Dos argentinos renunciaron al padrinazgo de Videla

Una mujer y un hombre, séptimos hijos, renunciaron al padrinazgo presidencial del dictador Jorge Rafael Videla y en una ceremonia en la Basílica de Luján se convirtieron en ahijados de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.

21 DIC 2014 - 10:53 | Actualizado

María José Servín, de 38 años es de Paraná, Entre Ríos, e Italo Alberto Diaz, de 35, es de Siete Palmas, Formosa, pero vive en Buenos Aires. Siguiendo la tradición del séptimo hijo, sus padres pidieron el padrinazgo presidencial, y como nacieron en dictadura, Videla se convirtió en su padrino.

La mujer explicó que había tomado la decisión "no solo por la vergüenza" que le da que Videla fuera su padrino "sino por la admiración" que siente "por Cristina como mujer. Es un orgullo que ella haya aceptado”, declaró a Infojus Noticias.

En tanto para Díaz "es muy importante que la nueva madrina sea Cristina, por todos los cambios que ha logrado y las medidas tomadas. Por ejemplo, mis padres trabajaron toda su vida en el campo, en negro y nunca pudieron aportar. Sin embargo gracias a la presidenta y a Néstor hoy pueden cobrar una jubilación. Estoy muy contento de que sea ella, porque ha cambiado la vida, no sólo de mis padres, sino de muchas personas en mi pueblo”.

La Presidenta estuvo representada por la capitana de fragata Claudia María Finocchio, edecana presidencial, quien entregó a los flamantes ahijados presidenciales las certificaciones y medallas que los acreditan como tales.

La tradición de que el séptimo hijo varón sea ahijado del presidente o presidenta existe desde 1907 y luego se extendió a las mujeres.

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21 DIC 2014 - 10:53

María José Servín, de 38 años es de Paraná, Entre Ríos, e Italo Alberto Diaz, de 35, es de Siete Palmas, Formosa, pero vive en Buenos Aires. Siguiendo la tradición del séptimo hijo, sus padres pidieron el padrinazgo presidencial, y como nacieron en dictadura, Videla se convirtió en su padrino.

La mujer explicó que había tomado la decisión "no solo por la vergüenza" que le da que Videla fuera su padrino "sino por la admiración" que siente "por Cristina como mujer. Es un orgullo que ella haya aceptado”, declaró a Infojus Noticias.

En tanto para Díaz "es muy importante que la nueva madrina sea Cristina, por todos los cambios que ha logrado y las medidas tomadas. Por ejemplo, mis padres trabajaron toda su vida en el campo, en negro y nunca pudieron aportar. Sin embargo gracias a la presidenta y a Néstor hoy pueden cobrar una jubilación. Estoy muy contento de que sea ella, porque ha cambiado la vida, no sólo de mis padres, sino de muchas personas en mi pueblo”.

La Presidenta estuvo representada por la capitana de fragata Claudia María Finocchio, edecana presidencial, quien entregó a los flamantes ahijados presidenciales las certificaciones y medallas que los acreditan como tales.

La tradición de que el séptimo hijo varón sea ahijado del presidente o presidenta existe desde 1907 y luego se extendió a las mujeres.


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