chino "realizar acciones positivas", pero sobre todo, mantener un contacto constante y no volver a una situación como la de estos dos años.
Para ello, acordaron abrir una línea de comunicación directa, una suerte de "teléfono rojo" que mantenga a las autoridades marítimas de cada país informadas sobre los movimientos del otro en las aguas que están en disputa, informó la agencia de noticias EFE.
Por otro lado, el primer ministro nipón confirmó que el año próximo se organizará el foro sino-japonés que ha estado paralizado desde el estallido del conflicto en torno a las islas.