La misma gente que nos roba, son los que después vienen como clientes”. Miguel Torres es el encargado de la estación de Servicios La Lusitania de Trelew. El domingo sufrieron el asalto Nº16. Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad. Un sujeto, con total impunidad, portando un arma de fuego redujo al playero y se fugó con la recaudación. “No sé si el problema es del Gobierno o la Policía pero es imposible trabajar tranquilo”, dijo Torres.
A cara descubierta
Relató el encargado de la Estación lo sucedido el día domingo pasado: “A las 15 horas me llama uno de los vendedores diciendo que había sido asaltado. Me dirigí enseguida. Me pareció raro porque tenemos consigna. Fue un solo delincuente. Cuando asaltó no estaba el personal policial por problemas logísticos de la Policía, nos quedamos desprovistos. El ladrón, volvió a las andanzas y se alzó con un nuevo robo: el número 16. Tuvimos un año las consignas y no pasó nada. Falló ahora. Y volvimos a este tema”, remarcó.
Torres admite que la modalidad en todos los asaltos es idéntica. A cara descubierta los delincuentes llegan hasta el comercio y logran su cometido. “La última vez fue con total impunidad. Habían 5 clientes. Estaban los empleados atendiendo 5 vehículos. Vino de la avenida La Plata. Apoyó el revólver en el empleado y le sacó la recaudación. Le dijo bajo amenazas que le de el dinero. Fue en menos de 10 segundos”, advirtió.
Ilógico
Las veces en la que “La Lusitania” fue víctima de asaltos están claramente contabilizadas. Son ya 16. “Tenemos permanentemente, la misma gente que nos roba, son los clientes que atienden. Es ilógico, no se puede hacer nada. Que las autoridades hagan algo. No sé si es el gobierno provincial o municipal. Ahora, no ha pasado a mayores. Es un asalto y apuntan. Vienen empuñando un arma. La mostraban o remitían que la tenían en el bolsillo. Ahora, ya vienen con el arma en la mano. ¿Qué pasará si viene alguien sacado y lastima a un empleado?”, se preguntó.
Cámaras
Torres remarca que las medidas de seguridad son extremas en la Estación de Servicios. “Tenemos las cámaras, servicios adicionales y consignas. Fue esta vez, un fallo de logística. Ahí se originó el asalto. No se si es problema de Policía o Gobierno. Es imposible trabajar tranquilo. Cualquier persona se asustaría. Todos los días roban y hay inseguridad”.
Para finalizar, expresó: “Un solo comercio que tenga 16 robos es demasiado en 2 años, es algo que no tiene definición no se sabe qué decir ni qué hacer”, concluyó.
La misma gente que nos roba, son los que después vienen como clientes”. Miguel Torres es el encargado de la estación de Servicios La Lusitania de Trelew. El domingo sufrieron el asalto Nº16. Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad. Un sujeto, con total impunidad, portando un arma de fuego redujo al playero y se fugó con la recaudación. “No sé si el problema es del Gobierno o la Policía pero es imposible trabajar tranquilo”, dijo Torres.
A cara descubierta
Relató el encargado de la Estación lo sucedido el día domingo pasado: “A las 15 horas me llama uno de los vendedores diciendo que había sido asaltado. Me dirigí enseguida. Me pareció raro porque tenemos consigna. Fue un solo delincuente. Cuando asaltó no estaba el personal policial por problemas logísticos de la Policía, nos quedamos desprovistos. El ladrón, volvió a las andanzas y se alzó con un nuevo robo: el número 16. Tuvimos un año las consignas y no pasó nada. Falló ahora. Y volvimos a este tema”, remarcó.
Torres admite que la modalidad en todos los asaltos es idéntica. A cara descubierta los delincuentes llegan hasta el comercio y logran su cometido. “La última vez fue con total impunidad. Habían 5 clientes. Estaban los empleados atendiendo 5 vehículos. Vino de la avenida La Plata. Apoyó el revólver en el empleado y le sacó la recaudación. Le dijo bajo amenazas que le de el dinero. Fue en menos de 10 segundos”, advirtió.
Ilógico
Las veces en la que “La Lusitania” fue víctima de asaltos están claramente contabilizadas. Son ya 16. “Tenemos permanentemente, la misma gente que nos roba, son los clientes que atienden. Es ilógico, no se puede hacer nada. Que las autoridades hagan algo. No sé si es el gobierno provincial o municipal. Ahora, no ha pasado a mayores. Es un asalto y apuntan. Vienen empuñando un arma. La mostraban o remitían que la tenían en el bolsillo. Ahora, ya vienen con el arma en la mano. ¿Qué pasará si viene alguien sacado y lastima a un empleado?”, se preguntó.
Cámaras
Torres remarca que las medidas de seguridad son extremas en la Estación de Servicios. “Tenemos las cámaras, servicios adicionales y consignas. Fue esta vez, un fallo de logística. Ahí se originó el asalto. No se si es problema de Policía o Gobierno. Es imposible trabajar tranquilo. Cualquier persona se asustaría. Todos los días roban y hay inseguridad”.
Para finalizar, expresó: “Un solo comercio que tenga 16 robos es demasiado en 2 años, es algo que no tiene definición no se sabe qué decir ni qué hacer”, concluyó.