Australia: toma de rehenes y amenaza de bombas

Un hombre joven tomó un céntrico y concurrido café de Sydney, Australia, y mantiene al menos a 30 personas como rehenes, al tiempo que amenaza con hacer detonar dos bombas en el lugar y otras dos en sitios no especificados de la ciudad.

15 DIC 2014 - 10:18 | Actualizado

El primer ministro australiano, Tony Abbott, convocó una reunión urgente de seguridad nacional y calificó al hecho de "inquietante".

"Todavía no conocemos los motivos del responsable, tampoco sabemos si hay motivos políticos, aunque parece claro que algunos indicios nos dicen que sí los hay", dijo el premier, según informó la agencia de noticias EFE.

La cadena australiana de televisión ABC, por su parte, aseguró que la policía ya tiene identificado al secuestrador pero pidió a la prensa que no lo revele para no entorpecer las negociaciones.

Alrededor de la zona hay unas dos docenas de agentes de unidades especiales y alrededor de 50 policías y detectives vestidos de civil y con chalecos antibalas.

"Puedo confirmar que hay una persona armada en el local que mantiene a un número indeterminado de rehenes", señaló Andrew Scipione, comisionado de la Policía del estado de Nueva Gales del Sur, durante una rueda de prensa.

De acuerdo a los distintos testimonios, el secuestrador es un individuo joven, de barba y presumiblemente musulmán porque colgó una bandera que reza "Alá es grande y Mahoma su único profeta", y mantiene un número incierto de rehenes en el popular Café Lindt.

Pese a la bandera negra con la "Shahada" -la profesión de fe islámica-, las autoridades no confirmaron al secuestrador como un supuesto miembro de la organización yihadista Estado Islámico.

Por las dudas, los líderes islámicos de Australia publicaron una declaración conjunta en la que condenan la toma de rehenes.

El gran muftí Ibrahim Abu Mohammed manifestó su solidaridad con las víctimas y sus familias.

"El gran muftí y el Consejo Nacional de Imanes de Australia, condenan este acto criminal de forma rotunda y reiteran que este tipo de acciones son censuradas parcial y totalmente por el Islam", señala la declaración.

La subjefa policial Catherine Burn, en tanto, aseguró que ya conocen las demandas del secuestrador y están negociando una salida.

Burn no quiso dar detalles sobre lo que exige el hombre, ni tampoco hizo declaraciones sobre su identidad, pero confirmó que cinco rehenes salieron ilesos del Café Lindt, de la zona de Martin Place, en el centro de Sydney, sin especificar si fueron liberados o lograron escapar.

Primero salieron tres hombres y dos horas más tarde dos mujeres, una de ellas con un delantal del establecimiento. Uno de ellos fue llevado al hospital pero fuentes médicas indicaron que se encuentra bien, informó la agencia de noticias DPA.

Unos rehenes llamaron a una radio local y aseguraron que el secuestrador exige una bandera islámica y hablar con el primer ministro del país.

Según relataron, el hombre les dijo que colocó cuatro bombas, dos en el café y dos en otras partes de la ciudad, informó el Canal 10.

Burn subrayó que nadie resultó herido por el momento y que la policía está haciendo todo lo posible para desbaratar el secuestro de manera pacífica.

El área en la zona céntrica y de negocios de Martin Place se encuentra rodeada por la policía y varios edificios fueron evacuados, pero a los trabajadores de otras oficinas se les pidió quedarse dentro y cerrar las puertas.

También fueron evacuadas la Embajada de Estados Unidos, situada en las inmediaciones, y la ópera de Sydney.

"Aún no sabemos si esto está motivado políticamente, a pesar de que obviamente hay algunos indicios de que podría estarlo", dijo Abbot en la conferencia de prensa brindada en Sydney.

"Australia es una sociedad pacífica, abierta y generosa. Nada debería cambiar eso y por eso urjo a todos los australianos a seguir con su vida como siempre", añadió.

En septiembre, gracias a una de las mayores redadas antiterroristas de su historia, Australia logró desarticular varios atentados al estilo del Estado Islámico (EI).

Tras esos operativos, las autoridades quitaron sus pasaportes a algunas decenas de ciudadanos sospechosos para evitar que se sumaran a la milicia del EI en Siria o Irak.

15 DIC 2014 - 10:18

El primer ministro australiano, Tony Abbott, convocó una reunión urgente de seguridad nacional y calificó al hecho de "inquietante".

"Todavía no conocemos los motivos del responsable, tampoco sabemos si hay motivos políticos, aunque parece claro que algunos indicios nos dicen que sí los hay", dijo el premier, según informó la agencia de noticias EFE.

La cadena australiana de televisión ABC, por su parte, aseguró que la policía ya tiene identificado al secuestrador pero pidió a la prensa que no lo revele para no entorpecer las negociaciones.

Alrededor de la zona hay unas dos docenas de agentes de unidades especiales y alrededor de 50 policías y detectives vestidos de civil y con chalecos antibalas.

"Puedo confirmar que hay una persona armada en el local que mantiene a un número indeterminado de rehenes", señaló Andrew Scipione, comisionado de la Policía del estado de Nueva Gales del Sur, durante una rueda de prensa.

De acuerdo a los distintos testimonios, el secuestrador es un individuo joven, de barba y presumiblemente musulmán porque colgó una bandera que reza "Alá es grande y Mahoma su único profeta", y mantiene un número incierto de rehenes en el popular Café Lindt.

Pese a la bandera negra con la "Shahada" -la profesión de fe islámica-, las autoridades no confirmaron al secuestrador como un supuesto miembro de la organización yihadista Estado Islámico.

Por las dudas, los líderes islámicos de Australia publicaron una declaración conjunta en la que condenan la toma de rehenes.

El gran muftí Ibrahim Abu Mohammed manifestó su solidaridad con las víctimas y sus familias.

"El gran muftí y el Consejo Nacional de Imanes de Australia, condenan este acto criminal de forma rotunda y reiteran que este tipo de acciones son censuradas parcial y totalmente por el Islam", señala la declaración.

La subjefa policial Catherine Burn, en tanto, aseguró que ya conocen las demandas del secuestrador y están negociando una salida.

Burn no quiso dar detalles sobre lo que exige el hombre, ni tampoco hizo declaraciones sobre su identidad, pero confirmó que cinco rehenes salieron ilesos del Café Lindt, de la zona de Martin Place, en el centro de Sydney, sin especificar si fueron liberados o lograron escapar.

Primero salieron tres hombres y dos horas más tarde dos mujeres, una de ellas con un delantal del establecimiento. Uno de ellos fue llevado al hospital pero fuentes médicas indicaron que se encuentra bien, informó la agencia de noticias DPA.

Unos rehenes llamaron a una radio local y aseguraron que el secuestrador exige una bandera islámica y hablar con el primer ministro del país.

Según relataron, el hombre les dijo que colocó cuatro bombas, dos en el café y dos en otras partes de la ciudad, informó el Canal 10.

Burn subrayó que nadie resultó herido por el momento y que la policía está haciendo todo lo posible para desbaratar el secuestro de manera pacífica.

El área en la zona céntrica y de negocios de Martin Place se encuentra rodeada por la policía y varios edificios fueron evacuados, pero a los trabajadores de otras oficinas se les pidió quedarse dentro y cerrar las puertas.

También fueron evacuadas la Embajada de Estados Unidos, situada en las inmediaciones, y la ópera de Sydney.

"Aún no sabemos si esto está motivado políticamente, a pesar de que obviamente hay algunos indicios de que podría estarlo", dijo Abbot en la conferencia de prensa brindada en Sydney.

"Australia es una sociedad pacífica, abierta y generosa. Nada debería cambiar eso y por eso urjo a todos los australianos a seguir con su vida como siempre", añadió.

En septiembre, gracias a una de las mayores redadas antiterroristas de su historia, Australia logró desarticular varios atentados al estilo del Estado Islámico (EI).

Tras esos operativos, las autoridades quitaron sus pasaportes a algunas decenas de ciudadanos sospechosos para evitar que se sumaran a la milicia del EI en Siria o Irak.


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