Seis de las ocho detenciones se efectuaron en Cataluña, norte de España, y las dos restantes en la provincia de Avila y Ciudad Real. Todos los detenidos cuentan con nacionalidad española y cinco de ellos son de origen marroquí. Dos son mujeres.
Los arrestados incitaban a la comisión de acciones terroristas en España siguiendo el mismo "modus operandi" de los atentados cometidos en otros países, y seleccionaban candidatos para enviar a Siria e Irak "a través de los contactos proporcionados por sus enlaces con la organización terrorista matriz", informó el Ministerio de Interior español en un comunicado.
Se trata de la primera operación policial en la que se logra desarticular en España un grupo yihadista que llevaba a cabo una "táctica de guerra" que se conoce como "terror informático", y que habitualmente despliega el propio EI, destacaron las autoridades.
La estrategia consiste en la "consciente y dirigida difusión de imágenes o vídeos especialmente maquetados, dotados de una estética concreta y en definitiva portadores de una demoledora crueldad, cuya finalidad última es la de aterrorizar al conjunto de la sociedad occidental y neutralizar así sus defensas".
El grupo seguía los dictados de la organización DAESH (como se conoce al Estado Islámico) y asumiendo completamente su ideario, actuaba de forma deslocalizada y autónoma.
No obstante, estaban conectados con el EI a través de uno de sus "operativos", quien los tutelaba desde Siria e Irak.
El grupo adaptaba su estrategia y forma de proceder al escenario específico español con el objetivo de difundir las consignas terroristas, radicalizar a la comunidad, captar adeptos, seleccionarlos, enviarlos a las milicias yihadistas, así como incitar a la comisión de atentados en España.
Durante la operación policial, que comenzó durante la madrugada, se llevaron a cabo varios registros bajo la supervisión de la Fiscalía de la Audiencia Nacional de España y el titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, Javier Gómez Bermúdez.
Uno de los detenidos, Mohamed A.J, de 30 años y vecino de L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona, subió al vehículo policial gritando consignas a favor de Alá.
En los registros se incautaron dos escopetas, según fuentes de la investigación citadas por la prensa española.
El nuevo operativo tienen lugar tres días después del arresto de otras dos personas que forman parte de una célula que también actuaba bajo las directivas del EI y que, de acuerdo con los servicios de seguridad españoles, estaba “plenamente preparada para atentar” en España y otros países de Europa.
El resto de miembros del grupo, dos parejas de hermanos, fueron apresados el pasado 24 de enero.
Esta otra célula yihadista operaba desde Ceuta, enclave español del norte de Africa, concretamente en el barrio El Príncipe, cercano a la frontera y de mayoría musulmana. Desde allí en los últimos años han salido decenas de jóvenes que se unieron a luchar en las filas de Al Qaeda y el EI.
El Ministerio de Interior español subrayó que estos detenidos presentan perfiles coincidentes con los de los autores de los atentados llevados a cabo en París los días 7 y 9 de enero, lo que evidencia "su alto nivel de radicalización y potencial peligrosidad".
"Estaban preparados tanto física como mentalmente para la "yihad" (guerra santa). Asimismo, adoptaban numerosas y complicadas medidas de seguridad en sus desplazamientos y comunicaciones", y "tenían acceso a la adquisición de armas de fuego en el mercado negro y una clara predisposición para su uso en un potencial atentado terrorista", sostienen los investigadores.
A estas recientes detenciones se suma la de una joven marroquí vecina de Rubí (Barcelona) que fue deportada el sábado pasado desde Turquía, tras ser interceptada en la frontera con Siria en diciembre cuando quería sumarse al EI junto a su hijo de tres años.
La mujer, de 32 años, formaba parte de "aparato de captación" del grupo yihadista.
La de hoy es la tercera ola de arrestos en España relacionadas con el “terrorismo yihadista” desde los atentados en París contra la revista satírica Charlie Hebdo y un supermercado judío que dejaron 17 muertos y provocaron conmoción y alarma mundial.
El pasado 14 de febrero se produjo otro atentado de carácter yihadista en Dinamarca que dejó dos muertos, después de que un hombre atacó primero un local donde se celebraba un homenaje a la revista Charlie Hebdo y luego las cercanías de una sinagoga.
Seis de las ocho detenciones se efectuaron en Cataluña, norte de España, y las dos restantes en la provincia de Avila y Ciudad Real. Todos los detenidos cuentan con nacionalidad española y cinco de ellos son de origen marroquí. Dos son mujeres.
Los arrestados incitaban a la comisión de acciones terroristas en España siguiendo el mismo "modus operandi" de los atentados cometidos en otros países, y seleccionaban candidatos para enviar a Siria e Irak "a través de los contactos proporcionados por sus enlaces con la organización terrorista matriz", informó el Ministerio de Interior español en un comunicado.
Se trata de la primera operación policial en la que se logra desarticular en España un grupo yihadista que llevaba a cabo una "táctica de guerra" que se conoce como "terror informático", y que habitualmente despliega el propio EI, destacaron las autoridades.
La estrategia consiste en la "consciente y dirigida difusión de imágenes o vídeos especialmente maquetados, dotados de una estética concreta y en definitiva portadores de una demoledora crueldad, cuya finalidad última es la de aterrorizar al conjunto de la sociedad occidental y neutralizar así sus defensas".
El grupo seguía los dictados de la organización DAESH (como se conoce al Estado Islámico) y asumiendo completamente su ideario, actuaba de forma deslocalizada y autónoma.
No obstante, estaban conectados con el EI a través de uno de sus "operativos", quien los tutelaba desde Siria e Irak.
El grupo adaptaba su estrategia y forma de proceder al escenario específico español con el objetivo de difundir las consignas terroristas, radicalizar a la comunidad, captar adeptos, seleccionarlos, enviarlos a las milicias yihadistas, así como incitar a la comisión de atentados en España.
Durante la operación policial, que comenzó durante la madrugada, se llevaron a cabo varios registros bajo la supervisión de la Fiscalía de la Audiencia Nacional de España y el titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, Javier Gómez Bermúdez.
Uno de los detenidos, Mohamed A.J, de 30 años y vecino de L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona, subió al vehículo policial gritando consignas a favor de Alá.
En los registros se incautaron dos escopetas, según fuentes de la investigación citadas por la prensa española.
El nuevo operativo tienen lugar tres días después del arresto de otras dos personas que forman parte de una célula que también actuaba bajo las directivas del EI y que, de acuerdo con los servicios de seguridad españoles, estaba “plenamente preparada para atentar” en España y otros países de Europa.
El resto de miembros del grupo, dos parejas de hermanos, fueron apresados el pasado 24 de enero.
Esta otra célula yihadista operaba desde Ceuta, enclave español del norte de Africa, concretamente en el barrio El Príncipe, cercano a la frontera y de mayoría musulmana. Desde allí en los últimos años han salido decenas de jóvenes que se unieron a luchar en las filas de Al Qaeda y el EI.
El Ministerio de Interior español subrayó que estos detenidos presentan perfiles coincidentes con los de los autores de los atentados llevados a cabo en París los días 7 y 9 de enero, lo que evidencia "su alto nivel de radicalización y potencial peligrosidad".
"Estaban preparados tanto física como mentalmente para la "yihad" (guerra santa). Asimismo, adoptaban numerosas y complicadas medidas de seguridad en sus desplazamientos y comunicaciones", y "tenían acceso a la adquisición de armas de fuego en el mercado negro y una clara predisposición para su uso en un potencial atentado terrorista", sostienen los investigadores.
A estas recientes detenciones se suma la de una joven marroquí vecina de Rubí (Barcelona) que fue deportada el sábado pasado desde Turquía, tras ser interceptada en la frontera con Siria en diciembre cuando quería sumarse al EI junto a su hijo de tres años.
La mujer, de 32 años, formaba parte de "aparato de captación" del grupo yihadista.
La de hoy es la tercera ola de arrestos en España relacionadas con el “terrorismo yihadista” desde los atentados en París contra la revista satírica Charlie Hebdo y un supermercado judío que dejaron 17 muertos y provocaron conmoción y alarma mundial.
El pasado 14 de febrero se produjo otro atentado de carácter yihadista en Dinamarca que dejó dos muertos, después de que un hombre atacó primero un local donde se celebraba un homenaje a la revista Charlie Hebdo y luego las cercanías de una sinagoga.