El presidente de la Comisión Europea enfrentará una moción de censura

Jean-Claude Juncker deberá enfrentarla este lunes en la ciudad francesa de Estrasburgo, rodeado por los 27 comisarios de su gobierno. Fue impulsada por un grupo euroescéptico y conservador, luego de que se revelara que el funcionario pactó ventajas fiscales secretas con multinacionales.

24 NOV 2014 - 14:13 | Actualizado

La moción de censura, que recién será votada en la Eurocámara el jueves, fue impulsada por el grupo euroescéptico y conservador Europa por la Libertad y la Democracia Directa, luego que fuera revelado que Luxemburgo, bajo el liderazgo de Juncker, pactó ventajas fiscales secretas con casi 340 multinacionales, entre ellas Pepsi, IKEA, AIG, Coach o Deutsche Bank.

Juncker fue primer ministro de Luxemburgo entre 1995 y 2013 y los acuerdos fiscales datan del período que va de 2002 a 2010, según recordó la agencia de noticias EFE.

"El escándalo LuxLeaks muestra que el presidente de la Comisión Juncker en su vida política siempre ha actuado para enriquecer a su país a la espalda de sus socios europeos", denunció el eurodiputado del italiano Movimiento 5 Estrellas y uno de los impulsaron de la moción de censura, Marco Zanni.

La CE es el órgano ejecutivo de la Unión Europea y, como tal, un cargo esencial para el funcionamiento del bloque regional.

La moción de censura, que necesitaba el respaldo de al menos 76 diputados para ser presentada al presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz, logró las firmas de 44 miembros del bloque euroescéptico y de 32 eurodiputados no inscritos.

Sin embargo, tiene pocas posibilidades de ser aprobada por el pleno de la cámara ya que necesita una mayoría de dos tercios de los votos emitidos y además debe salir por mayoría de los diputados que integran el Parlamento, según el reglamento del legislativo regional.

Recientemente Juncker reconoció públicamente que es responsable "políticamente" por lo que pasó durante su gobierno, sin embargo, descartó dar un paso al costado en la CE ya que considera que no existe "ningún conflicto de intereses".

El ex premier de Luxemburgo abrió en junio pasado una investigación sobre el régimen fiscal que aplican Irlanda, Holanda y Luxemburgo a Apple, Starbucks y Fiat, respectivamente, para determinar si esos estados están incurriendo en tratos ilegales con esos gigantes comerciales.

Desde que comenzó el escándalo, Juncker sostiene que los denominados "tax ruling" son legales, confidenciales y permiten que las empresas soliciten por adelantado al gobierno del país conocer qué tratamiento fiscal se les va a aplicar, obteniendo además ventajas fiscales. Además destaca que no se limitan únicamente a Luxemburgo.

24 NOV 2014 - 14:13

La moción de censura, que recién será votada en la Eurocámara el jueves, fue impulsada por el grupo euroescéptico y conservador Europa por la Libertad y la Democracia Directa, luego que fuera revelado que Luxemburgo, bajo el liderazgo de Juncker, pactó ventajas fiscales secretas con casi 340 multinacionales, entre ellas Pepsi, IKEA, AIG, Coach o Deutsche Bank.

Juncker fue primer ministro de Luxemburgo entre 1995 y 2013 y los acuerdos fiscales datan del período que va de 2002 a 2010, según recordó la agencia de noticias EFE.

"El escándalo LuxLeaks muestra que el presidente de la Comisión Juncker en su vida política siempre ha actuado para enriquecer a su país a la espalda de sus socios europeos", denunció el eurodiputado del italiano Movimiento 5 Estrellas y uno de los impulsaron de la moción de censura, Marco Zanni.

La CE es el órgano ejecutivo de la Unión Europea y, como tal, un cargo esencial para el funcionamiento del bloque regional.

La moción de censura, que necesitaba el respaldo de al menos 76 diputados para ser presentada al presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz, logró las firmas de 44 miembros del bloque euroescéptico y de 32 eurodiputados no inscritos.

Sin embargo, tiene pocas posibilidades de ser aprobada por el pleno de la cámara ya que necesita una mayoría de dos tercios de los votos emitidos y además debe salir por mayoría de los diputados que integran el Parlamento, según el reglamento del legislativo regional.

Recientemente Juncker reconoció públicamente que es responsable "políticamente" por lo que pasó durante su gobierno, sin embargo, descartó dar un paso al costado en la CE ya que considera que no existe "ningún conflicto de intereses".

El ex premier de Luxemburgo abrió en junio pasado una investigación sobre el régimen fiscal que aplican Irlanda, Holanda y Luxemburgo a Apple, Starbucks y Fiat, respectivamente, para determinar si esos estados están incurriendo en tratos ilegales con esos gigantes comerciales.

Desde que comenzó el escándalo, Juncker sostiene que los denominados "tax ruling" son legales, confidenciales y permiten que las empresas soliciten por adelantado al gobierno del país conocer qué tratamiento fiscal se les va a aplicar, obteniendo además ventajas fiscales. Además destaca que no se limitan únicamente a Luxemburgo.


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