Trelew, la madre de todas las batallas

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Máximo Pérez Catán y Adrián Maderna convocaron mucha gente el viernes en Trelew, casi a la misma hora.
28 MAR 2015 - 21:42 | Actualizado

Los primeros actos públicos a gran escala de dos de los principales aspirantes a quedarse con la intendencia de Trelew, el actual jefe comunal, Máximo Pérez Catán, y el kirchnerista Adrián Maderna, preanuncian una batalla electoral durísima por el control de la segunda ciudad en importancia de Chubut, pero –sin dudas- la mayor caja de resonancia política de la provincia.

A esto habrá que sumarle un cercano lanzamiento de otro peso pesado que intenta terciar por el control de una ciudad clave, el vicegobernador César Gustavo Mac Karthy, que según las “encuestas” que por ahora nadie divulga abiertamente, estaría liderando la intención de voto. Pero no por mucho margen, aseguran también.

Los actos que Pérez Catán y Maderna lideraron el viernes pasado, casi a la misma hora, fueron dos fuertes muestras de poder de convocatoria. Es obvio, también, que el “aparato peronista” goza de buena salud, aunque las circunstancias hacen que mucha militancia que marchó codo a codo en los últimos quince años, ahora deba dividirse por la fuerte división del peronismo trelewense. Ya no en dos partes, sino en tres.

Máximo camina

Pérez Catán convocó a una caminata y terminó sorprendido por una marea de militantes y adherentes al dasnevsimo, que saben casi tanto como su líder lo que significa exhibir ese poder de convocatoria.

Máximo se juega mucho en los próximos meses: primero, su reelección. Pero también su capacidad de regenerar la confianza en un electorado que, según esas mismas “encuestas”, lo obligaría a remontar de acá al 25 de octubre una cuesta escarpada.

El intendente de Trelew sufre lo que le pasa a muchos gobernantes que buscan la “re”: el desgaste de la gestión. Pero tiene con qué y, sobre todo, con quién. Mario Das Neves lidera cómodo la intención de voto en la ciudad y todos apuestan a que cuando el diputado nacional salga como un toro en la recta final, nada a su paso se interpondrá. Los más optimistas creen Das Neves aportará el oxígeno electoral que podría faltarle al actual intendente.

Además, está intentando darle otro vuelo a su gestión con medidas y obras concretas, algo que le va a dar más resultado que centrar toda su campaña en la “ausencia” del Gobierno provincial en la ciudad.

La gente ya sabe que el vínculo político entre Buzzi y Pérez Catán es irreconciliable, y seguramente pasará las facturas que corresponda cuando llegue la ocasión, pero ahora necesita respuestas y gestión para solucionar sus problemas. Nada más y nada menos.

Por eso, Das Neves no quiere desgastes innecesarios en otras ciudades en donde sus candidatos no son gobierno y necesitan remontar la cuesta. El problema es que sobran candidatos de Chubut Somos Todos. En privado, ya les dijo a todos ellos que no permitirá que haya PASO en ningún lado y que será él quien decida el nombre que encabezará la boleta para la intendencia.

Ya resuelto ese tema en Trelew (Pérez Catán) y Madryn (Ricardo Sastre), hay incertidumbre entre los candidatos de Comodoro Rivadavia, Esquel y Rawson: hay tres lugares para una docena de dirigentes. Esta semana habrá definiciones y, dicen, alguna sorpresa.

Maderna no se cae

El exministro de Familia del gobierno de Martín Buzzi ha logrado en estos meses mantenerse en el candelero con mucha más solvencia de la que muchos le presagiaban. No eran pocos los que el año pasado creían, cuando Maderna se lanzó al ruedo, que su figura de joven recatado, eficiente y militante sería apenas golondrina de un solo verano.

Cuando Mac Karthy anunció que iría por la intendencia de Trelew, Maderna demostró que estaba para luchar palmo a palmo. No sólo siguió juntando las cabezas de muchos punteros del Frente Peronista (la línea interna de Mac Karthy y en la que Maderna se forjó como dirigente), sino que empezó a recibir el apoyo de muchos viejos dirigentes peronistas, alineados con el kirchnerismo pero alejados del Gobierno de Buzzi.

No sorprendió que el viernes, en el multitudinario acto de Maderna, estuvieran en primera fila el ministro de Agricultura de a Nación, Norberto Yauhar; el viceintendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares; el presidente del Concejo Deliberante de Esquel, Horacio “Pitufo” Iturrioz; y concejales de varias ciudades de la provincia.

A casi todos ellos, los une a Maderna su enfrentamiento cada vez más visceral a Buzzi pero también el enojo que les causó que Mac Karthy –según ellos dicen- no se animara a dar el salto y se constituyera como candidato a gobernador para disputarle las PASO al actual mandatario.

Cerca de Maderna admiten que si gana las PASO y después de la intendencia, estos apoyos no serán sólo figurativos. Creen que deberán compartir el gobierno municipal con gente que no pertenece al riñón madernista.

Por eso, aseguran, Maderna se apuró a decir en el discurso que no tiene “padrinos”. La gente aplaudió a rabiar pero algunos de los que estaban en la primera fila ni se inmutaron. La palabra “padrino”, la verdad, no era lo que querían escuchar.

Mac Karthy hace cuentas

El vicegobernador no debe haber quedado muy tranquilo el viernes cuando vio las fotos de los actos de Pérez Catán y Maderna. Es cierto que el peronismo, en cualquiera de sus actuales formas, tiene un poder de convocatoria enorme, aún después de casi doce años de gestión.

Pero Mac Karthy deberá echar mano a un fuerte trabajo de su militancia para empardar lo que el dasnevismo y el madernismo expusieron el otro día. Es verdad que las elecciones no se ganan con actos públicos masivos, pero son un botón de muestra que suele influir mucho en la decisión de otros votantes que nunca salen de sus casas para asistir a un mitin político pero siguen siendo la gran mayoría del electorado.

Mac Karthy es, sin dudas, el que más se juega de acá a las PASO del 9 de agosto. Deberá sortear dos escollos duros si quiere volver a ser intendente y sabe que no puede fallar: Máximo está hecho políticamente y Maderna todavía tiene tiempo. Pero él se juega su carrera y una derrota en las PASO o en las generales convertirá su sueño de ser gobernador en 2019 en una verdadera pesadilla.

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Máximo Pérez Catán y Adrián Maderna convocaron mucha gente el viernes en Trelew, casi a la misma hora.
28 MAR 2015 - 21:42

Los primeros actos públicos a gran escala de dos de los principales aspirantes a quedarse con la intendencia de Trelew, el actual jefe comunal, Máximo Pérez Catán, y el kirchnerista Adrián Maderna, preanuncian una batalla electoral durísima por el control de la segunda ciudad en importancia de Chubut, pero –sin dudas- la mayor caja de resonancia política de la provincia.

A esto habrá que sumarle un cercano lanzamiento de otro peso pesado que intenta terciar por el control de una ciudad clave, el vicegobernador César Gustavo Mac Karthy, que según las “encuestas” que por ahora nadie divulga abiertamente, estaría liderando la intención de voto. Pero no por mucho margen, aseguran también.

Los actos que Pérez Catán y Maderna lideraron el viernes pasado, casi a la misma hora, fueron dos fuertes muestras de poder de convocatoria. Es obvio, también, que el “aparato peronista” goza de buena salud, aunque las circunstancias hacen que mucha militancia que marchó codo a codo en los últimos quince años, ahora deba dividirse por la fuerte división del peronismo trelewense. Ya no en dos partes, sino en tres.

Máximo camina

Pérez Catán convocó a una caminata y terminó sorprendido por una marea de militantes y adherentes al dasnevsimo, que saben casi tanto como su líder lo que significa exhibir ese poder de convocatoria.

Máximo se juega mucho en los próximos meses: primero, su reelección. Pero también su capacidad de regenerar la confianza en un electorado que, según esas mismas “encuestas”, lo obligaría a remontar de acá al 25 de octubre una cuesta escarpada.

El intendente de Trelew sufre lo que le pasa a muchos gobernantes que buscan la “re”: el desgaste de la gestión. Pero tiene con qué y, sobre todo, con quién. Mario Das Neves lidera cómodo la intención de voto en la ciudad y todos apuestan a que cuando el diputado nacional salga como un toro en la recta final, nada a su paso se interpondrá. Los más optimistas creen Das Neves aportará el oxígeno electoral que podría faltarle al actual intendente.

Además, está intentando darle otro vuelo a su gestión con medidas y obras concretas, algo que le va a dar más resultado que centrar toda su campaña en la “ausencia” del Gobierno provincial en la ciudad.

La gente ya sabe que el vínculo político entre Buzzi y Pérez Catán es irreconciliable, y seguramente pasará las facturas que corresponda cuando llegue la ocasión, pero ahora necesita respuestas y gestión para solucionar sus problemas. Nada más y nada menos.

Por eso, Das Neves no quiere desgastes innecesarios en otras ciudades en donde sus candidatos no son gobierno y necesitan remontar la cuesta. El problema es que sobran candidatos de Chubut Somos Todos. En privado, ya les dijo a todos ellos que no permitirá que haya PASO en ningún lado y que será él quien decida el nombre que encabezará la boleta para la intendencia.

Ya resuelto ese tema en Trelew (Pérez Catán) y Madryn (Ricardo Sastre), hay incertidumbre entre los candidatos de Comodoro Rivadavia, Esquel y Rawson: hay tres lugares para una docena de dirigentes. Esta semana habrá definiciones y, dicen, alguna sorpresa.

Maderna no se cae

El exministro de Familia del gobierno de Martín Buzzi ha logrado en estos meses mantenerse en el candelero con mucha más solvencia de la que muchos le presagiaban. No eran pocos los que el año pasado creían, cuando Maderna se lanzó al ruedo, que su figura de joven recatado, eficiente y militante sería apenas golondrina de un solo verano.

Cuando Mac Karthy anunció que iría por la intendencia de Trelew, Maderna demostró que estaba para luchar palmo a palmo. No sólo siguió juntando las cabezas de muchos punteros del Frente Peronista (la línea interna de Mac Karthy y en la que Maderna se forjó como dirigente), sino que empezó a recibir el apoyo de muchos viejos dirigentes peronistas, alineados con el kirchnerismo pero alejados del Gobierno de Buzzi.

No sorprendió que el viernes, en el multitudinario acto de Maderna, estuvieran en primera fila el ministro de Agricultura de a Nación, Norberto Yauhar; el viceintendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares; el presidente del Concejo Deliberante de Esquel, Horacio “Pitufo” Iturrioz; y concejales de varias ciudades de la provincia.

A casi todos ellos, los une a Maderna su enfrentamiento cada vez más visceral a Buzzi pero también el enojo que les causó que Mac Karthy –según ellos dicen- no se animara a dar el salto y se constituyera como candidato a gobernador para disputarle las PASO al actual mandatario.

Cerca de Maderna admiten que si gana las PASO y después de la intendencia, estos apoyos no serán sólo figurativos. Creen que deberán compartir el gobierno municipal con gente que no pertenece al riñón madernista.

Por eso, aseguran, Maderna se apuró a decir en el discurso que no tiene “padrinos”. La gente aplaudió a rabiar pero algunos de los que estaban en la primera fila ni se inmutaron. La palabra “padrino”, la verdad, no era lo que querían escuchar.

Mac Karthy hace cuentas

El vicegobernador no debe haber quedado muy tranquilo el viernes cuando vio las fotos de los actos de Pérez Catán y Maderna. Es cierto que el peronismo, en cualquiera de sus actuales formas, tiene un poder de convocatoria enorme, aún después de casi doce años de gestión.

Pero Mac Karthy deberá echar mano a un fuerte trabajo de su militancia para empardar lo que el dasnevismo y el madernismo expusieron el otro día. Es verdad que las elecciones no se ganan con actos públicos masivos, pero son un botón de muestra que suele influir mucho en la decisión de otros votantes que nunca salen de sus casas para asistir a un mitin político pero siguen siendo la gran mayoría del electorado.

Mac Karthy es, sin dudas, el que más se juega de acá a las PASO del 9 de agosto. Deberá sortear dos escollos duros si quiere volver a ser intendente y sabe que no puede fallar: Máximo está hecho políticamente y Maderna todavía tiene tiempo. Pero él se juega su carrera y una derrota en las PASO o en las generales convertirá su sueño de ser gobernador en 2019 en una verdadera pesadilla.


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