Detuvieron a un mujer por crimen de un jubilado

Una mujer quedó detenida por el homicidio de un jubilado asesinado a golpes y estrangulado en 2011, en su casa de Berazategui y que antes de morir alcanzó a escribir con su sangre las iniciales de ella.

11 NOV 2014 - 19:31 | Actualizado

La acusada fue identificada por la Justicia como Fabiana Peralta (46), quien, según sospechan los investigadores, se dedicaba a estafar a personas mayores a las que abordaba en bancos cuando realizaban trámites.

Fuentes judiciales informaron a Télam que Peralta fue detenida esta mañana en su casa de Berazategui, por pedido de la fiscal María de los Ángeles Attarián Mena, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 2 de ese distrito, y por orden del juez de Garantías 4 Damián Véndola.

El procedimiento fue efectuado en ese distrito del sur del conurbano por efectivos de la División Casos Especiales de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía bonaerense.

De acuerdo a las fuentes, la mujer quedó imputada del "homicidio calificado criminis causa" de José Rodríguez (76), descubierto el 21 de diciembre de 2011 en la casa de la víctima, situada en calles 155, entre 12 y 13, de Berazategui.

Aquel día, la hija del jubilado encontró a éste asesinado sobre su cama, con una corbata alrededor de su cuello, la boca tapada y fuertes golpes en la cabeza, dijeron los informantes.

"Los golpes fueron contundentes y lo remataron con el estrangulamiento", recordó un vocero judicial con acceso al expediente, que precisó que el jubilado era una persona de una gran contextura física.

Los investigadores precisaron que Rodríguez era viudo, vivía solo y percibía una jubilación de unos 6.000 pesos que había cobrado el día antes de ser asesinado.

Tras el hallazgo del cadáver, los peritos de la Policía Científica determinaron que los ingresos a la casa no había sido violentados, por lo que la principal hipótesis apuntó a que la víctima conocía a su asesino y lo dejó pasar.

Los pesquisas advirtieron cierto desorden en el interior del inmueble, como si el homicida hubiese buscado dinero guardado en lugares puntuales, y que faltaban las llaves del mismo, que se cree se las llevó el asesino.

Los primeros testimonios recabados por los pesquisas apuntaron a que una mujer, con la que mantenía una relación sentimental, había estado con Rodríguez en su casa la noche anterior al crimen, por lo que se convirtió en la principal sospechosa.

La investigación continuó con entrevistas a testigos que conocían los movimientos de Rodríguez y se fueron sumando elementos que permitieron realizar escuchas telefónicas y análisis de entrecruzamientos de llamados.

A su vez, posteriormente se estableció que el asesino había robado los ahorros en pesos y dólares que poseía la víctima.

Sin embargo, un dato clave fue el hallazgo en los pies de la cama donde asesinaron al jubilado las iniciales "F" y "P" escritas con sangre.

La fuente judicial consultada explicó que a través de un peritaje, en el que se cotejó la redacción de la víctima en unos documentos por una operación inmobiliaria realizada poco antes del crimen, se determinó que esas iniciales ensangrentadas habían sido escritas por el propio Rodríguez antes de morir.

"En la cama había signos de movimientos de la víctima que, se cree, efectuó mientras quien lo asesinó buscaba en otros sectores de la casa el dinero que quería robar", indicó el vocero.

La prueba de las iniciales, más otros indicios que se sumaron al expediente de la fiscal Attarián Mena, quien se hizo cargo de la causa este año, se identificó a la Peralta como la última mujer que había estado con la víctima antes del crimen.

"La mujer había conocido a la víctima en la cola del banco y después estableció una relación sentimental con ella", señaló un informante.

La fuente añadió que de las escuchas también se desprendió que se dedicaba a estafar a jubilados a los que se acercaba en el banco y, como si fuese una gestora, les ofrecía realizar trámites para mejorar sus haberes a cambio de dinero.

Si bien Peralta no fue acusada aún de las estafas, ya que es una investigación paralela que recién comienza, los pesquisas creen que este modus operandi lo llevó a cabo durante "varios años" y tuvo "varias víctimas".

Peralta fue indagada este mediodía por la fiscal Attarián Mena, que le atribuyó el homicidio calificado "criminis causa" porque considera que al asesinar a Rodríguez procuró lograr la impunidad de otro delito, el robo.

La acusada dijo ser ama de casa, que vive con su madre y su hijo y que no tiene antecedentes penales, aunque se negó a declarar ante la fiscal de la causa.

En tanto, los pesquisas también allanaron la casa de la pareja de Peralta ya que no descartan la participación de una segunda persona en los hechos investigados aunque este hombre, por el momento, no está imputado de ningún delito.

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11 NOV 2014 - 19:31

La acusada fue identificada por la Justicia como Fabiana Peralta (46), quien, según sospechan los investigadores, se dedicaba a estafar a personas mayores a las que abordaba en bancos cuando realizaban trámites.

Fuentes judiciales informaron a Télam que Peralta fue detenida esta mañana en su casa de Berazategui, por pedido de la fiscal María de los Ángeles Attarián Mena, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 2 de ese distrito, y por orden del juez de Garantías 4 Damián Véndola.

El procedimiento fue efectuado en ese distrito del sur del conurbano por efectivos de la División Casos Especiales de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía bonaerense.

De acuerdo a las fuentes, la mujer quedó imputada del "homicidio calificado criminis causa" de José Rodríguez (76), descubierto el 21 de diciembre de 2011 en la casa de la víctima, situada en calles 155, entre 12 y 13, de Berazategui.

Aquel día, la hija del jubilado encontró a éste asesinado sobre su cama, con una corbata alrededor de su cuello, la boca tapada y fuertes golpes en la cabeza, dijeron los informantes.

"Los golpes fueron contundentes y lo remataron con el estrangulamiento", recordó un vocero judicial con acceso al expediente, que precisó que el jubilado era una persona de una gran contextura física.

Los investigadores precisaron que Rodríguez era viudo, vivía solo y percibía una jubilación de unos 6.000 pesos que había cobrado el día antes de ser asesinado.

Tras el hallazgo del cadáver, los peritos de la Policía Científica determinaron que los ingresos a la casa no había sido violentados, por lo que la principal hipótesis apuntó a que la víctima conocía a su asesino y lo dejó pasar.

Los pesquisas advirtieron cierto desorden en el interior del inmueble, como si el homicida hubiese buscado dinero guardado en lugares puntuales, y que faltaban las llaves del mismo, que se cree se las llevó el asesino.

Los primeros testimonios recabados por los pesquisas apuntaron a que una mujer, con la que mantenía una relación sentimental, había estado con Rodríguez en su casa la noche anterior al crimen, por lo que se convirtió en la principal sospechosa.

La investigación continuó con entrevistas a testigos que conocían los movimientos de Rodríguez y se fueron sumando elementos que permitieron realizar escuchas telefónicas y análisis de entrecruzamientos de llamados.

A su vez, posteriormente se estableció que el asesino había robado los ahorros en pesos y dólares que poseía la víctima.

Sin embargo, un dato clave fue el hallazgo en los pies de la cama donde asesinaron al jubilado las iniciales "F" y "P" escritas con sangre.

La fuente judicial consultada explicó que a través de un peritaje, en el que se cotejó la redacción de la víctima en unos documentos por una operación inmobiliaria realizada poco antes del crimen, se determinó que esas iniciales ensangrentadas habían sido escritas por el propio Rodríguez antes de morir.

"En la cama había signos de movimientos de la víctima que, se cree, efectuó mientras quien lo asesinó buscaba en otros sectores de la casa el dinero que quería robar", indicó el vocero.

La prueba de las iniciales, más otros indicios que se sumaron al expediente de la fiscal Attarián Mena, quien se hizo cargo de la causa este año, se identificó a la Peralta como la última mujer que había estado con la víctima antes del crimen.

"La mujer había conocido a la víctima en la cola del banco y después estableció una relación sentimental con ella", señaló un informante.

La fuente añadió que de las escuchas también se desprendió que se dedicaba a estafar a jubilados a los que se acercaba en el banco y, como si fuese una gestora, les ofrecía realizar trámites para mejorar sus haberes a cambio de dinero.

Si bien Peralta no fue acusada aún de las estafas, ya que es una investigación paralela que recién comienza, los pesquisas creen que este modus operandi lo llevó a cabo durante "varios años" y tuvo "varias víctimas".

Peralta fue indagada este mediodía por la fiscal Attarián Mena, que le atribuyó el homicidio calificado "criminis causa" porque considera que al asesinar a Rodríguez procuró lograr la impunidad de otro delito, el robo.

La acusada dijo ser ama de casa, que vive con su madre y su hijo y que no tiene antecedentes penales, aunque se negó a declarar ante la fiscal de la causa.

En tanto, los pesquisas también allanaron la casa de la pareja de Peralta ya que no descartan la participación de una segunda persona en los hechos investigados aunque este hombre, por el momento, no está imputado de ningún delito.


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