Nació un pichón de cóndor andino en el Zoo porteño

Kallfü, que significa azul en lengua mapuche y pesó al nacer 191,4 gramos, es hijo de Kuna y Cura, que viven en el bioparque La Máxima de Olavarría, por lo que el huevo fue incubado durante dos meses en el zoológico porteño donde nació.

14 NOV 2014 - 13:08 | Actualizado

"Gracias a esos cóndores y a los de otros zoológicos de la Argentina y el extranjero fue posible incubar y criar en aislamiento humano a 52 pichones", informaron desde ese zoo, y agregaron que desde que se puso en marcha el Proyecto de Conservación Cóndor Andino (PCCA) en 1991 ya se concretaron 146 liberaciones a lo largo de los Andes, "devolviéndolo a lugares donde ya se habían extinguido como Venezuela y la Costa Atlántica argentina".

Durante miles de años el cóndor andino fue venerado por las comunidades originarias de Sudamérica, que lo consideraron el espíritu de los Andes, un nexo sagrado entre los hombres y Dios.

"Si bien fue abundante en otro tiempo, ese animal emblemático, eslabón simbólico con nuestro pasado cultural, se ha convertido hoy, lamentablemente, en un desafío de conservación", afirmaron desde el zoológico.

En sus primeros 15 días Kallfü comerá cinco veces al día en la Nursery del zoo junto a los títeres réplica de sus papás, "por lo que aquellos que quieran verlo pueden participar de alguna de sus comidas de las 10.45 o las 13.45", invitaron.

"Se tarda tres años en devolver la libertad a un cóndor, pero bastan unos segundos para quitarles la vida. Por eso un cambio cultural es imprescindible", advirtieron.

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14 NOV 2014 - 13:08

"Gracias a esos cóndores y a los de otros zoológicos de la Argentina y el extranjero fue posible incubar y criar en aislamiento humano a 52 pichones", informaron desde ese zoo, y agregaron que desde que se puso en marcha el Proyecto de Conservación Cóndor Andino (PCCA) en 1991 ya se concretaron 146 liberaciones a lo largo de los Andes, "devolviéndolo a lugares donde ya se habían extinguido como Venezuela y la Costa Atlántica argentina".

Durante miles de años el cóndor andino fue venerado por las comunidades originarias de Sudamérica, que lo consideraron el espíritu de los Andes, un nexo sagrado entre los hombres y Dios.

"Si bien fue abundante en otro tiempo, ese animal emblemático, eslabón simbólico con nuestro pasado cultural, se ha convertido hoy, lamentablemente, en un desafío de conservación", afirmaron desde el zoológico.

En sus primeros 15 días Kallfü comerá cinco veces al día en la Nursery del zoo junto a los títeres réplica de sus papás, "por lo que aquellos que quieran verlo pueden participar de alguna de sus comidas de las 10.45 o las 13.45", invitaron.

"Se tarda tres años en devolver la libertad a un cóndor, pero bastan unos segundos para quitarles la vida. Por eso un cambio cultural es imprescindible", advirtieron.


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