Acompañada por su hija Mariela, la vecina de barrio Covitre se manifestó muy ofuscada tras la audiencia con la familia que habita su casa, porque le hizo una propuesta que no está dispuesta a aceptar, y el único acuerdo que convalidaría, sería el de la inmediata restitución del inmueble.
Ya encadenada en el hall de Tribunales, la señora González se expresó ante Jornada y enfatizó que “es una injusticia tremenda la que están haciendo conmigo”, y agregó que “voy a hacer huelga de hambre y hasta que no me devuelvan mi casa, no me muevo de acá; muerta me van a sacar, no salgo”.
Contó que la propuesta de la familia que está ocupando su casa, es que su hermano retire una demanda del año pasado, cuando estos vecinos le rompieron vidrios de la vivienda contigua a la suya y la camioneta. Pero, “mi hermano tiene su abogado (Lisandro González) y no tiene nada que ver con mi problema”.
Su hija Mariela explicó que la otra parte está dispuesta a firmar un acuerdo por el que se retira de la casa a fines de febrero, pero poniendo como condición que la abogada de Irene González (Silvina Albornoz), dialogue con el letrado del hermano, para que la causa mencionada por daños en su vivienda y el vehículo no continúe.
El juez Magallanes anticipó que si la mujer accede a acordar con la familia a la que se le inició una demanda de desalojo, en los términos propuestos, mañana habría una nueva audiencia, pero tanto Irene como su hija aseguraron que no darán acuerdo.
“Esta gente está jugando, se ríen de mí; no sé si nacieron de un inodoro, no tienen madre o abuela parece. Que se vayan a la m…..; a mí me dejan de joder, que se vayan de mi casa. Quiero justicia”, sostuvo en alto tono de voz la mujer que anticipó que no recibiría alimentos sólidos y sólo tomará agua como medida de protesta.
Irene González la semana pasada relató que hace dos años que se instaló la familia en cuestión en su inmueble en barrio Covitre, cuando ella se trasladó a Bariloche donde cuidaba a una persona, con recomendación de un vecino a su hermano, que la gente que ingresaría era buena.
Señaló que a su hermano le hicieron firmar recibos de pago de alquiler, pero sin su autorización, por lo que cuando arribó a Esquel emplazó en dos meses a la familia para que abandone la casa.#
Acompañada por su hija Mariela, la vecina de barrio Covitre se manifestó muy ofuscada tras la audiencia con la familia que habita su casa, porque le hizo una propuesta que no está dispuesta a aceptar, y el único acuerdo que convalidaría, sería el de la inmediata restitución del inmueble.
Ya encadenada en el hall de Tribunales, la señora González se expresó ante Jornada y enfatizó que “es una injusticia tremenda la que están haciendo conmigo”, y agregó que “voy a hacer huelga de hambre y hasta que no me devuelvan mi casa, no me muevo de acá; muerta me van a sacar, no salgo”.
Contó que la propuesta de la familia que está ocupando su casa, es que su hermano retire una demanda del año pasado, cuando estos vecinos le rompieron vidrios de la vivienda contigua a la suya y la camioneta. Pero, “mi hermano tiene su abogado (Lisandro González) y no tiene nada que ver con mi problema”.
Su hija Mariela explicó que la otra parte está dispuesta a firmar un acuerdo por el que se retira de la casa a fines de febrero, pero poniendo como condición que la abogada de Irene González (Silvina Albornoz), dialogue con el letrado del hermano, para que la causa mencionada por daños en su vivienda y el vehículo no continúe.
El juez Magallanes anticipó que si la mujer accede a acordar con la familia a la que se le inició una demanda de desalojo, en los términos propuestos, mañana habría una nueva audiencia, pero tanto Irene como su hija aseguraron que no darán acuerdo.
“Esta gente está jugando, se ríen de mí; no sé si nacieron de un inodoro, no tienen madre o abuela parece. Que se vayan a la m…..; a mí me dejan de joder, que se vayan de mi casa. Quiero justicia”, sostuvo en alto tono de voz la mujer que anticipó que no recibiría alimentos sólidos y sólo tomará agua como medida de protesta.
Irene González la semana pasada relató que hace dos años que se instaló la familia en cuestión en su inmueble en barrio Covitre, cuando ella se trasladó a Bariloche donde cuidaba a una persona, con recomendación de un vecino a su hermano, que la gente que ingresaría era buena.
Señaló que a su hermano le hicieron firmar recibos de pago de alquiler, pero sin su autorización, por lo que cuando arribó a Esquel emplazó en dos meses a la familia para que abandone la casa.#