Asesinan a cuchilladas a madre e hija en el barrio de Constitución

Fueron encontradas asesinadas a puñaladas en un departamento de ese barrio porteño. Los investigadores creen que el homicida podría ser la pareja de la madre, quien le habría dicho a la Policía que en el lugar no había ocurrido nada, estuvo dos días con los cadáveres y hoy permanecía prófugo.

24 FEB 2015 - 19:16 | Actualizado

Fuentes policiales informaron hoy a Télam que el doble crimen se registró en el departamento 14 del tercer piso del edificio situado en Constitución 1734 y las ví­ctimas fueron identificadas como Elizabeth Angélica Wilson (44), alias "Romina", y su hija Stefaní­a Abril Wilson (19).

El hecho fue descubierto anoche por Domingo Loiácono, padre de crianza de Elizabeth, quien se dirigió con efectivos de la seccional 18a. a la casa de ella ante los reiterados llamados telefónicos no respondidos.

Según los pesquisas, al entrar al departamento el cadáver de la madre estaba envuelto en sábanas, detrás de un futón del living, en tanto su hija fue encontrada dentro de la bañera a medio llenar.

Del lugar emanaba un fuerte olor nauseabundo, ya que al parecer el doble crimen fue cometido la madrugada del viernes, de acuerdo a lo que declararon vecinas del edificio que esa noche escucharon gritos.

Además, la mujer tenía 22 gatos, ya que habitualmente los recogía de la calle, los castraba y se encargaba de su cuidado.

"Yo abro la puerta con el vigilante y la chica del cuarto (piso). Me encontré un desorden, todos los gatos desparramados cuando mi hija los tenía hechos una pinturita, con moñito. Enseguida dije acá pasó algo raro", dijo Loiácono.

El hombre contó que su hija no trabajaba formalmente, que su nieta daba clases de danza y que cuando en una ocasión le preguntó a Stefanía sobre la pareja de su madre ella le dijo que se llevaba bien.

Acerca del sospechoso, una vecina que se identificó como Silvia contó a la prensa que el viernes a la madrugada escuchó "gritos desgarradores", ruido de elementos de cocina que se tiraban, corridas y maullidos fuertes de los gatos.

Según la mujer, llamó a la Policía y cuando los efectivos fueron al departamento, la pareja de "Romina" les dijo que "estaba todo bien" y se fueron.

Además, recordó que el viernes al mediodía vio al hombre, llamado Juan (35), entrando al edificio con comida y que utilizó la escalera porque ella y otra vecina estaban hablando cerca del ascensor acerca de los gritos que habían escuchado.

"El estuvo acá hasta el día sábado, o sea si esto pasó como dicen, estuvo conviviendo con dos cadáveres adentro dos días", afirmó la mujer.

Recordó además que otra vecina llamada Evelyn, 15 minutos después de que se escucharan los gritos, recibió un mensaje desde el celular de "Romina" en el que le preguntaban si había escuchado lo que pasaba.

Otra presunta maniobra de encubrimiento denunciada por Silvia fue que al cruzarse al vecino primero él le preguntó si ella había sido la que había gritado y luego le manifestó: "En lo de Romina no pasó nada".

Acerca de la relación de pareja, tanto el padre de la mayor de las víctimas como la vecina aseguraron que se habían conocido por Internet hace cinco meses y luego él, que trabajaba en un restaurante del centro, se había ido a vivir al departamento.

Si bien los investigadores determinaron que de la casa faltaban los celulares de ambas ví­ctimas y una computadora portátil, creen que el hecho no está relacionado a un intento de robo.

"Es una tí­pica maniobra de ocultamiento", dijo a Télam un jefe policial.

El hecho es investigado por la fiscalí­a de instrucción número 7 porteña, a cargo de Joaquín Rovira, y el juzgado 36, de Guillermina Martínez, que ordenó diligencias en busca del sospechoso, como así­ también peritajes que fueron llevados adelante por la División Homicidios de la Policía Federal.

La fiscalía aclaró en un comunicado que tomó conocimiento del hecho a las 0.05 de hoy luego de que le dieran aviso desde la seccional 18.

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24 FEB 2015 - 19:16

Fuentes policiales informaron hoy a Télam que el doble crimen se registró en el departamento 14 del tercer piso del edificio situado en Constitución 1734 y las ví­ctimas fueron identificadas como Elizabeth Angélica Wilson (44), alias "Romina", y su hija Stefaní­a Abril Wilson (19).

El hecho fue descubierto anoche por Domingo Loiácono, padre de crianza de Elizabeth, quien se dirigió con efectivos de la seccional 18a. a la casa de ella ante los reiterados llamados telefónicos no respondidos.

Según los pesquisas, al entrar al departamento el cadáver de la madre estaba envuelto en sábanas, detrás de un futón del living, en tanto su hija fue encontrada dentro de la bañera a medio llenar.

Del lugar emanaba un fuerte olor nauseabundo, ya que al parecer el doble crimen fue cometido la madrugada del viernes, de acuerdo a lo que declararon vecinas del edificio que esa noche escucharon gritos.

Además, la mujer tenía 22 gatos, ya que habitualmente los recogía de la calle, los castraba y se encargaba de su cuidado.

"Yo abro la puerta con el vigilante y la chica del cuarto (piso). Me encontré un desorden, todos los gatos desparramados cuando mi hija los tenía hechos una pinturita, con moñito. Enseguida dije acá pasó algo raro", dijo Loiácono.

El hombre contó que su hija no trabajaba formalmente, que su nieta daba clases de danza y que cuando en una ocasión le preguntó a Stefanía sobre la pareja de su madre ella le dijo que se llevaba bien.

Acerca del sospechoso, una vecina que se identificó como Silvia contó a la prensa que el viernes a la madrugada escuchó "gritos desgarradores", ruido de elementos de cocina que se tiraban, corridas y maullidos fuertes de los gatos.

Según la mujer, llamó a la Policía y cuando los efectivos fueron al departamento, la pareja de "Romina" les dijo que "estaba todo bien" y se fueron.

Además, recordó que el viernes al mediodía vio al hombre, llamado Juan (35), entrando al edificio con comida y que utilizó la escalera porque ella y otra vecina estaban hablando cerca del ascensor acerca de los gritos que habían escuchado.

"El estuvo acá hasta el día sábado, o sea si esto pasó como dicen, estuvo conviviendo con dos cadáveres adentro dos días", afirmó la mujer.

Recordó además que otra vecina llamada Evelyn, 15 minutos después de que se escucharan los gritos, recibió un mensaje desde el celular de "Romina" en el que le preguntaban si había escuchado lo que pasaba.

Otra presunta maniobra de encubrimiento denunciada por Silvia fue que al cruzarse al vecino primero él le preguntó si ella había sido la que había gritado y luego le manifestó: "En lo de Romina no pasó nada".

Acerca de la relación de pareja, tanto el padre de la mayor de las víctimas como la vecina aseguraron que se habían conocido por Internet hace cinco meses y luego él, que trabajaba en un restaurante del centro, se había ido a vivir al departamento.

Si bien los investigadores determinaron que de la casa faltaban los celulares de ambas ví­ctimas y una computadora portátil, creen que el hecho no está relacionado a un intento de robo.

"Es una tí­pica maniobra de ocultamiento", dijo a Télam un jefe policial.

El hecho es investigado por la fiscalí­a de instrucción número 7 porteña, a cargo de Joaquín Rovira, y el juzgado 36, de Guillermina Martínez, que ordenó diligencias en busca del sospechoso, como así­ también peritajes que fueron llevados adelante por la División Homicidios de la Policía Federal.

La fiscalía aclaró en un comunicado que tomó conocimiento del hecho a las 0.05 de hoy luego de que le dieran aviso desde la seccional 18.


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