Guillermo Brown consiguió igualar con Atlético Tucumán en dos goles en un partido que lo encontró abajo en el marcador desde el primer minuto de juego y que sin embargo tuvo la constancia para darlo vuelta y realizar un gran primer tiempo ante un rival que llegaba con la chapa de puntero e invicto. Será sin dudas un punto que será valorado con el correr de las horas, al haber enfrentado a un equipo con otros ideales y obligaciones.
A lo largo de la semana se conversó mucho sobre las posibilidades de conseguir los primeros tres puntos en casa, algo que los simpatizantes requieren de manera permanente pero por lo bajo, nadie negaba que, cosechar un punto era un negocio perfecto.
Es qué, no es a este rival, candidato al ascenso a quien debe sacarle unidades, sino que deberá hacerse fuerte con rivales directos que luchan en la zona de promedios.
El estupor, al igual que las dos anteriores presentaciones, llegó de manera tempranera. Un rechazo, una defensa mal parada y la contundencia transformada en calidad por el internacional González para ganar espacios dentro del aérea rival y meter un latigazo hacia un arco desguarnecido por el esfuerzo realizado por Burrai y que solo necesitó la llegada de Acosta para establecer la apertura del marcador. Sin embargo, ´la banda´ no se quedó mirando al suelo, sino que sacó fuerzas, sobre todo en el trabajo de Mosca y Sánchez que se calzaron el overol, encontrando eco en los inquietos Ciampicceti y Marinucci que fueron a luchar tramo a tramo en busca del arco rival.
La suerte se inclinaría como un premio a la paciencia de todo el equipo que supo reponerse del golpe. Una habilitación en profundidad de Mosca, buscando a Marinucci, que con inteligencia, ganó la posición y obligó a Lucchetti, a cometerle falta que Bottino con certeza establecía el primer empate de la tarde. Fue un bálsamo para los dirigidos por Yllana, ya que sacaron los mejores momentos de esta temporada, dándose el gusto incluso de manejar todos los tiempos del encuentro y alejando del arco de Burrai al ´decano´ tucumano.
Y otra vez Mosca aparecería en acción al colocar un pase al vacío, donde Bottino en primera instancia dudó que hacer con el mismo, pero rapidamnete como un latigazo la metió bajo las barbas de Luchetti, donde "Cepillo" Sergio Sánchez se encargaría de empujarla hasta el fondo de la red, lo que produjo una inmensa algarabía en su parcialidad.
Recién sobre la media hora, se acordaría de llegar el vistant con un pase preciso de González, que conectó Menéndez pero Burrai, con mucho coraje, alcanzó a tapar el contenido.
Ya sobre el final, mientras en el sector defensivo se producía un tumulto entre jugadors de ambos equipos, encontró a un ´despierto´ a Rivadero que continuó el ataque pero Marinucci y Mosca, no supieron resolver, donde de haber convertido, hubiera originado un grave problema para el espectáculo.
Segundo tiempo
Otra vez se comenzó con un dejo de desconcentración y que Burrai, supo disimular al tapar un remate de Molina o solo minutos más tarde, cuando la defensa, no supo resolver una doble pared entre Acosta y Molina, que terminó habilitando a Menéndez, que finalizó el acto, enviando su remate lejos del arco. A pesar del ímpetu, Brown ya no lograba mantener el ritmo de los primeros cuarenta y cinco minutos y eso terminó haciendo prevalecer a la experiencia de los jugadores visitantes, que con menor esfuerzo físico y más inteligencia, supo emparejar las acciones, en definitiva, premio a la paciencia para pegar en el momento justo, que le terminó dándole la igualdad del marcador.
Esta vez era Acosta, quien con ojos en la espalda habilitó a González, que libre de marcas, tuvo el tiempo suficiente para acomodar el remate lo más lejos posible del esfuerzo de Burrai para establecer la igualdad definitiva. Solo minutos más tarde, Barone quedó de cara al arco de Luchetti, pero el cierre de Mieres evitó el gol. Al término del encuentro, el rostro del hincha era de satisfacción a pesar de volver a casa con el sabor de no poder festejar un triunfo en casa. Íntimamente y como a lo largo de toda la semana, casi murmurando y con una sonrisa disimulada, sabe que se dio lo que deseaba, que el decir de todos los días que ´Si sumamos un punto será por demás, bienvenido´.
Guillermo Brown consiguió igualar con Atlético Tucumán en dos goles en un partido que lo encontró abajo en el marcador desde el primer minuto de juego y que sin embargo tuvo la constancia para darlo vuelta y realizar un gran primer tiempo ante un rival que llegaba con la chapa de puntero e invicto. Será sin dudas un punto que será valorado con el correr de las horas, al haber enfrentado a un equipo con otros ideales y obligaciones.
A lo largo de la semana se conversó mucho sobre las posibilidades de conseguir los primeros tres puntos en casa, algo que los simpatizantes requieren de manera permanente pero por lo bajo, nadie negaba que, cosechar un punto era un negocio perfecto.
Es qué, no es a este rival, candidato al ascenso a quien debe sacarle unidades, sino que deberá hacerse fuerte con rivales directos que luchan en la zona de promedios.
El estupor, al igual que las dos anteriores presentaciones, llegó de manera tempranera. Un rechazo, una defensa mal parada y la contundencia transformada en calidad por el internacional González para ganar espacios dentro del aérea rival y meter un latigazo hacia un arco desguarnecido por el esfuerzo realizado por Burrai y que solo necesitó la llegada de Acosta para establecer la apertura del marcador. Sin embargo, ´la banda´ no se quedó mirando al suelo, sino que sacó fuerzas, sobre todo en el trabajo de Mosca y Sánchez que se calzaron el overol, encontrando eco en los inquietos Ciampicceti y Marinucci que fueron a luchar tramo a tramo en busca del arco rival.
La suerte se inclinaría como un premio a la paciencia de todo el equipo que supo reponerse del golpe. Una habilitación en profundidad de Mosca, buscando a Marinucci, que con inteligencia, ganó la posición y obligó a Lucchetti, a cometerle falta que Bottino con certeza establecía el primer empate de la tarde. Fue un bálsamo para los dirigidos por Yllana, ya que sacaron los mejores momentos de esta temporada, dándose el gusto incluso de manejar todos los tiempos del encuentro y alejando del arco de Burrai al ´decano´ tucumano.
Y otra vez Mosca aparecería en acción al colocar un pase al vacío, donde Bottino en primera instancia dudó que hacer con el mismo, pero rapidamnete como un latigazo la metió bajo las barbas de Luchetti, donde "Cepillo" Sergio Sánchez se encargaría de empujarla hasta el fondo de la red, lo que produjo una inmensa algarabía en su parcialidad.
Recién sobre la media hora, se acordaría de llegar el vistant con un pase preciso de González, que conectó Menéndez pero Burrai, con mucho coraje, alcanzó a tapar el contenido.
Ya sobre el final, mientras en el sector defensivo se producía un tumulto entre jugadors de ambos equipos, encontró a un ´despierto´ a Rivadero que continuó el ataque pero Marinucci y Mosca, no supieron resolver, donde de haber convertido, hubiera originado un grave problema para el espectáculo.
Segundo tiempo
Otra vez se comenzó con un dejo de desconcentración y que Burrai, supo disimular al tapar un remate de Molina o solo minutos más tarde, cuando la defensa, no supo resolver una doble pared entre Acosta y Molina, que terminó habilitando a Menéndez, que finalizó el acto, enviando su remate lejos del arco. A pesar del ímpetu, Brown ya no lograba mantener el ritmo de los primeros cuarenta y cinco minutos y eso terminó haciendo prevalecer a la experiencia de los jugadores visitantes, que con menor esfuerzo físico y más inteligencia, supo emparejar las acciones, en definitiva, premio a la paciencia para pegar en el momento justo, que le terminó dándole la igualdad del marcador.
Esta vez era Acosta, quien con ojos en la espalda habilitó a González, que libre de marcas, tuvo el tiempo suficiente para acomodar el remate lo más lejos posible del esfuerzo de Burrai para establecer la igualdad definitiva. Solo minutos más tarde, Barone quedó de cara al arco de Luchetti, pero el cierre de Mieres evitó el gol. Al término del encuentro, el rostro del hincha era de satisfacción a pesar de volver a casa con el sabor de no poder festejar un triunfo en casa. Íntimamente y como a lo largo de toda la semana, casi murmurando y con una sonrisa disimulada, sabe que se dio lo que deseaba, que el decir de todos los días que ´Si sumamos un punto será por demás, bienvenido´.