Buzzi juega cada vez más cerca de Scioli y le marca la cancha al resto del peronismo

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21 DIC 2014 - 0:43 | Actualizado

El gobernador Martín Buzzi ya eligió. Poco menos de un año antes de la hora de la definición, anunció que su candidato para las presidenciales de 2015 es Daniel Scioli. “Vamos a darle la bienvenida a Daniel Scioli que, sin duda alguna, va a ser el próximo Presidente de los argentinos”, dijo el viernes, antes de la visita del bonaerense, como para que a nadie le queden dudas.

La sintonía entre Scioli y Buzzi ha ido creciendo en los últimos meses. A punto tal que la visita de ayer, que en algún momento fue “operada” por sectores de la oposición sembrando dudas sobre su efectiva realización, sirvió para confirmar que el gobernador de Buenos Aires también eligió. No tanto a nivel personal, sino a nivel colectivo: necesita que el peronismo de Chubut, como a nivel nacional, vaya a las PASO a fortalecerse, no a dividirse. Y hoy por hoy, el candidato más lanzado y en mejores condiciones de pasar las PASO de agosto y llegar fortalecido a las generales de octubre para pegarse a la boleta nacional del PJ/FpV, es precisamente Buzzi. Le pese a quien le pese.

Gestos para todos

Ayer, en el Gimnasio de Independiente de Trelew, la ola naranja de Scioli y la azul de Buzzi coparon la escena. Hubo gestos fuertes, sobre todo de Scioli, cuando habló de los desafíos electorales que tendrán junto a Buzzi durante 2015 y de la necesidad de que el gobernador de Chubut siga manejando los destinos de la provincia más allá de 2015.

Buzzi también dijo lo suyo. Con un discurso más sanguíneo que de costumbre, el gobernador agradeció la visita de su par bonaerense y aprovechó para hacer un repaso de los hechos más relevantes de su gestión.

Reinvindicó el sentido igualitario de sus iniciativas en términos educativos, y también algunas políticas que ayudan a democratizar aún más a la sociedad, como la instauración de las PASO y de las elecciones en las comunas rurales.

Además de una importante militancia, también hubo muchos gestos políticos. Por ejemplo, del vicegobernador César Gustavo Mac Karthy, que ya no deja dudas de dónde jugará políticamente en 2015. Se mostró totalmente realineado con su compañero de fórmula de 2011, dejando en claro que darán juntos la batalla electoral que se avecina.

Y también los sectores sindicales que no sacan los pies del plato peronista, se encolumnaron ayer detrás de Scioli y Buzzi, encabezados por Jorge “Loma” Ávila, uno de los más combativos a la hora de defender los derechos de los trabajadores petroleros, pero también de los más comprometidos con la idea de que el peronismo siga siendo gobierno en la provincia y en el país.

Hubo ausencias notorias, como las de Norberto Yauhar y Néstor Di Pierro, que prefirieron no dar el presente en un acto en el que Buzzi podía sacar rédito político.

Así y todo, por primera vez en mucho tiempo, el peronismo de Chubut pareció entender que el futuro le deparará un camino con menos obstáculos si las diferencias internas se superan apostando al consenso.

Con el 9 de agosto de 2015 como fecha ya decretada para las PASO y el 25 de octubre para las elecciones generales, el acto de Buzzi con Scioli de ayer en Trelew fue un virtual lanzamiento de ambos de cara a ese cronograma en donde se va a jugar el destino del país y de la provincia.

Triunfos legislativos

Buzzi va redondeando el año con más triunfos que derrotas políticas. Lo que parecía impensado hace algunos meses, finalmente ocurrió. El gobernador logró controlar algunas de las debilidades de su Gobierno para transformarlas en fortalezas.

Cuando ya parecía que el frente legislativo que siempre le fue adverso se le iba a desmadrar, con un bloque del Frente para la Victoria que no daba pie con bola y en el que cada legislador tenía un juego propio para jugar, el gobernador y sus operadores políticos más cercanos lograron retomar las riendas y cerraron un par de movimientos que les devolvió el control de las cosas.

La estrategia había comenzado con la aprobación de una ley modificatoria de la iniciativa popular antiminera. Siguió con la aprobación de las PASO en consenso con el radicalismo y terminó con la designación de las autoridades de la Legislatura, que otra vez tuvo al Frente para la Victoria actuando en tándem con la UCR para dejar sin vicepresidencias al dasnevsimo.

Las acusaciones lanzadas desde el dasnevismo sobre un presunto “pacto” entre el FpV y la UCR, que incluyeron la curiosa versión de que Roberto Risso iba a ser propuesto como Defensor General de la Provincia, por ahora cayeron en saco roto.

Y hasta la interpelación al ministro de Salud, José Manuel Corchuelo Blasco, que podría haber terminado siendo un punto negativo para el Gobierno, tuvo un efecto neutro al quedar vacías las bancas del bloque interpelante de Chubut Somos Todos, que se quejaron de la lata del funcionario y se fueron antes de tiempo.

Así, parece, seguirá siendo la relación entre el Gobierno el principal bloque de la oposición: descarnada, explosiva y sin el más mínimo consenso. Una pena.

La Salud en la picota

“Nosotros entendemos a la política como una construcción en positivo, no entendemos a la política ni atando lenguas, manos, puños, cortando calles, rutas, apretando gente, y utilizar la estructura de los hospitales para hacer cosas malas”, disparó Buzzi para contrarrestar el único punto negativo con el que cierra el año: la crisis en la Salud, que no es nueva pero que se potenció en las últimas semanas un poco por la difícil situación que vive el sector y otro poco por la politización de la protesta, que nadie puede negar.

El servicio de Salud está atravesando una etapa crítica, sobre todo en Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn, pero nadie en su sano juicio puede creer que a esta situación se llegó producto de las impericias de los últimos cuatro años. Es evidente que algo ya no estaba funcionando bien cuando esta gestión asumió en 2011.

Las obras de los dos nuevos hospitales para Comodoro Rivadavia y Trelew deberían ser dos puntas de lanza del Gobierno para 2015. Apurar todas las cuestiones que rodean a estas dos obras clave será imprescindible para que la crisis no se profundice.

Y también mejorar el diálogo con todos los sectores gremiales, que hace un tiempo agradecieron con lágrimas en los ojos a este Gobierno por haber sido el impulsor de un Convenio Colectivo de Trabajo que hacía muchas décadas reclamaban.

El Gobierno debe sentarse a negociar con todos, inclusive con los sectores más radicales, que deben entender que cortando rutas y tomando el Ministerio de Salud le hacen el juego a intereses políticos, no a los propios. La interna de ATE no puede dominar la escena. No hay margen para que un par de trasnochados que cambian de padrinos políticos como de pechera, se arroguen representaciones que no tienen y le jodan la vida a miles de ciudadanos que quieren circular libremente.

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21 DIC 2014 - 0:43

El gobernador Martín Buzzi ya eligió. Poco menos de un año antes de la hora de la definición, anunció que su candidato para las presidenciales de 2015 es Daniel Scioli. “Vamos a darle la bienvenida a Daniel Scioli que, sin duda alguna, va a ser el próximo Presidente de los argentinos”, dijo el viernes, antes de la visita del bonaerense, como para que a nadie le queden dudas.

La sintonía entre Scioli y Buzzi ha ido creciendo en los últimos meses. A punto tal que la visita de ayer, que en algún momento fue “operada” por sectores de la oposición sembrando dudas sobre su efectiva realización, sirvió para confirmar que el gobernador de Buenos Aires también eligió. No tanto a nivel personal, sino a nivel colectivo: necesita que el peronismo de Chubut, como a nivel nacional, vaya a las PASO a fortalecerse, no a dividirse. Y hoy por hoy, el candidato más lanzado y en mejores condiciones de pasar las PASO de agosto y llegar fortalecido a las generales de octubre para pegarse a la boleta nacional del PJ/FpV, es precisamente Buzzi. Le pese a quien le pese.

Gestos para todos

Ayer, en el Gimnasio de Independiente de Trelew, la ola naranja de Scioli y la azul de Buzzi coparon la escena. Hubo gestos fuertes, sobre todo de Scioli, cuando habló de los desafíos electorales que tendrán junto a Buzzi durante 2015 y de la necesidad de que el gobernador de Chubut siga manejando los destinos de la provincia más allá de 2015.

Buzzi también dijo lo suyo. Con un discurso más sanguíneo que de costumbre, el gobernador agradeció la visita de su par bonaerense y aprovechó para hacer un repaso de los hechos más relevantes de su gestión.

Reinvindicó el sentido igualitario de sus iniciativas en términos educativos, y también algunas políticas que ayudan a democratizar aún más a la sociedad, como la instauración de las PASO y de las elecciones en las comunas rurales.

Además de una importante militancia, también hubo muchos gestos políticos. Por ejemplo, del vicegobernador César Gustavo Mac Karthy, que ya no deja dudas de dónde jugará políticamente en 2015. Se mostró totalmente realineado con su compañero de fórmula de 2011, dejando en claro que darán juntos la batalla electoral que se avecina.

Y también los sectores sindicales que no sacan los pies del plato peronista, se encolumnaron ayer detrás de Scioli y Buzzi, encabezados por Jorge “Loma” Ávila, uno de los más combativos a la hora de defender los derechos de los trabajadores petroleros, pero también de los más comprometidos con la idea de que el peronismo siga siendo gobierno en la provincia y en el país.

Hubo ausencias notorias, como las de Norberto Yauhar y Néstor Di Pierro, que prefirieron no dar el presente en un acto en el que Buzzi podía sacar rédito político.

Así y todo, por primera vez en mucho tiempo, el peronismo de Chubut pareció entender que el futuro le deparará un camino con menos obstáculos si las diferencias internas se superan apostando al consenso.

Con el 9 de agosto de 2015 como fecha ya decretada para las PASO y el 25 de octubre para las elecciones generales, el acto de Buzzi con Scioli de ayer en Trelew fue un virtual lanzamiento de ambos de cara a ese cronograma en donde se va a jugar el destino del país y de la provincia.

Triunfos legislativos

Buzzi va redondeando el año con más triunfos que derrotas políticas. Lo que parecía impensado hace algunos meses, finalmente ocurrió. El gobernador logró controlar algunas de las debilidades de su Gobierno para transformarlas en fortalezas.

Cuando ya parecía que el frente legislativo que siempre le fue adverso se le iba a desmadrar, con un bloque del Frente para la Victoria que no daba pie con bola y en el que cada legislador tenía un juego propio para jugar, el gobernador y sus operadores políticos más cercanos lograron retomar las riendas y cerraron un par de movimientos que les devolvió el control de las cosas.

La estrategia había comenzado con la aprobación de una ley modificatoria de la iniciativa popular antiminera. Siguió con la aprobación de las PASO en consenso con el radicalismo y terminó con la designación de las autoridades de la Legislatura, que otra vez tuvo al Frente para la Victoria actuando en tándem con la UCR para dejar sin vicepresidencias al dasnevsimo.

Las acusaciones lanzadas desde el dasnevismo sobre un presunto “pacto” entre el FpV y la UCR, que incluyeron la curiosa versión de que Roberto Risso iba a ser propuesto como Defensor General de la Provincia, por ahora cayeron en saco roto.

Y hasta la interpelación al ministro de Salud, José Manuel Corchuelo Blasco, que podría haber terminado siendo un punto negativo para el Gobierno, tuvo un efecto neutro al quedar vacías las bancas del bloque interpelante de Chubut Somos Todos, que se quejaron de la lata del funcionario y se fueron antes de tiempo.

Así, parece, seguirá siendo la relación entre el Gobierno el principal bloque de la oposición: descarnada, explosiva y sin el más mínimo consenso. Una pena.

La Salud en la picota

“Nosotros entendemos a la política como una construcción en positivo, no entendemos a la política ni atando lenguas, manos, puños, cortando calles, rutas, apretando gente, y utilizar la estructura de los hospitales para hacer cosas malas”, disparó Buzzi para contrarrestar el único punto negativo con el que cierra el año: la crisis en la Salud, que no es nueva pero que se potenció en las últimas semanas un poco por la difícil situación que vive el sector y otro poco por la politización de la protesta, que nadie puede negar.

El servicio de Salud está atravesando una etapa crítica, sobre todo en Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn, pero nadie en su sano juicio puede creer que a esta situación se llegó producto de las impericias de los últimos cuatro años. Es evidente que algo ya no estaba funcionando bien cuando esta gestión asumió en 2011.

Las obras de los dos nuevos hospitales para Comodoro Rivadavia y Trelew deberían ser dos puntas de lanza del Gobierno para 2015. Apurar todas las cuestiones que rodean a estas dos obras clave será imprescindible para que la crisis no se profundice.

Y también mejorar el diálogo con todos los sectores gremiales, que hace un tiempo agradecieron con lágrimas en los ojos a este Gobierno por haber sido el impulsor de un Convenio Colectivo de Trabajo que hacía muchas décadas reclamaban.

El Gobierno debe sentarse a negociar con todos, inclusive con los sectores más radicales, que deben entender que cortando rutas y tomando el Ministerio de Salud le hacen el juego a intereses políticos, no a los propios. La interna de ATE no puede dominar la escena. No hay margen para que un par de trasnochados que cambian de padrinos políticos como de pechera, se arroguen representaciones que no tienen y le jodan la vida a miles de ciudadanos que quieren circular libremente.


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