La cita coronación en el Parque Autódromo Ciudad de Concordia lo vio festejar en un sábado atípico que lo erige como uno de los máximos ganadores del automovilismo argentino.
El arrecifeño del Sportteam consiguió su pole número 23 en la categoría, pero ese logro quedó menospreciado. Porque el Titán al cruzar la línea de llegada supo que nadie iba a mejor su tiempo (1;43,445); porque valió hacer el esfuerzo para fundirse en un abrazo eterno con su equipo; porque cada lágrima que derramó con las felicitaciones de su papá Alberto lo hicieron sentir completo; porque es un día 13 y se cumple un aniversario de la desaparición de su entrañable amigo Guido Falaschi y, sobre todo, porque puede festejar, porque se lo merece y porque lo buscó. Es más campeón que nunca y se transformó en el máximo ganador de certámenes consecutivos en una categoría en la historia del automovilismo argentino.
“Es un año difícil, si bien tuve algunos logros no me sentí bien conmigo mismo y sé que me queda mucho por mejorar como piloto. Se lo dedico a Guido en un día particular, estamos en la historia y eso es gracias a mí, pero mucho más gracias al Sportteam que pudo demostrar que marca tendencia en la categoría. Es el quinto campeonato consecutivo y es algo que todavía no puedo creer, es el último con el equipo que siempre tanto me brindó y al que voy a extrañar, Sergio (Polze) es una excelente persona y eso importa más que los resultados, me voy de la mejor manera posible”, rescató el Titán luego de tanta euforia.
En una clasificación en la que bajó, incluso, el mejor tiempo que él mismo había impuesto, Canapino pudo cerrar una temporada en la categoría que lo tuvo como referente. “Se lo quiero dedicar a Guido porque es mi amigo, lo quiero mucho y me encantaría que estuviera acá para festejarlo. Y a mi viejo que es mi ídolo”, admitió Agustín.
El Rey de Reyes puede colocar una estrella más en su auto, una que representará otra temporada plagada de esfuerzos, de sufrimientos, de victorias y de alegrías. Es merecido y eso no está en discusión, sabe que escribió una nueva página dorada en su trayectoria y que el Top Race le tiene reservado, para siempre, un lugar importante en su historia.
Al “Titán” con lograr la pole le alcanzó. El arrecifeño cronometró ayer la vuelta más rápida en 1m. 43s. 445/1000, dejando detrás a Néstor Girolami (Mitsubishi Lancer) a 421/1000 y Matías Rodriguez (VW Passat) a 430/1000, logrando el punto necesario para ser nuevamente campeón de la categoría espectáculo.
Agustín Canapino llegó a Concordia con 71 puntos, seguido por Gustavo Tadei con 42, único que le podía pelear matemáticamente.
Hoy, la programación comenzará con dos series selectivas del Top Race, ahora denominado V6, para luego disputarse las finales de la división Top Race Series y la categoría mayor, que saldrá a la pista aproximadamente a las 12:30.
La cita coronación en el Parque Autódromo Ciudad de Concordia lo vio festejar en un sábado atípico que lo erige como uno de los máximos ganadores del automovilismo argentino.
El arrecifeño del Sportteam consiguió su pole número 23 en la categoría, pero ese logro quedó menospreciado. Porque el Titán al cruzar la línea de llegada supo que nadie iba a mejor su tiempo (1;43,445); porque valió hacer el esfuerzo para fundirse en un abrazo eterno con su equipo; porque cada lágrima que derramó con las felicitaciones de su papá Alberto lo hicieron sentir completo; porque es un día 13 y se cumple un aniversario de la desaparición de su entrañable amigo Guido Falaschi y, sobre todo, porque puede festejar, porque se lo merece y porque lo buscó. Es más campeón que nunca y se transformó en el máximo ganador de certámenes consecutivos en una categoría en la historia del automovilismo argentino.
“Es un año difícil, si bien tuve algunos logros no me sentí bien conmigo mismo y sé que me queda mucho por mejorar como piloto. Se lo dedico a Guido en un día particular, estamos en la historia y eso es gracias a mí, pero mucho más gracias al Sportteam que pudo demostrar que marca tendencia en la categoría. Es el quinto campeonato consecutivo y es algo que todavía no puedo creer, es el último con el equipo que siempre tanto me brindó y al que voy a extrañar, Sergio (Polze) es una excelente persona y eso importa más que los resultados, me voy de la mejor manera posible”, rescató el Titán luego de tanta euforia.
En una clasificación en la que bajó, incluso, el mejor tiempo que él mismo había impuesto, Canapino pudo cerrar una temporada en la categoría que lo tuvo como referente. “Se lo quiero dedicar a Guido porque es mi amigo, lo quiero mucho y me encantaría que estuviera acá para festejarlo. Y a mi viejo que es mi ídolo”, admitió Agustín.
El Rey de Reyes puede colocar una estrella más en su auto, una que representará otra temporada plagada de esfuerzos, de sufrimientos, de victorias y de alegrías. Es merecido y eso no está en discusión, sabe que escribió una nueva página dorada en su trayectoria y que el Top Race le tiene reservado, para siempre, un lugar importante en su historia.
Al “Titán” con lograr la pole le alcanzó. El arrecifeño cronometró ayer la vuelta más rápida en 1m. 43s. 445/1000, dejando detrás a Néstor Girolami (Mitsubishi Lancer) a 421/1000 y Matías Rodriguez (VW Passat) a 430/1000, logrando el punto necesario para ser nuevamente campeón de la categoría espectáculo.
Agustín Canapino llegó a Concordia con 71 puntos, seguido por Gustavo Tadei con 42, único que le podía pelear matemáticamente.
Hoy, la programación comenzará con dos series selectivas del Top Race, ahora denominado V6, para luego disputarse las finales de la división Top Race Series y la categoría mayor, que saldrá a la pista aproximadamente a las 12:30.