“Ya no creo en nada”, dijo la madre que denunció a los médicos de Gaiman por abusar de sus hijos

Por Lorena Leeming / Twitter: @loreleeming

Espero que se mantenga la acusación. Pero perdí la confianza, no creo en nada”. A 8 meses de la denuncia y posterior detención de un matrimonio de médicos de Gaiman y su hijo de 17 años, los tres acusados de abusar sexualmente de dos niños menores (hoy liberados los tres) la mamá de las víctimas, Paula Florentín mostró claro descreimiento del sistema judicial.

Incluso advirtió sobre rumores que indicarían que los profesionales estarían trabajando en el nosocomio de Dolavon. Situación que luego fue desmentida por el abogado defensor y negada por personal de ese lugar.

El caso

Se trata del caso en el que la pareja de médicos que trabajaba en Gaiman fue detenida acusada por abusar sexualmente de dos niños en mayo del año pasado.

Su detención fue en julio. No en el ámbito laboral sino por la relación que tenían como vecinos. Los acusados, tienen una niña que en instancias del proceso que se iniciaba quedó bajo la guarda de Defensoría de Menores. Las víctimas tienen 9 y 3 años. La denuncia, indica que no solo habrían abusado sino que también, que lastimarían y amenazarían a los chicos. En su momento, Paula refirió una situación. “La nena me llamó, me pidió que vaya a su dormitorio y confiesa tener mucho miedo. Dijo que fueron amenazados. Que esta familia también les pegaba. Los lastimaba pegándoles. Les ponían cremas, les lavaban la ropa interior y las ponían en el secarropas. Los encerraban para que se borraran las marcas. Son médicos y saben donde no quedan marcas”.

Remitió Paula en una entrevista anterior,que con el matrimonio de médicos nunca tuvieron un hola y un chau. “Los nenes jugaban juntos y otros nenes. El 6 de mayo la nena me cuenta que había como un juego sexual”

La preocupación llega unos días después. La mujer remite que su hijo más chiquito de tres años admitió ante una psicóloga que el hijo mayor del matrimonio también los lastimaba haciéndolos gritar y pedir ayuda. Que no sólo eso se lo hacían a él, sino a 4 más e incluso a su propia hermanita. “Fuimos a hacer la ampliación de la denuncia ya existente. A raíz de eso y de explicarle a nuestra hija más grande que tenía que confiar y no tener miedo de contar. Ella se negó y no quería que supiera nadie más sobre lo que les había pasado. Se largó a llorar y se fue”, recordó. Confio además: “¿Vos me preguntás si yo alguna vez vi alguna mancha o algo?….No. Lo que sí, mi hijo muchas veces, cuando le lavaba la colita porque no hay bidet en casa me decía: no me toques la cola porque me duele. Pero no me imaginaba algo así. Pensé que era por ir al baño y hacer caca. Le pudo quedar doliendo. Ni cerca me imaginaba algo así”.

La investigación

En un principio no había ninguna duda respecto a las pruebas. La declaración de la niña en Camara Gesell era una prueba contundente pero después, al someterla a un segundo testimonio bajo la misma metodología habrían encontrado contradicciones. No obstante, la mamá de la nena aclaró que “no se contradijo” sino que sufrió el efecto de los nervios y la presión, lo que incluso, hizo que la chica se descompusiera.

Los médicos, eran vecinos de los niños víctimas. El hombre de 43 años, es médico generalista ecógrafo y la mujer, de 42, médica clínica. Habían llegado a Gaiman dos años atrás. Antes, trabajaron en el sur y en Paso de Indios. Son oriundos del norte del país. Ella oriunda de Chaco y él, de Corrientes. Ahora están libres pero la causa, continúa.

Paula tuvo las fuerzas necesarias para radicar la denuncia y seguir de cerca cada avance judicial. Pero pasados los meses, mudanza de por medio y consecuencias lógicas en la familia, advirtió descreer en el sistema judicial. La liberación de los acusados hizo que bajara un poco la guardia. Pero no rendirse.

Rumores

A esta situación, se le sumó los rumores que indicaban que los médicos estarían ejerciendo su profesión en Dolavon. “Me llegó por segunda vez el comentario que estarían trabajando en el hospital de Dolavon. Es inexplicable porque para mí, ellos siguen imputados en la causa. Darles lugar a personas que están imputadas de un hecho semejante, no entra en la cabeza. Aparte por el otro lado: mirás y decís “cómo”, no puede ser”, reflexionó.

Se refirió la mujer, a la vida que tiene hoy. “A nosotros nos desestructuró todo. Tuvimos que encontrar la manera de empezar de nuevo. Hace varios meses que no voy por Fiscalía porque quiero recuperar algo de mi vida. Estas cosas, quieras o no, afectan”, confió.

“Cosas mal hechas”

La entrevista con Jornada fue el día de su cumpleaños. Con menos ánimo pero la fortaleza intacta, Paula aseguró que su desazón se debe a que “las cosas están mal hechas; no se hicieron cuando era el tiempo. Cuestionaron la declaración de la nena. Se concentraron en la segunda declaración de la nena y no tomaron en cuenta todo el contexto”, sostuvo.

Más allá de las controversias que suma en forma personal, aún le queda una esperanza respecto al desenlace de la investigación. “Espero que la acusación se mantenga. Uno espera y lucha para que se sostenga y se llegue a un juicio y sean condenados por lo que hicieron. Obviamente, estamos acostumbrados a este sistema”, reveló.

Dijo Paula haber perdido la confianza. “No creo en nada. En la Fiscalía tampoco. Está todo mal hecho desde el principio. Ya no hay vuelta atrás. Lo que no se hizo se perdió. Uno no baja los brazos por una cuestión de que ellos sepan que uno lucha por su verdad, pero esperanza y credibilidad en la Fiscalía y los jueces, no tengo”, dijo.

Para finalizar, indicó: “espero que no estén trabajando. Porque su trabajo los pone en contacto frecuente con criaturas. Son médicos generalistas donde acuden grandes y chicos. Siento que no se va a llegar a la condena de estas y otras personas involucradas”, concluyó.#