Falsa amenaza de bomba en la estación española de Atocha

Un hombre sembró el miedo en Madrid esta mañana, luego de amenazar con hacer explotar una bomba en esa estación de trenes, lo que resultó ser falso.

02 ENE 2015 - 12:57 | Actualizado

La policía madrileña evacuó la estación y la cerró durante una hora mientras registraba todo el lugar y detenía al presunto atacante, que en vez de llevar una bomba en su mochila, tenía chilaba -una túnica tradicional de Marruecos) y una botella de agua, según informó la misma fuerza de seguridad.

Fue una evacuación corta y una amenaza infundada, pero para muchos madrileños fueron varias horas de terror que hicieron acordar a los atentados de Al Qaeda del 11 de marzo de 2004, cuando cuatro bombas estallaron en trenes que se acercaban a Atocha.

Con un saldo de 192 muertos y cerca de 1.900 heridos, fue uno de los mayores atentados en suelo europeo de los últimos tiempos.

Fuentes policiales, del servicio de emergencias sanitarias y testigos del suceso informaron a la agencia EFE que hacia las 9.40 de la mañana (5.40 hora argentina) un hombre comenzó a gritar, dentro de un vagón de un tren que se acercaba a la estación, que iba a inmolarse.

Los pasajeros, asustados, tiraron de la palanca de emergencias del vagón y lograron detener el tren y salir corriendo, mientras llegaban al lugar los servicios de emergencia y la Policía, que activaron el protocolo antiterrorista creado después de los atentados de 2004.

Como medida de prevención, los agentes desalojaron la estación y los trenes, se cortó al tráfico la plaza de la estación, se desviaron las líneas de autobuses que pasan por la zona y el subte no efectuó parada en la estación de Atocha Renfe.

El hombre fue detenido por la policía y, luego que se confirmara que no tenía ningún explosivo encima, fue trasladado a una comisaría donde le tomaron declaración.

Fue identificado por el diario local El País como Jamal H, un joven español de 22 años, que según fuentes del Ministerio del Interior, había recibido un tratamiento psiquiátrico en 2013 y tenía antecedentes policiales por amenazas y violencia de genero.

No obstante, desde el ministerio aclararon al El País que el joven detenido no era considerado un "presunto islamista" ni tiene vínculos conocidos con grupos radicales internacionales.

El tren en el que se ha desatado el pánico venía de Torrejón de Ardoz y ha parado unos 500 metros antes de llegar a los andenes de Atocha, muy cerca de la calle Tellez, donde estalló uno de los Cercanías del 11-M. Testigos presenciales han explicado que el sospechoso había dejado su mochila en el vagón y había alertado a los viajeros a gritos de que llevaba una bomba que iba a explosionar. A continuación, el arrestado ha tirado de la anilla del sistema de emergencias y ha detenido el convoy. En este momento, los usuarios han abandonado precipitadamente los vagones. El detenido también ha salido corriendo del tren y ha sido detenido ya en la calle, según fuentes policiales.

Dos horas después que Jamal H amenazó con inmolarse y revivió la dramática experiencia de 2004, la policía madrileña ya había restablecido el tráfico en la zona, el subte funciona con normalidad y decenas de pasajeros volvían a entrar a la estación de trenes.

02 ENE 2015 - 12:57

La policía madrileña evacuó la estación y la cerró durante una hora mientras registraba todo el lugar y detenía al presunto atacante, que en vez de llevar una bomba en su mochila, tenía chilaba -una túnica tradicional de Marruecos) y una botella de agua, según informó la misma fuerza de seguridad.

Fue una evacuación corta y una amenaza infundada, pero para muchos madrileños fueron varias horas de terror que hicieron acordar a los atentados de Al Qaeda del 11 de marzo de 2004, cuando cuatro bombas estallaron en trenes que se acercaban a Atocha.

Con un saldo de 192 muertos y cerca de 1.900 heridos, fue uno de los mayores atentados en suelo europeo de los últimos tiempos.

Fuentes policiales, del servicio de emergencias sanitarias y testigos del suceso informaron a la agencia EFE que hacia las 9.40 de la mañana (5.40 hora argentina) un hombre comenzó a gritar, dentro de un vagón de un tren que se acercaba a la estación, que iba a inmolarse.

Los pasajeros, asustados, tiraron de la palanca de emergencias del vagón y lograron detener el tren y salir corriendo, mientras llegaban al lugar los servicios de emergencia y la Policía, que activaron el protocolo antiterrorista creado después de los atentados de 2004.

Como medida de prevención, los agentes desalojaron la estación y los trenes, se cortó al tráfico la plaza de la estación, se desviaron las líneas de autobuses que pasan por la zona y el subte no efectuó parada en la estación de Atocha Renfe.

El hombre fue detenido por la policía y, luego que se confirmara que no tenía ningún explosivo encima, fue trasladado a una comisaría donde le tomaron declaración.

Fue identificado por el diario local El País como Jamal H, un joven español de 22 años, que según fuentes del Ministerio del Interior, había recibido un tratamiento psiquiátrico en 2013 y tenía antecedentes policiales por amenazas y violencia de genero.

No obstante, desde el ministerio aclararon al El País que el joven detenido no era considerado un "presunto islamista" ni tiene vínculos conocidos con grupos radicales internacionales.

El tren en el que se ha desatado el pánico venía de Torrejón de Ardoz y ha parado unos 500 metros antes de llegar a los andenes de Atocha, muy cerca de la calle Tellez, donde estalló uno de los Cercanías del 11-M. Testigos presenciales han explicado que el sospechoso había dejado su mochila en el vagón y había alertado a los viajeros a gritos de que llevaba una bomba que iba a explosionar. A continuación, el arrestado ha tirado de la anilla del sistema de emergencias y ha detenido el convoy. En este momento, los usuarios han abandonado precipitadamente los vagones. El detenido también ha salido corriendo del tren y ha sido detenido ya en la calle, según fuentes policiales.

Dos horas después que Jamal H amenazó con inmolarse y revivió la dramática experiencia de 2004, la policía madrileña ya había restablecido el tráfico en la zona, el subte funciona con normalidad y decenas de pasajeros volvían a entrar a la estación de trenes.


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