EE.UU. registró deflación por primera vez en cinco años

La economía norteamericana registró en enero deflación, debido la baja de los precios de los combustibles que fueron arrastrados por la caída de los valores del petróleo, y desató señales de alerta en la Reserva Federal.

26 FEB 2015 - 18:13 | Actualizado

La economía de Estados Unidos registró en enero deflación, la primera en más de cinco años debido la baja de los precios de los combustibles que fueron arrastrados por la caída de los valores del petróleo, y desató señales de alerta en la Reserva Federal, debido a que el organismo monetario consideraba la posibilidad de comenzar a subir la tasa de interés y ahora ve con preocupación que también el mercado laboral demora su recuperación.

El descenso continuo del costo de los combustibles determinó que en enero el Indice de Precios al Consumo (IPC) cayera 0,7 por ciento, la mayor disminución mensual desde fines de 2008, y llevara a que la economía estadounidense registrara una deflación interanual de 0,1 por ciento por primera vez desde octubre de 2009, informó hoy el Departamento de Trabajo, según reportaron la agencias de noticias EFE, DPA y Bloomberg.

La caída del IPC, mayor a la esperada por los analistas en enero, siguió a los retrocesos de 0,3 y 0,4 por ciento que registró el indicador los dos meses anteriores, concatenados a la crisis del precio del petróleo que permitieron abaratar los costos energéticos.

En el primer mes del año, los precios de la energía disminuyeron un 9,7 por ciento y el de la nafta, en particular, retrocedió 18,7 por ciento, en tanto en los últimos doce meses, acumuló una caída de 35 por ciento.

Así, si bien la inflación acumulada en un año fue de -0,1 por ciento, la inflación subyacente, que excluye los precios de la alimentación y la energía, fue de 0,2 por ciento en enero, empujada por incrementos en los valores de los servicios, como hoteles y restaurantes, mientras que el acumulado interanual fue de 1,6 por ciento.

Los datos divulgados hoy pusieron en alerta a la Reserva Federal, cuyas autoridades venían mostrando preocupación porque la inflación se mantiene bastante por debajo de la pauta anual de 2 por ciento.

Además, la autoridad monetaria monitorea de cerca los niveles de actividad y el mercado laboral en busca de señales para proyectar un eventual cambio en la política de tasas, que mantiene contenidas entre 0 y 0,25 por ciento desde 2008.

Las solicitudes semanales de subsidio de desempleo, se ubicaron en 313.000 casos esta semana, el mayor número de las últimas seis semanas y superior a la expectativa de los analistas.

El promedio de solicitudes en cuatro semanas, un indicador más fiable y menos volátil de la tendencia del mercado laboral del país, aumentó la semana pasada en 11.500 y quedó en 294.500, según el gobierno.

"Demasiados estadounidenses siguen sin empleos o con empleos peores de lo deseado, el crecimiento de los salarios todavía parece ralentizado y la inflación permanece bastante por debajo de nuestro objetivo a largo plazo del 2 por ciento", manifestó anteayer en el Senado, la presidenta de la Fed, Janet Yellen.

En cambio, los pedidos de bienes duraderos a las fábricas estadounidenses aumentaron 2,8 por ciento en enero y mostraron así signos de recuperación tras los descensos de los meses previos, según datos divulgados hoy por el Departamento de Comercio.

El incremento en los pedidos en enero superó las expectativas de los analistas, que esperaban una suba de 2 por ciento, y siguió a las disminuciones de 3,7 por ciento en diciembre y de 2,2 por ciento en noviembre.

Sin embargo, este aumento de enero estuvo impulsado por una categoría muy volátil, como es la de los pedidos de aviones comerciales, que crecieron más de 128 por ciento el mes pasado.

Si se excluyen los equipos de transporte, que son los más costosos por unidad, los pedidos a las fábricas registraron en enero un leve aumento de 0,3 por ciento, tras una caída de 0,9 por ciento en diciembre.

Yellen evaluó el martes que la mejora de la economía en general acerca a la suba de los intereses por primera vez desde 2008, pero aclaró que el Comité Federal de Mercado Abierto "puede ser paciente a la hora de comenzar a normalizar su política", esto es la suba de tasas, que podría demorar hasta junio.

Entre los analistas, la preocupación está puesta en que la baja de los costos energéticos se filtre a otros bienes y servicios y que se ingrese en una prolongada caída de los precios que dificulte a la Reserva Federal para dejar atrás su actual política de tasas alrededor de cero.

Pero al mismo tiempo, la energía más barata está empujando a los consumidores a gastar más dinero en todos lados, ayudando a sostener la demanda y apuntalar el crecimiento.

"No hay deflación generalizada", consideró Nariman Behravesh, economista jefe de IHS, en Lexington, Massachusetts, quien resaltó como acertado el llamamiento de la Reserva Federal sobre crecimiento e inflación.

El gobierno dará a conocer mañana su segundo cálculo sobre la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) en el último trimestre de 2014, que había situado, en una primera estimación, en 2,6 por ciento, lo que supuso una desaceleración tras el avance del 5 por ciento de julio a septiembre, pese a que el gasto de los consumidores registró su mejor dato desde 2006.

Los analistas prevén que la segunda estimación del gobierno sobre el PIB en el cuarto trimestre de 2014 rebajará ese crecimiento del 2,6 al 2,1 por ciento.

Enterate de las noticias de ECONOMIA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
26 FEB 2015 - 18:13

La economía de Estados Unidos registró en enero deflación, la primera en más de cinco años debido la baja de los precios de los combustibles que fueron arrastrados por la caída de los valores del petróleo, y desató señales de alerta en la Reserva Federal, debido a que el organismo monetario consideraba la posibilidad de comenzar a subir la tasa de interés y ahora ve con preocupación que también el mercado laboral demora su recuperación.

El descenso continuo del costo de los combustibles determinó que en enero el Indice de Precios al Consumo (IPC) cayera 0,7 por ciento, la mayor disminución mensual desde fines de 2008, y llevara a que la economía estadounidense registrara una deflación interanual de 0,1 por ciento por primera vez desde octubre de 2009, informó hoy el Departamento de Trabajo, según reportaron la agencias de noticias EFE, DPA y Bloomberg.

La caída del IPC, mayor a la esperada por los analistas en enero, siguió a los retrocesos de 0,3 y 0,4 por ciento que registró el indicador los dos meses anteriores, concatenados a la crisis del precio del petróleo que permitieron abaratar los costos energéticos.

En el primer mes del año, los precios de la energía disminuyeron un 9,7 por ciento y el de la nafta, en particular, retrocedió 18,7 por ciento, en tanto en los últimos doce meses, acumuló una caída de 35 por ciento.

Así, si bien la inflación acumulada en un año fue de -0,1 por ciento, la inflación subyacente, que excluye los precios de la alimentación y la energía, fue de 0,2 por ciento en enero, empujada por incrementos en los valores de los servicios, como hoteles y restaurantes, mientras que el acumulado interanual fue de 1,6 por ciento.

Los datos divulgados hoy pusieron en alerta a la Reserva Federal, cuyas autoridades venían mostrando preocupación porque la inflación se mantiene bastante por debajo de la pauta anual de 2 por ciento.

Además, la autoridad monetaria monitorea de cerca los niveles de actividad y el mercado laboral en busca de señales para proyectar un eventual cambio en la política de tasas, que mantiene contenidas entre 0 y 0,25 por ciento desde 2008.

Las solicitudes semanales de subsidio de desempleo, se ubicaron en 313.000 casos esta semana, el mayor número de las últimas seis semanas y superior a la expectativa de los analistas.

El promedio de solicitudes en cuatro semanas, un indicador más fiable y menos volátil de la tendencia del mercado laboral del país, aumentó la semana pasada en 11.500 y quedó en 294.500, según el gobierno.

"Demasiados estadounidenses siguen sin empleos o con empleos peores de lo deseado, el crecimiento de los salarios todavía parece ralentizado y la inflación permanece bastante por debajo de nuestro objetivo a largo plazo del 2 por ciento", manifestó anteayer en el Senado, la presidenta de la Fed, Janet Yellen.

En cambio, los pedidos de bienes duraderos a las fábricas estadounidenses aumentaron 2,8 por ciento en enero y mostraron así signos de recuperación tras los descensos de los meses previos, según datos divulgados hoy por el Departamento de Comercio.

El incremento en los pedidos en enero superó las expectativas de los analistas, que esperaban una suba de 2 por ciento, y siguió a las disminuciones de 3,7 por ciento en diciembre y de 2,2 por ciento en noviembre.

Sin embargo, este aumento de enero estuvo impulsado por una categoría muy volátil, como es la de los pedidos de aviones comerciales, que crecieron más de 128 por ciento el mes pasado.

Si se excluyen los equipos de transporte, que son los más costosos por unidad, los pedidos a las fábricas registraron en enero un leve aumento de 0,3 por ciento, tras una caída de 0,9 por ciento en diciembre.

Yellen evaluó el martes que la mejora de la economía en general acerca a la suba de los intereses por primera vez desde 2008, pero aclaró que el Comité Federal de Mercado Abierto "puede ser paciente a la hora de comenzar a normalizar su política", esto es la suba de tasas, que podría demorar hasta junio.

Entre los analistas, la preocupación está puesta en que la baja de los costos energéticos se filtre a otros bienes y servicios y que se ingrese en una prolongada caída de los precios que dificulte a la Reserva Federal para dejar atrás su actual política de tasas alrededor de cero.

Pero al mismo tiempo, la energía más barata está empujando a los consumidores a gastar más dinero en todos lados, ayudando a sostener la demanda y apuntalar el crecimiento.

"No hay deflación generalizada", consideró Nariman Behravesh, economista jefe de IHS, en Lexington, Massachusetts, quien resaltó como acertado el llamamiento de la Reserva Federal sobre crecimiento e inflación.

El gobierno dará a conocer mañana su segundo cálculo sobre la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) en el último trimestre de 2014, que había situado, en una primera estimación, en 2,6 por ciento, lo que supuso una desaceleración tras el avance del 5 por ciento de julio a septiembre, pese a que el gasto de los consumidores registró su mejor dato desde 2006.

Los analistas prevén que la segunda estimación del gobierno sobre el PIB en el cuarto trimestre de 2014 rebajará ese crecimiento del 2,6 al 2,1 por ciento.


NOTICIAS RELACIONADAS