El Ministerio Público Fiscal debió intervenir en un extraño caso en el cual estaba implicada una persona de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, identificada como Carlos Iglesias Fernández, quién habría estado amenazando desde el 2011 a un vecino radicado en Esquel.
La investigación del Ministerio Público Fiscal logró identificar al presunto autor y formalizó la investigación en una audiencia de la que el imputado participó por sistema de videoconferencia.
El presunto autor de las amenazas realizó diversos llamados anónimos desde distintas líneas telefónicas, además envió numerosos mail de diferentes cuentas, y realizó publicaciones en redes sociales y sitios de internet. Estas acciones se habrían iniciado en octubre de 2011 y se prolongaron hasta los primeros meses de 2013.
Su accionar estuvo dirigido a hostigar y acosar a la víctima, mediante la constante amenaza de efectuar imputaciones contra su honor en el ámbito de su familia, lugares de trabajo, círculo de amistades, hasta que deba irse de la ciudad.
Asimismo, cuando la víctima procedía a apagar el celular o dejaba de atender el teléfono fijo, el imputado por sí o por terceras persona le hizo llegar mensajes a su correo electrónico anunciándole que: “si no prendía el teléfono iban a ir por su hijo” y que comenzarían a divulgar a manera de escrache público, circunstancias de su vida privada que lo perjudicarían”, enuncia la imputación fiscal.
Fernanda Révori, indicó que el acusado habría actuado con colaboración de otras personas, probablemente de Esquel, cuestión que la investigación intenta establecer. Este accionar fue ininterrumpido para intimidar a la víctima con el fin de infundirle temor e intranquilidad, menoscabando su libertad.
El Ministerio Público Fiscal debió intervenir en un extraño caso en el cual estaba implicada una persona de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, identificada como Carlos Iglesias Fernández, quién habría estado amenazando desde el 2011 a un vecino radicado en Esquel.
La investigación del Ministerio Público Fiscal logró identificar al presunto autor y formalizó la investigación en una audiencia de la que el imputado participó por sistema de videoconferencia.
El presunto autor de las amenazas realizó diversos llamados anónimos desde distintas líneas telefónicas, además envió numerosos mail de diferentes cuentas, y realizó publicaciones en redes sociales y sitios de internet. Estas acciones se habrían iniciado en octubre de 2011 y se prolongaron hasta los primeros meses de 2013.
Su accionar estuvo dirigido a hostigar y acosar a la víctima, mediante la constante amenaza de efectuar imputaciones contra su honor en el ámbito de su familia, lugares de trabajo, círculo de amistades, hasta que deba irse de la ciudad.
Asimismo, cuando la víctima procedía a apagar el celular o dejaba de atender el teléfono fijo, el imputado por sí o por terceras persona le hizo llegar mensajes a su correo electrónico anunciándole que: “si no prendía el teléfono iban a ir por su hijo” y que comenzarían a divulgar a manera de escrache público, circunstancias de su vida privada que lo perjudicarían”, enuncia la imputación fiscal.
Fernanda Révori, indicó que el acusado habría actuado con colaboración de otras personas, probablemente de Esquel, cuestión que la investigación intenta establecer. Este accionar fue ininterrumpido para intimidar a la víctima con el fin de infundirle temor e intranquilidad, menoscabando su libertad.