Yrimia: “No tengo miedo de nada porque no hice nada, no tengo custodia ni la necesito”

Se hizo conocido en Chubut por representar a Federico Otero, el empresario que quiso quedarse con Alpesca en Puerto Madryn. Investigó la causa AMIA y explica todas sus dudas sobre la presentación del funcionario fallecido. “Su muerte me puso la piel de gallina”, graficó.

29 ENE 2015 - 21:31 | Actualizado

Junto con la Presidente Cristina Fernández, Héctor Yrimia fue uno de los denunciados por el fallecido fiscal Alberto Nisman, por su presunto encubrimiento a los iraníes imputados por el atentado a la AMIA. El abogado es conocido en Chubut: el año pasado representó a Federico Otero, cuando este empresario quiso adueñarse de Alpesca en Puerto Madryn.

Durante 4 meses, Yrimia fue parte del equipo de 8 fiscales que investigó la causa AMIA. Entrevistado por los periodistas de Comodoro Rivadavia Virginia Navarro y Alfredo Luenzo, aclaró que en ese entonces “únicamente el juez dirigía la causa; lo único que hacíamos eran las tareas que nos encomendaba cada noche, como allanamientos”.

Según aclaró ante Radiocracia 100.1, “es falaz que yo pudiera tener un conocimiento acabado de la causa. No lo tenía, era muy parcial. Mi único conocimiento era el éxito o no de la misión que me encomendaban”.

Yrimia explicó que todo ese equipo “trabajó a full” con tareas que a veces empezaban a las 23. “Salíamos con los objetivos que nos enterábamos en ese momento, íbamos al lugar y cada uno traía la respuesta del operativo”. Luego hubo reemplazo de fiscales y cambios de forma de trabajar.

“Cuando viví la AMIA concluí que la realidad supera la ficción; por películas buenas que haya, nunca vi que nos haya pasado la locura que fue eso, el que lo armó es un monstruo que tuvo una genialidad para destruir, con perfección, buscando cada elemento puesto en un lugar justo. Cuando uno llegaba a esa pista quedaba en un acantilado, volvíamos para atrás, al otro camino que se bifurcaba y a otro acantilado. Todo fue así”.

-¿Perdió contacto con la causa?

-Absolutamente, porque me ascienden y estuve 10 años como juez de instrucción en el fuero nacional con delitos criminales comunes, una participación totalmente diferente, no siquiera rozaba los delitos federales. Dejé de ser un acusador para ser un juzgador.

-¿Leyó la denuncia de Nisman?

-Si estaba tranquilo antes porque sabía que no había hecho nada, más tranquilo me puso la lectura ya que desde el punto de vista del rigor jurídico no existe denuncia. Cuando uno denuncia debe adecuar un comportamiento humano con un tipo legal penal que diga que ese comportamiento es un delito. Si hacen una lectura detenida, en definitiva es una entelequia. O sea, a partir de creencias va pensando que puede pasar tal cosa.

Sin delito

El denunciado subrayó que el escrito del fiscal “no precisa forma, circunstancia, modo, tiempo y lugar en qué consiste el supuesto encubrimiento. Daría la sensación de que fue una tentativa de encubrimiento, que no existe como delito”. En este sentido coincidió con el exjuez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni: “Él explica justamente que no hay ninguna adecuación a ningún tipo penal y ningún encuadre jurídico”.

Yrimia interpretó que la denuncia en realidad “pudo tener cariz jurídico pero realmente fue un hecho político”. Por eso advirtió que “lo que sí me preocupa es el fallecimiento del fiscal, que es el eje del problema y me pone la piel de gallina. Siento nuevamente después de 20 años que con un hecho de esta magnitud volvimos a los primeros planos internacionales”.

“Desde el primer momento pensé para qué me involucraban a mí. Todavía no lo puedo determinar porque realmente no tiene una lógica. Plantean que somos un ente superespecializado en la investigación de la AMIA. Éramos 8 y nadie sabía lo que hacía el otro. No sé por qué me quieren calumniar”.

-¿A quién le conviene este escenario que se montó?

-No sé. Vivimos en un mundo de locos y es gravísimo. Desde hace un tiempo se aflojaron muchas cosas en seguridad. Tenemos una penetración muy importante de criminales de carácter internacional con una fácil movilidad en el país, progresando en una forma importante. En la región tenemos un problema donde el criminal se mezcla con el hombre bueno. Parecido a países como México, donde es difícil descubrir amigo de enemigo, no como Colombia donde hay un terreno confinado y tomado, y del otro lado la gente normal; acá estamos mezclados.

Flojitos

Según su visión, “ven que nuestros sistemas son flojos en control de ingresos y que el país se usa como trampolín para delitos criminales desde Buenos Aires, Rosario, cualquier frontera, que están muy debilitadas”. Yrimia dijo que esto se repite en Uruguay, Brasil y Paraguay. “Hoy favorece al mundo criminal porque Argentina es linda, cómoda, tiene buenos servicios, el criminal de cierta envergadura se siente cómodo, dice ´Acá no pasa nada y es todo tranquilo”.

Esta situación “tiene efecto político local e internacional que me preocupa porque cada vez estamos peor categorizados en el mundo y realmente me molesta; si no ponemos un freno, en pocos años Argentina será invivible”.

En cuanto a la presentación de Nisman, Yrimia aventuró: “Si yo fuese juez le preguntaría por qué vino tan rápido y por qué lo tuvo que hacer en este momento. Da la sensación de que aborta vacaciones para poder hacer una denuncia en un momento puntual. No sé qué hecho histórico iba a pasar políticamente o jurídicamente en ese momento para hacerlo, no tiene lógica. Evidentemente debe tener alguien que le está dando la información”.

En este sentido, “la denuncia no tiene un tinte exclusiva y fuertemente jurídico. Es como que alguien ayudó a escribir esa novela”.

-¿Es más un relato político que jurídico?

-Exactamente. Eso llama la atención. Si yo estaba tranquilo, ahora me da supertranquilidad. Es más: confieso que yo hoy trabajo para el mundo judío, para el mundo de Israel, soy representante de algunos lugares de Israel en seguridad. Tengo grandes amigos judíos. Es un absurdo para mí. Cuando nuevamente nos ponen en primera plana internacional otra vez somos un medio para jugar internacionalmente con los beneficios y desventajas y las oportunidades que se pueden aprovechar desde distintos lugares para atacar cosas desde afuera de Argentina e internamente.

-¿Tiene vínculo con la SIDE?

-Nada, ninguno, para nada. Ni sé porque se creían que yo era un superagente o algo así.

-¿Tiene custodia?

-No tengo miedo de nada porque no hice nada. No tengo custodia. No necesito y no la tuve de juez. No quiero que el Estado gaste plata en mí en algo que no es relevante. No soy tan importante pero me pusieron en una situación de notoriedad.

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29 ENE 2015 - 21:31

Junto con la Presidente Cristina Fernández, Héctor Yrimia fue uno de los denunciados por el fallecido fiscal Alberto Nisman, por su presunto encubrimiento a los iraníes imputados por el atentado a la AMIA. El abogado es conocido en Chubut: el año pasado representó a Federico Otero, cuando este empresario quiso adueñarse de Alpesca en Puerto Madryn.

Durante 4 meses, Yrimia fue parte del equipo de 8 fiscales que investigó la causa AMIA. Entrevistado por los periodistas de Comodoro Rivadavia Virginia Navarro y Alfredo Luenzo, aclaró que en ese entonces “únicamente el juez dirigía la causa; lo único que hacíamos eran las tareas que nos encomendaba cada noche, como allanamientos”.

Según aclaró ante Radiocracia 100.1, “es falaz que yo pudiera tener un conocimiento acabado de la causa. No lo tenía, era muy parcial. Mi único conocimiento era el éxito o no de la misión que me encomendaban”.

Yrimia explicó que todo ese equipo “trabajó a full” con tareas que a veces empezaban a las 23. “Salíamos con los objetivos que nos enterábamos en ese momento, íbamos al lugar y cada uno traía la respuesta del operativo”. Luego hubo reemplazo de fiscales y cambios de forma de trabajar.

“Cuando viví la AMIA concluí que la realidad supera la ficción; por películas buenas que haya, nunca vi que nos haya pasado la locura que fue eso, el que lo armó es un monstruo que tuvo una genialidad para destruir, con perfección, buscando cada elemento puesto en un lugar justo. Cuando uno llegaba a esa pista quedaba en un acantilado, volvíamos para atrás, al otro camino que se bifurcaba y a otro acantilado. Todo fue así”.

-¿Perdió contacto con la causa?

-Absolutamente, porque me ascienden y estuve 10 años como juez de instrucción en el fuero nacional con delitos criminales comunes, una participación totalmente diferente, no siquiera rozaba los delitos federales. Dejé de ser un acusador para ser un juzgador.

-¿Leyó la denuncia de Nisman?

-Si estaba tranquilo antes porque sabía que no había hecho nada, más tranquilo me puso la lectura ya que desde el punto de vista del rigor jurídico no existe denuncia. Cuando uno denuncia debe adecuar un comportamiento humano con un tipo legal penal que diga que ese comportamiento es un delito. Si hacen una lectura detenida, en definitiva es una entelequia. O sea, a partir de creencias va pensando que puede pasar tal cosa.

Sin delito

El denunciado subrayó que el escrito del fiscal “no precisa forma, circunstancia, modo, tiempo y lugar en qué consiste el supuesto encubrimiento. Daría la sensación de que fue una tentativa de encubrimiento, que no existe como delito”. En este sentido coincidió con el exjuez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni: “Él explica justamente que no hay ninguna adecuación a ningún tipo penal y ningún encuadre jurídico”.

Yrimia interpretó que la denuncia en realidad “pudo tener cariz jurídico pero realmente fue un hecho político”. Por eso advirtió que “lo que sí me preocupa es el fallecimiento del fiscal, que es el eje del problema y me pone la piel de gallina. Siento nuevamente después de 20 años que con un hecho de esta magnitud volvimos a los primeros planos internacionales”.

“Desde el primer momento pensé para qué me involucraban a mí. Todavía no lo puedo determinar porque realmente no tiene una lógica. Plantean que somos un ente superespecializado en la investigación de la AMIA. Éramos 8 y nadie sabía lo que hacía el otro. No sé por qué me quieren calumniar”.

-¿A quién le conviene este escenario que se montó?

-No sé. Vivimos en un mundo de locos y es gravísimo. Desde hace un tiempo se aflojaron muchas cosas en seguridad. Tenemos una penetración muy importante de criminales de carácter internacional con una fácil movilidad en el país, progresando en una forma importante. En la región tenemos un problema donde el criminal se mezcla con el hombre bueno. Parecido a países como México, donde es difícil descubrir amigo de enemigo, no como Colombia donde hay un terreno confinado y tomado, y del otro lado la gente normal; acá estamos mezclados.

Flojitos

Según su visión, “ven que nuestros sistemas son flojos en control de ingresos y que el país se usa como trampolín para delitos criminales desde Buenos Aires, Rosario, cualquier frontera, que están muy debilitadas”. Yrimia dijo que esto se repite en Uruguay, Brasil y Paraguay. “Hoy favorece al mundo criminal porque Argentina es linda, cómoda, tiene buenos servicios, el criminal de cierta envergadura se siente cómodo, dice ´Acá no pasa nada y es todo tranquilo”.

Esta situación “tiene efecto político local e internacional que me preocupa porque cada vez estamos peor categorizados en el mundo y realmente me molesta; si no ponemos un freno, en pocos años Argentina será invivible”.

En cuanto a la presentación de Nisman, Yrimia aventuró: “Si yo fuese juez le preguntaría por qué vino tan rápido y por qué lo tuvo que hacer en este momento. Da la sensación de que aborta vacaciones para poder hacer una denuncia en un momento puntual. No sé qué hecho histórico iba a pasar políticamente o jurídicamente en ese momento para hacerlo, no tiene lógica. Evidentemente debe tener alguien que le está dando la información”.

En este sentido, “la denuncia no tiene un tinte exclusiva y fuertemente jurídico. Es como que alguien ayudó a escribir esa novela”.

-¿Es más un relato político que jurídico?

-Exactamente. Eso llama la atención. Si yo estaba tranquilo, ahora me da supertranquilidad. Es más: confieso que yo hoy trabajo para el mundo judío, para el mundo de Israel, soy representante de algunos lugares de Israel en seguridad. Tengo grandes amigos judíos. Es un absurdo para mí. Cuando nuevamente nos ponen en primera plana internacional otra vez somos un medio para jugar internacionalmente con los beneficios y desventajas y las oportunidades que se pueden aprovechar desde distintos lugares para atacar cosas desde afuera de Argentina e internamente.

-¿Tiene vínculo con la SIDE?

-Nada, ninguno, para nada. Ni sé porque se creían que yo era un superagente o algo así.

-¿Tiene custodia?

-No tengo miedo de nada porque no hice nada. No tengo custodia. No necesito y no la tuve de juez. No quiero que el Estado gaste plata en mí en algo que no es relevante. No soy tan importante pero me pusieron en una situación de notoriedad.


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