Una tragedia ambiental con responsables y una causa con aroma a “carpetazo” político

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El incendio arrasa y está lejos de controlarse. Los pobladores reclaman porque, dicen, alertaron antes y no se actuó.
28 FEB 2015 - 22:55 | Actualizado

Las más de 20 mil hectáreas de bosques milenarios que fueron arrasadas por el fuego y los miles de hectáreas que aún están en riesgo en la Cordillera de Chubut merecen una profunda investigación, además de los lamentos de ocasión.

La sensación de que buena parte de esta tragedia ambiental, ecológica y forestal podría haberse evitado comenzó a quedar más que claro cuando en el medio del devastador incendio comenzaron a escucharse los reclamos de muchos pobladores que aseguran haber alertado a las autoridades por lo menos tres días antes de que el fuego se volviera incontrolable.

Es cierto que las condiciones climáticas no ayudaron ni un poco, que la tarea de los brigadistas fue –otra vez- heroica y que los principales funcionarios provinciales, incluido el gobernador Martín Buzzi, se instalaron en la zona para dar todas las respuestas que hacían falta. Pero la primera línea de los funcionarios públicos que deben estar atentos a estas cuestiones tan sensibles como los incendios forestales en esta época del año parece haber dilatado la toma de decisiones que son claves en las primeras horas en este tipo de siniestros.

La rápida y contundente decisión del flamante jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández, que apenas llegado ayer a Chubut anunció que echó a Jorge Barrionuevo, el responsable del Plan Nacional de Manejo del Fuego, debería ser imitada por el gobernador con funcionarios provinciales, si es justo y necesario .

En este sentido, muchas críticas apuntan al subsecretario de Bosques, Hernán Colomb, quien desde el principio se erigió como vocero de la situación y nunca desmintió con hechos la tardanza de la que hablan los lugareños. Algunos aseguran que Colomb fue el funcionario que rechazó la llegada de los aviones hidrantes en una primera instancia del fuego, cuando todavía se estaba a tiempo de intentar controlarlo.

Es saludable que el gobernador Buzzi haya dicho que irá “a fondo” en la investigación sobre el motivo del incendio y que, más allá de que hasta ahora se siga sosteniendo la teoría del rayo como causa del fuego inicial, haya dispuesto que la Brigada de Investigaciones haga todos los requerimientos e intente desentramar todas las sospechas que andan dando vuelta.

Una rayo misterioso

Por el sitio en donde se iniciaron las llamas -una zona muy alta de la Cordillera y de muy difícil acceso- es improbable que haya habido una intencionalidad, pero es importante determinar cómo, cuándo y por qué pasó.

El doctor en Ecología Forestal Thomas Kitzberger dio una pista interesante esta semana. En diálogo con InfobaeTV, respaldó la idea de la ausencia de intencionalidad por la inaccesibilidad de la zona. Pero sembró dudas sobre la hipótesis del rayo: la última tormenta de la que se tiene registro fue el 3 de febrero y el incendio se declaró el 15 de febrero. “Sería raro que se haya mantenido en un estadío tan suprimido durante tanto tiempo”, dijo Kitzberger.

De cualquier modo, las causas naturales, como las tormentas eléctricas, están siendo cada vez más frecuentes en la región cordillerana de Chubut debido a los cambios climáticos, dicen los especialistas.

La paradoja es que las tormentas comiencen a acabar con bosques milenarios en la Patagonia y, al mismo tiempo, arrasen grandes centros poblados como ocurrió en Córdoba, aunque allá –aseguran- sea por el desmonte descontrolado.

Carpetazos

La sorpresiva reactivación de la causa que investiga el presunto pago de sobornos en la renegociación del contrato de concesión de Cerro Dragón, el mayor yacimiento petrolero de Chubut –y de la Argentina-, emanó rápidamente el hedor que suelen tener los carpetazos judiciales en tiempos electorales.

Como antes las denuncias que involucraban al gobernador Buzzi y a miembros de su familia por la presunta tenencia de una cuenta sin declarar en un banco extranjero, ahora la vuelta al tapete de un caso que salpica a la anterior gestión provincial parece ser un tema que asoma a la luz con un claro entramado político detrás: salpicar con barro a Mario Das Neves, Norberto Yauhar y Néstor Di Pierro tiene hoy un innegable trasfondo político, más allá de que serán el fiscal Guillermo Marijuan y luego el juez Rodolfo Canicoba Corral los que deban sostener las acusaciones y la vitalidad de la causa.

Parece por lo menos curioso que un fiscal como Marijuan haya bajado a Chubut para tramitar exhortos que habitualmente son canalizados a través de empleados de menor rango de las fiscalías.

Atareado recientemente en la organización de una marcha en contra del Gobierno nacional, en tándem con otros fiscales enfrentados a Cristina Kirchner y con dirigentes de la oposición, Marijuan está interesado en saber el destino de tres áreas petroleras que fueron adjudicadas en 2006: Paso de Indios, Nueva Lubecka y Paso Moreno.

Noticias de ayer

Inducido por la poco novedosa denuncia del exprocurador Eduardo Samamé, que regresó a los primeros planos con una sed de venganza que emula a la de los malos de la popular serie “The Walking Dead”, Marijuan cree haber dado con la pista de los presuntos sobornos, que parece ser tan sencilla como repitieron muchos esta semana: se concedieron tres áreas a un grupo de empresas; pasaron varias veces de manos hasta que las compró Pan American Energy en una cifra varias veces millonaria en dólares –“el soborno”-, y luego las devolvió al Estado provincial sin pedir nada a cambio.

La “fuerte denuncia” que Samamé le hizo a Marijuan por mail en enero pasado no es muy novedosa que digamos: la publicó en abril del año pasado el portal de noticias Mendoza On Line (MDZol), con una única fuente descripta por su autor como “una calificada fuente del gobierno chubutense que conoce a la perfección el mundo del petróleo”. Muy pobre, al menos en términos periodísticos.

La historia parece ser mucho más compleja de lo que muchos describen con pasmosa suficiencia y hay información que se da por cierta que no es tal: Paso de Indios, Nueva Lubecka y Paso Moreno son tres áreas que todavía están en manos de PAE. Fueron adjudicadas en 2006 y pasaron al menos dos veces de manos entre distintas empresas–algo usual en el negocio petrolero- antes de que Pan American las adquiriera.

El proceso de reversión de estas áreas no ha culminado, como muchos aseguran. Y el Ministerio de Ambiente tiene desde 2012 demorada la resolución sobre el pedido de PAE, que después de invertir varios millones para explorarlas, pidió la reversión porque, sencillamente, la ley la obliga: la legislación otorga a los concesionarios de áreas plazos de tres años, luego dos y por último un año para cumplir con el plan de inversiones. Lo que PAE viene reclamando es el “libre de deuda ambiental”, como lo hace cualquier petrolera que adquiere áreas, explora y se termina quedando con las que son economómicamente sustentables.

Marijuan y Canicoba Corral deberían avanzar rápidamente para que las sospechas se comprueben o se disipen con claridad. Como hizo esta semana el juez Daniel Rafecas, que desestimó sin vueltas la pobrísima denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra Cristina Fernández de Kirchner, que había puesto a la Presidenta de la Nación frente al escarnio público y fue utilizada políticamente por la oposición.

Rápida, contundente y justa. Así debería ser a Justicia. Siempre.

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El incendio arrasa y está lejos de controlarse. Los pobladores reclaman porque, dicen, alertaron antes y no se actuó.
28 FEB 2015 - 22:55

Las más de 20 mil hectáreas de bosques milenarios que fueron arrasadas por el fuego y los miles de hectáreas que aún están en riesgo en la Cordillera de Chubut merecen una profunda investigación, además de los lamentos de ocasión.

La sensación de que buena parte de esta tragedia ambiental, ecológica y forestal podría haberse evitado comenzó a quedar más que claro cuando en el medio del devastador incendio comenzaron a escucharse los reclamos de muchos pobladores que aseguran haber alertado a las autoridades por lo menos tres días antes de que el fuego se volviera incontrolable.

Es cierto que las condiciones climáticas no ayudaron ni un poco, que la tarea de los brigadistas fue –otra vez- heroica y que los principales funcionarios provinciales, incluido el gobernador Martín Buzzi, se instalaron en la zona para dar todas las respuestas que hacían falta. Pero la primera línea de los funcionarios públicos que deben estar atentos a estas cuestiones tan sensibles como los incendios forestales en esta época del año parece haber dilatado la toma de decisiones que son claves en las primeras horas en este tipo de siniestros.

La rápida y contundente decisión del flamante jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández, que apenas llegado ayer a Chubut anunció que echó a Jorge Barrionuevo, el responsable del Plan Nacional de Manejo del Fuego, debería ser imitada por el gobernador con funcionarios provinciales, si es justo y necesario .

En este sentido, muchas críticas apuntan al subsecretario de Bosques, Hernán Colomb, quien desde el principio se erigió como vocero de la situación y nunca desmintió con hechos la tardanza de la que hablan los lugareños. Algunos aseguran que Colomb fue el funcionario que rechazó la llegada de los aviones hidrantes en una primera instancia del fuego, cuando todavía se estaba a tiempo de intentar controlarlo.

Es saludable que el gobernador Buzzi haya dicho que irá “a fondo” en la investigación sobre el motivo del incendio y que, más allá de que hasta ahora se siga sosteniendo la teoría del rayo como causa del fuego inicial, haya dispuesto que la Brigada de Investigaciones haga todos los requerimientos e intente desentramar todas las sospechas que andan dando vuelta.

Una rayo misterioso

Por el sitio en donde se iniciaron las llamas -una zona muy alta de la Cordillera y de muy difícil acceso- es improbable que haya habido una intencionalidad, pero es importante determinar cómo, cuándo y por qué pasó.

El doctor en Ecología Forestal Thomas Kitzberger dio una pista interesante esta semana. En diálogo con InfobaeTV, respaldó la idea de la ausencia de intencionalidad por la inaccesibilidad de la zona. Pero sembró dudas sobre la hipótesis del rayo: la última tormenta de la que se tiene registro fue el 3 de febrero y el incendio se declaró el 15 de febrero. “Sería raro que se haya mantenido en un estadío tan suprimido durante tanto tiempo”, dijo Kitzberger.

De cualquier modo, las causas naturales, como las tormentas eléctricas, están siendo cada vez más frecuentes en la región cordillerana de Chubut debido a los cambios climáticos, dicen los especialistas.

La paradoja es que las tormentas comiencen a acabar con bosques milenarios en la Patagonia y, al mismo tiempo, arrasen grandes centros poblados como ocurrió en Córdoba, aunque allá –aseguran- sea por el desmonte descontrolado.

Carpetazos

La sorpresiva reactivación de la causa que investiga el presunto pago de sobornos en la renegociación del contrato de concesión de Cerro Dragón, el mayor yacimiento petrolero de Chubut –y de la Argentina-, emanó rápidamente el hedor que suelen tener los carpetazos judiciales en tiempos electorales.

Como antes las denuncias que involucraban al gobernador Buzzi y a miembros de su familia por la presunta tenencia de una cuenta sin declarar en un banco extranjero, ahora la vuelta al tapete de un caso que salpica a la anterior gestión provincial parece ser un tema que asoma a la luz con un claro entramado político detrás: salpicar con barro a Mario Das Neves, Norberto Yauhar y Néstor Di Pierro tiene hoy un innegable trasfondo político, más allá de que serán el fiscal Guillermo Marijuan y luego el juez Rodolfo Canicoba Corral los que deban sostener las acusaciones y la vitalidad de la causa.

Parece por lo menos curioso que un fiscal como Marijuan haya bajado a Chubut para tramitar exhortos que habitualmente son canalizados a través de empleados de menor rango de las fiscalías.

Atareado recientemente en la organización de una marcha en contra del Gobierno nacional, en tándem con otros fiscales enfrentados a Cristina Kirchner y con dirigentes de la oposición, Marijuan está interesado en saber el destino de tres áreas petroleras que fueron adjudicadas en 2006: Paso de Indios, Nueva Lubecka y Paso Moreno.

Noticias de ayer

Inducido por la poco novedosa denuncia del exprocurador Eduardo Samamé, que regresó a los primeros planos con una sed de venganza que emula a la de los malos de la popular serie “The Walking Dead”, Marijuan cree haber dado con la pista de los presuntos sobornos, que parece ser tan sencilla como repitieron muchos esta semana: se concedieron tres áreas a un grupo de empresas; pasaron varias veces de manos hasta que las compró Pan American Energy en una cifra varias veces millonaria en dólares –“el soborno”-, y luego las devolvió al Estado provincial sin pedir nada a cambio.

La “fuerte denuncia” que Samamé le hizo a Marijuan por mail en enero pasado no es muy novedosa que digamos: la publicó en abril del año pasado el portal de noticias Mendoza On Line (MDZol), con una única fuente descripta por su autor como “una calificada fuente del gobierno chubutense que conoce a la perfección el mundo del petróleo”. Muy pobre, al menos en términos periodísticos.

La historia parece ser mucho más compleja de lo que muchos describen con pasmosa suficiencia y hay información que se da por cierta que no es tal: Paso de Indios, Nueva Lubecka y Paso Moreno son tres áreas que todavía están en manos de PAE. Fueron adjudicadas en 2006 y pasaron al menos dos veces de manos entre distintas empresas–algo usual en el negocio petrolero- antes de que Pan American las adquiriera.

El proceso de reversión de estas áreas no ha culminado, como muchos aseguran. Y el Ministerio de Ambiente tiene desde 2012 demorada la resolución sobre el pedido de PAE, que después de invertir varios millones para explorarlas, pidió la reversión porque, sencillamente, la ley la obliga: la legislación otorga a los concesionarios de áreas plazos de tres años, luego dos y por último un año para cumplir con el plan de inversiones. Lo que PAE viene reclamando es el “libre de deuda ambiental”, como lo hace cualquier petrolera que adquiere áreas, explora y se termina quedando con las que son economómicamente sustentables.

Marijuan y Canicoba Corral deberían avanzar rápidamente para que las sospechas se comprueben o se disipen con claridad. Como hizo esta semana el juez Daniel Rafecas, que desestimó sin vueltas la pobrísima denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra Cristina Fernández de Kirchner, que había puesto a la Presidenta de la Nación frente al escarnio público y fue utilizada políticamente por la oposición.

Rápida, contundente y justa. Así debería ser a Justicia. Siempre.


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