España: Podemos y su "Marcha del Cambio" sueñan con el triunfo

La movilización en Madrid busca escenificar el compromiso de la ciudadanía española con el cambio político y avisar al gobierno conservador de Mariano Rajoy, y a las elites que lo apoyan, que sus días en el poder en España están contados.

El candidato Pablo Iglesias y el ahora premier de Grecia, Alexis Tsipras, el espejo que lo ilusiona.
30 ENE 2015 - 11:59 | Actualizado

Con el telón de fondo de los recientes comicios en Grecia, que dieron el triunfo al partido de izquierda anti neoliberal Syriza de Alexis Tsipras, Podemos quiere reforzar la implicación de sus potenciales electores, únicos capaces de trasladar a las urnas lo que dicen las encuestas, que sitúan a la fuerza de Pablo Iglesias a la cabeza cuando aún faltan diez meses para las elecciones generales.

“La Marcha del Cambio”, como se bautizó la movilización –convocada a partir de las 12 hora local (7 de Argentina) en Cibeles y que se dirigirá hacia la emblemática plaza del Sol- “no es la marcha de Podemos, sino de todas las personas que queremos recuperar la dignidad y ayudar al cambio en nuestro país”, afirma Iglesias en una carta abierta publicada en las redes sociales.

Iglesias lo dice con claridad: “queremos simbolizar y encarnar que el cambio es ahora, que no queremos esperar más, ni confiamos en las medidas cosméticas que los partidos viejos están proponiendo”. “Quienes han dado la espalda sistemáticamente a la ciudadanía, quienes se han revelado gestores ineficientes y corruptos, no pueden pretender ser la solución a nuestros problemas”, señala.

El politólogo Iglesias insiste en una idea clave en el discurso y el imaginario de Podemos: los ciudadanos españoles deben ser y sentirse partícipes del cambio.

“Siempre hemos dicho que éramos una herramienta al servicio de la ciudadanía, y seguimos pensándolo: el 31 de enero el protagonismo debe ser de la gente, de todas esas personas que, pese a las adversidades económicas, sociales y políticas,

representan los mejor de este país y sus capacidades”, remarca.

Germán Cano, miembro del Consejo Ciudadano Nacional de Podemos, destaca en diálogo con Télam que la macha pretende ser un impulso para el proceso de cambio. “Creemos que 2015 será decisivo para España y para nuestro proyecto político de transformación del país”, sostiene.

La movilización fue pensada “no como un acto de fuerza, de auto-afirmación, -si bien es cierto que en los últimos tiempos las críticas a Podemos se sucedieron con mayor virulencia-, sino para darle la voz a la ciudadanía”, explica.

"Con este acto volvemos a la calle" –añade Cano- tras reconocer que Podemos estuvo últimamente más volcado en el debate mediático, aunque también destaca su proceso de construcción como partido, en el que se eligió a Iglesias como líder y se sentaron las bases de su organización, algo necesario para afrontar las primeras citas electorales: los comicios municipales y regionales del próximo 25 de mayo.

Como admite el propio Iglesias, parte del vertiginoso ascenso de Podemos tuvo que ver con una estrategia diseñada cuidadosamente para moverse en el "terreno hostil" de los medios masivos de comunicación. No obstante, sus dirigentes saben que con el discurso no es suficiente, de ahí que apuestan por involucrar cada vez más a los ciudadanos en su proyecto político alternativo.

Por eso, de cara a la marcha, Pablo Iglesias insta a la ciudadanía a "recuperar la democracia", que ha sido "secuestrada" por "la casta", como denomina al bipartidismo del PSOE (Partido Socialista) y el Partido Popular (PP) de Rajoy, que con sus políticas neoliberales llevaron al país al desastre.

Cuando los grandes medios españoles están centrando sus críticas en dos de los máximos dirigentes de Podemos, Iñigo Errejón y Juan Carlos Monedero, debido a supuestas irregularidades cometidas siendo profesores universitarios, Iglesia apela a ese necesario respaldo de la mayoría: "Nos jugamos demasiado", admite.

A 24 horas de la marcha de Madrid, el equipo de Podemos no quiere aventurar cuanta gente lograrán movilizar. Señalan que los "Círculos" y los Consejos Ciudadanos-elegidos recientemente- habían contratado ya más de 250 ómnibus, por lo que no dudan del éxito.

A diferencia de las fuerzas tradicionales, Podemos no le paga el traslado a sus simpatizantes para que acudan a sus mítines. Por el contrario, son los propios ciudadanos quienes sufragan los pasajes y estadía en Madrid. La movilización, por lo tanto, depende mucho de la solidaridad.

Uno de los medios de financiación es el "crowdfunding", por lo que cualquiera puede colaborar a través de la web "lamarchadelcambio.info".

Lluisa Cequiel, de 61 años y vecina de Barcelona, es una de las personas que podrá acudir a la marcha gracias a ese sistema de micromecenazgo. "Podemos somos mucha gente, no sólo Pablo Iglesias, Errejón, que están arriba. Nos damos la mano unos a otros, y es así como vamos a llegar a una verdadera democracia", dice Lluisa a Télam, ilusionada con su viaje a Madrid.

Esta mujer y su marido no tienen trabajo, se encuentran en el umbral de la pobreza, su casa ya no les pertenece (por impago hipotecario), y comen gracias a un banco de alimentos, pero sueñan con un futuro mejor gracias a Podemos.

"Yo era votante socialista de toda la vida, pero me siento traicionada. Pablo Iglesias y Podemos me devolvieron la alegría, la ilusión en la política, porque preguntan a los ciudadanos qué opinamos", explica. "Mucha gente de mi edad dice lo mismo", remarca.

Podemos espera que la participación en la marcha se refleje también a través de las redes sociales. "La gente se está organizando de una forma sorprendente, proponiendo carteles y eslóganes propios, que no responden a consignas dictadas desde arriba", señala Cano.

"La Marcha del Cambio" responde a la vocación de Podemos de "confluir y formar un proyecto político de mayorías", por eso,"quien entiende que sólo somos un producto reactivo frente a la crisis es miope", advierte el dirigente.

El candidato Pablo Iglesias y el ahora premier de Grecia, Alexis Tsipras, el espejo que lo ilusiona.
30 ENE 2015 - 11:59

Con el telón de fondo de los recientes comicios en Grecia, que dieron el triunfo al partido de izquierda anti neoliberal Syriza de Alexis Tsipras, Podemos quiere reforzar la implicación de sus potenciales electores, únicos capaces de trasladar a las urnas lo que dicen las encuestas, que sitúan a la fuerza de Pablo Iglesias a la cabeza cuando aún faltan diez meses para las elecciones generales.

“La Marcha del Cambio”, como se bautizó la movilización –convocada a partir de las 12 hora local (7 de Argentina) en Cibeles y que se dirigirá hacia la emblemática plaza del Sol- “no es la marcha de Podemos, sino de todas las personas que queremos recuperar la dignidad y ayudar al cambio en nuestro país”, afirma Iglesias en una carta abierta publicada en las redes sociales.

Iglesias lo dice con claridad: “queremos simbolizar y encarnar que el cambio es ahora, que no queremos esperar más, ni confiamos en las medidas cosméticas que los partidos viejos están proponiendo”. “Quienes han dado la espalda sistemáticamente a la ciudadanía, quienes se han revelado gestores ineficientes y corruptos, no pueden pretender ser la solución a nuestros problemas”, señala.

El politólogo Iglesias insiste en una idea clave en el discurso y el imaginario de Podemos: los ciudadanos españoles deben ser y sentirse partícipes del cambio.

“Siempre hemos dicho que éramos una herramienta al servicio de la ciudadanía, y seguimos pensándolo: el 31 de enero el protagonismo debe ser de la gente, de todas esas personas que, pese a las adversidades económicas, sociales y políticas,

representan los mejor de este país y sus capacidades”, remarca.

Germán Cano, miembro del Consejo Ciudadano Nacional de Podemos, destaca en diálogo con Télam que la macha pretende ser un impulso para el proceso de cambio. “Creemos que 2015 será decisivo para España y para nuestro proyecto político de transformación del país”, sostiene.

La movilización fue pensada “no como un acto de fuerza, de auto-afirmación, -si bien es cierto que en los últimos tiempos las críticas a Podemos se sucedieron con mayor virulencia-, sino para darle la voz a la ciudadanía”, explica.

"Con este acto volvemos a la calle" –añade Cano- tras reconocer que Podemos estuvo últimamente más volcado en el debate mediático, aunque también destaca su proceso de construcción como partido, en el que se eligió a Iglesias como líder y se sentaron las bases de su organización, algo necesario para afrontar las primeras citas electorales: los comicios municipales y regionales del próximo 25 de mayo.

Como admite el propio Iglesias, parte del vertiginoso ascenso de Podemos tuvo que ver con una estrategia diseñada cuidadosamente para moverse en el "terreno hostil" de los medios masivos de comunicación. No obstante, sus dirigentes saben que con el discurso no es suficiente, de ahí que apuestan por involucrar cada vez más a los ciudadanos en su proyecto político alternativo.

Por eso, de cara a la marcha, Pablo Iglesias insta a la ciudadanía a "recuperar la democracia", que ha sido "secuestrada" por "la casta", como denomina al bipartidismo del PSOE (Partido Socialista) y el Partido Popular (PP) de Rajoy, que con sus políticas neoliberales llevaron al país al desastre.

Cuando los grandes medios españoles están centrando sus críticas en dos de los máximos dirigentes de Podemos, Iñigo Errejón y Juan Carlos Monedero, debido a supuestas irregularidades cometidas siendo profesores universitarios, Iglesia apela a ese necesario respaldo de la mayoría: "Nos jugamos demasiado", admite.

A 24 horas de la marcha de Madrid, el equipo de Podemos no quiere aventurar cuanta gente lograrán movilizar. Señalan que los "Círculos" y los Consejos Ciudadanos-elegidos recientemente- habían contratado ya más de 250 ómnibus, por lo que no dudan del éxito.

A diferencia de las fuerzas tradicionales, Podemos no le paga el traslado a sus simpatizantes para que acudan a sus mítines. Por el contrario, son los propios ciudadanos quienes sufragan los pasajes y estadía en Madrid. La movilización, por lo tanto, depende mucho de la solidaridad.

Uno de los medios de financiación es el "crowdfunding", por lo que cualquiera puede colaborar a través de la web "lamarchadelcambio.info".

Lluisa Cequiel, de 61 años y vecina de Barcelona, es una de las personas que podrá acudir a la marcha gracias a ese sistema de micromecenazgo. "Podemos somos mucha gente, no sólo Pablo Iglesias, Errejón, que están arriba. Nos damos la mano unos a otros, y es así como vamos a llegar a una verdadera democracia", dice Lluisa a Télam, ilusionada con su viaje a Madrid.

Esta mujer y su marido no tienen trabajo, se encuentran en el umbral de la pobreza, su casa ya no les pertenece (por impago hipotecario), y comen gracias a un banco de alimentos, pero sueñan con un futuro mejor gracias a Podemos.

"Yo era votante socialista de toda la vida, pero me siento traicionada. Pablo Iglesias y Podemos me devolvieron la alegría, la ilusión en la política, porque preguntan a los ciudadanos qué opinamos", explica. "Mucha gente de mi edad dice lo mismo", remarca.

Podemos espera que la participación en la marcha se refleje también a través de las redes sociales. "La gente se está organizando de una forma sorprendente, proponiendo carteles y eslóganes propios, que no responden a consignas dictadas desde arriba", señala Cano.

"La Marcha del Cambio" responde a la vocación de Podemos de "confluir y formar un proyecto político de mayorías", por eso,"quien entiende que sólo somos un producto reactivo frente a la crisis es miope", advierte el dirigente.


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