Los sueños se pueden cumplir

Alianza Fontana Oeste ya muestra con orgullo el césped sintético que lucirá en el próximo torneo y que en unos días inaugurará de manera oficial, después de los aportes del Estado provincial para que este anhelo sea una realidad del club, pero también de una populosa barriada de Puerto Madryn.

El comienzo de un sueño que se convirtó en realidad. Dirigencia y allegados de AFO trabajaron duro.
12 ENE 2015 - 21:29 | Actualizado

Por Javier García.

Esta hermosa realidad a la que Alianza Fontana Oeste accedió en los últimos meses al poder concretar el sueño de tener una cancha de césped sintético, tiene que ver con años de gestionar y con una historia de dirigentes, colaboradores, allegados, ex jugadores, hinchas y algunos socios que el club posee, que a lo largo de sus casi 25 años de vida han puesto mucho de trabajo personal para que la institución pueda mantenerse.

Convenio

El gobierno de la provincia del Chubut había firmado hace casi un año un convenio para que Alianza tuviera su cancha con césped sintético y unos meses después, a partir de esos aportes comprometidos, la obra comenzó a tomar forma y a poco, el campo de juego ubicado en pleno corazón del populoso barrio Fontana, comenzó un proceso de transformación para empezar a lucir como un verdadero estadio, al que también, esos esforzados dirigentes, ya le habían adosado obras complementarios como tribunas y otras mejoras para que ese proceso no se demorara más de la cuenta y se aceleren los plazos para cuando la alfombra verde empiece a ser descargada del camión que la transportó a Madryn.

Luis Díaz es actualmente el presidente y sabrá él, más que nadie, las puertas que ha golpeado a lo largo de estos últimos años para que su club pueda como mínimo, seguir siendo parte de los torneos de la Liga del Valle del Chubut. No han sido sencillos los pasos que tuvieron que darse para poder mantener una estructura futbolística sin generar recursos propios, porque Alianza, históricamente, ha sido colaboración de amigos y allegados para seguir manteniendo de pie al club.

Han pasado muchos años de ver casi reiteradamente, a los mismos dirigentes poniendo el hombro y dinero de sus bolsillos tratando de subsistir deportivamente, y por eso, muchos de esos hoy deben sentir un tremendo orgullo al ver que el Azulgrana del Golfo posee su escenario con césped sintético después de soportar, durante casi 25 años, las inclemencias del tiempo, fundamentalmente del viento en una cancha de tierra en la que no se podía mejorar más de lo que lo habían hecho.

Haciendo historia

Alianza Fontana Oeste siempre fue corazón, amor por esa camiseta con los colores de San Lorenzo de Almagro en sus inicios allá por los ‘90 y que mutando los modelos aunque con esa base de colores que de todas maneras no logró morigerar esa pasión al defenderla desde su creación.

Hay dirigentes que ya no están y que fueron la base donde comenzó a cimentarse esta institución que surgió a partir de una fusión de clubes barriales, entre ellos Luis Murúa, el “Cabezón” para aquellos que tuvieron la posibilidad de conocerlo y compartir con él aquella etapa inicial del club, en la que Rodríguez era presidente, y el “Viejo” Villegas gran colaborador, al igual que Raúl “Galenso” Fourgeaux, o Don Ortega como se lo conocía, y también, desde aquella época a la actual, Miguel “Colo” Gómez, que por estos días se lo ve a diario en la cancha como no pudiendo creer lo que este cambio está generando en el predio que con mucho esfuerzo se fue cerrando y mejorando. Gómez dijo hace unos días: “Si me preguntaban hace un diez años atrás si esto era posible les respondía que estaban locos. Si lo hacían hace tres años les decía que es un sueño que todos los de Alianza queríamos cumplir y el tiempo nos trajo hasta acá y en pocos días no solo que lo vamos a inaugurar sino que lo podremos pisar y jugar. Es un lindo sueño, de esos que uno cree que nunca va a poder cumplir, pero gracias a la gestión del Estado provincial hoy estamos parados en un lugar que hace meses no pensábamos estar. Nos sentimos felices por esto, ojalá sirva para despegar definitivamente y humildemente parecernos a otros clubes de la zona que cuentan con infraestructura adecuada, por eso vamos a seguir trabajando para estar cada día mejor”, contaba orgullosamente el “Colo” Gómez en la renovada cancha de AFO.

Pasaron otros tantísimos dirigentes como también jugadores, que desde aquel primer equipo con Altamiranta, Pazos, Abregú, Manccini y los Carrasco entre otros jugadores, armados y dirigidos por Joselín Proboste, varias veces DT, hasta los pibes de hoy en la que el “Turco” Sequeira parece ser el joven de más experiencia con Catrileo, Curiche (a quien se lo vio trabajando estos días) y tantos más que han hecho que en el día a día, en el partido a partido se hayan superado momentos de incertidumbre, de crisis, y de no ver más allá de esos 90 minutos en lo que dura un juego y en el que hay que volver a pensar en el siguiente y ver cómo se generan recursos para afrontar los gastos y no bajar los brazos.

Hoy la realidad parece mostrar otro camino, respaldado en ese verde sintético que ofrecerá alternativas y que ojalá les dé el respaldo definitivo para crecer, despegar y soñar con un club grande, tan grande como el corazón que los ha mantenido de pie a lo largo de su historia.

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El comienzo de un sueño que se convirtó en realidad. Dirigencia y allegados de AFO trabajaron duro.
12 ENE 2015 - 21:29

Por Javier García.

Esta hermosa realidad a la que Alianza Fontana Oeste accedió en los últimos meses al poder concretar el sueño de tener una cancha de césped sintético, tiene que ver con años de gestionar y con una historia de dirigentes, colaboradores, allegados, ex jugadores, hinchas y algunos socios que el club posee, que a lo largo de sus casi 25 años de vida han puesto mucho de trabajo personal para que la institución pueda mantenerse.

Convenio

El gobierno de la provincia del Chubut había firmado hace casi un año un convenio para que Alianza tuviera su cancha con césped sintético y unos meses después, a partir de esos aportes comprometidos, la obra comenzó a tomar forma y a poco, el campo de juego ubicado en pleno corazón del populoso barrio Fontana, comenzó un proceso de transformación para empezar a lucir como un verdadero estadio, al que también, esos esforzados dirigentes, ya le habían adosado obras complementarios como tribunas y otras mejoras para que ese proceso no se demorara más de la cuenta y se aceleren los plazos para cuando la alfombra verde empiece a ser descargada del camión que la transportó a Madryn.

Luis Díaz es actualmente el presidente y sabrá él, más que nadie, las puertas que ha golpeado a lo largo de estos últimos años para que su club pueda como mínimo, seguir siendo parte de los torneos de la Liga del Valle del Chubut. No han sido sencillos los pasos que tuvieron que darse para poder mantener una estructura futbolística sin generar recursos propios, porque Alianza, históricamente, ha sido colaboración de amigos y allegados para seguir manteniendo de pie al club.

Han pasado muchos años de ver casi reiteradamente, a los mismos dirigentes poniendo el hombro y dinero de sus bolsillos tratando de subsistir deportivamente, y por eso, muchos de esos hoy deben sentir un tremendo orgullo al ver que el Azulgrana del Golfo posee su escenario con césped sintético después de soportar, durante casi 25 años, las inclemencias del tiempo, fundamentalmente del viento en una cancha de tierra en la que no se podía mejorar más de lo que lo habían hecho.

Haciendo historia

Alianza Fontana Oeste siempre fue corazón, amor por esa camiseta con los colores de San Lorenzo de Almagro en sus inicios allá por los ‘90 y que mutando los modelos aunque con esa base de colores que de todas maneras no logró morigerar esa pasión al defenderla desde su creación.

Hay dirigentes que ya no están y que fueron la base donde comenzó a cimentarse esta institución que surgió a partir de una fusión de clubes barriales, entre ellos Luis Murúa, el “Cabezón” para aquellos que tuvieron la posibilidad de conocerlo y compartir con él aquella etapa inicial del club, en la que Rodríguez era presidente, y el “Viejo” Villegas gran colaborador, al igual que Raúl “Galenso” Fourgeaux, o Don Ortega como se lo conocía, y también, desde aquella época a la actual, Miguel “Colo” Gómez, que por estos días se lo ve a diario en la cancha como no pudiendo creer lo que este cambio está generando en el predio que con mucho esfuerzo se fue cerrando y mejorando. Gómez dijo hace unos días: “Si me preguntaban hace un diez años atrás si esto era posible les respondía que estaban locos. Si lo hacían hace tres años les decía que es un sueño que todos los de Alianza queríamos cumplir y el tiempo nos trajo hasta acá y en pocos días no solo que lo vamos a inaugurar sino que lo podremos pisar y jugar. Es un lindo sueño, de esos que uno cree que nunca va a poder cumplir, pero gracias a la gestión del Estado provincial hoy estamos parados en un lugar que hace meses no pensábamos estar. Nos sentimos felices por esto, ojalá sirva para despegar definitivamente y humildemente parecernos a otros clubes de la zona que cuentan con infraestructura adecuada, por eso vamos a seguir trabajando para estar cada día mejor”, contaba orgullosamente el “Colo” Gómez en la renovada cancha de AFO.

Pasaron otros tantísimos dirigentes como también jugadores, que desde aquel primer equipo con Altamiranta, Pazos, Abregú, Manccini y los Carrasco entre otros jugadores, armados y dirigidos por Joselín Proboste, varias veces DT, hasta los pibes de hoy en la que el “Turco” Sequeira parece ser el joven de más experiencia con Catrileo, Curiche (a quien se lo vio trabajando estos días) y tantos más que han hecho que en el día a día, en el partido a partido se hayan superado momentos de incertidumbre, de crisis, y de no ver más allá de esos 90 minutos en lo que dura un juego y en el que hay que volver a pensar en el siguiente y ver cómo se generan recursos para afrontar los gastos y no bajar los brazos.

Hoy la realidad parece mostrar otro camino, respaldado en ese verde sintético que ofrecerá alternativas y que ojalá les dé el respaldo definitivo para crecer, despegar y soñar con un club grande, tan grande como el corazón que los ha mantenido de pie a lo largo de su historia.


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