Insólito: para representar al país, los atletas deben pagarse todo, hasta la indumentaria

La situación no es nada nueva. Y se agrava en los deportes menos conocidos o no tan tradicionales que tienen poco espacio en los medios. Actualmente, salvo los respaldos de Chubut Deportes, se padece la falta de apoyo de las Federaciones nacionales que no se hacen cargo de nada, aunque los atletas representen al país.

Layla González en el río, su hábitat natural. La palista capitalina tiene que competir en Ecuador. La FAC no se hace cargo de nada.
30 MAR 2015 - 21:28 | Actualizado

Por Juan Miguel Bigrevich

Es insólito. Los atletas que quieren competir a nivel internacional, incluso si son representantes de nuestro país, deben pagarse sus costos. Ello se desprende de los correos electrónicos y notas que recibe diariamente Ricardo Fueyo, el titular de Chubut Deportes, cada vez que anuncia que alguno de los destacados deportistas sale a competir, tanto a nivel nacional como afuera de las fronteras argentinas, con grandes chances de hacer podio u obtener alguna que otra medalla. El último caso emblemático es el de la palista Layla González. La capitalina es, potencialmente, una corredora de elite y tiene grandes chances en el campeonato Sudamericano que se desarrollará en Ecuador este año, certamen en donde clasificó ante sus pares. Sin embargo, ni la FAC (Federación Argentina de Canoas) ni la secretaría de Deportes de Nación le tienen garantizado el cupo. La pregunta es ¿por qué?. Muy sencillo. Para la categoría donde participa Layla, que es la de Cadetes, no hay plata. Esa fue la respuesta de la mencionada FAC a Chubut Deportes al sostener que a excepción de las categorías Junior, Sub 23 y Senior (esta, a cargo del ENARD), “el costo del viaje para la categoría Cadete no cuenta con apoyo estatal y deberá ser afrontado por los atletas”. Pero no sólo es el viaje. También hay que pagar el alojamiento, la comida y la indumentaria.

Lo mismo sucede con aquellos atletas que quieren –y tienen- que practicar en el CENARD como un paso obligatorio para competir fronteras afuera: también deben abonar los días que se alojan allí.

Y esta situación no es nueva. Pasó con el judo, con deportistas rankeados a nivel continental. Lo mismo con el futsal. Otro tanto con el atletismo.

Ante ello, otra pregunta se cae de madura. ¿Para qué se los selecciona, si después ni la Federación a la que representa o el país no se hacen cargo de los gastos mínimos y se tiene que peregrinar en busca de limosnas, no sólo los protagonistas directos, sino también los indirectos, como son sus familiares?

En incontables ocasiones se ha cuestionado la falta de política de Estado en el aspecto deportivo en Argentina. Dejando de lado aquellos deportes hiperprofesionales, en donde el fútbol es el ícono más visible, la mayoría de las disciplinas son básicamente arrestos individuales. Y será por ello que nos emocionamos hasta la médula cuando ganan.

Por supuesto que sí existen aportes gubernamentales. Desde hace casi una década a la fecha, el organismo que rige las actividades deportivas en Chubut ha estado -con errores y virtudes- presente en todo tipo de actividad que concierne en su ámbito.

Pero no abusemos. Se puede aceptar que en las eliminatorias locales de los Juegos Evita, cada provincia aporte la mayor parte del dinero, como sucede en realidad; pero cuando se va con la celeste y blanca en el pecho no hay excusa alguna para justificar que no existe la sponsorización suficiente para solventar los gastos de toda -y no de una parte- de esa delegación. O la promesa, obviamente inconclusa, que se reintegrarán los gastos, después que los mismos atletas hagan el depósito. Un hecho absolutamente incierto y los ejemplos de las últimas promesas no avalan esa posibilidad.

Nadie quiere hacer de esta triste situación una especie de chauvinismo regional. Pero con las ilusiones de la gente no se juega. En todo caso que desde las Federaciones, cuyas decisiones maduras brillan por su ausencia, tomen una decisión. No prometan lo que no van a cumplir. O se participa con todo el apoyo en los torneos internacionales o no se efectúan ni eliminatorias y cada provincia envía sus representantes. Total, si ya se hacen cargo de los gastos y de las ausencias y falta de apoyo.

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Layla González en el río, su hábitat natural. La palista capitalina tiene que competir en Ecuador. La FAC no se hace cargo de nada.
30 MAR 2015 - 21:28

Por Juan Miguel Bigrevich

Es insólito. Los atletas que quieren competir a nivel internacional, incluso si son representantes de nuestro país, deben pagarse sus costos. Ello se desprende de los correos electrónicos y notas que recibe diariamente Ricardo Fueyo, el titular de Chubut Deportes, cada vez que anuncia que alguno de los destacados deportistas sale a competir, tanto a nivel nacional como afuera de las fronteras argentinas, con grandes chances de hacer podio u obtener alguna que otra medalla. El último caso emblemático es el de la palista Layla González. La capitalina es, potencialmente, una corredora de elite y tiene grandes chances en el campeonato Sudamericano que se desarrollará en Ecuador este año, certamen en donde clasificó ante sus pares. Sin embargo, ni la FAC (Federación Argentina de Canoas) ni la secretaría de Deportes de Nación le tienen garantizado el cupo. La pregunta es ¿por qué?. Muy sencillo. Para la categoría donde participa Layla, que es la de Cadetes, no hay plata. Esa fue la respuesta de la mencionada FAC a Chubut Deportes al sostener que a excepción de las categorías Junior, Sub 23 y Senior (esta, a cargo del ENARD), “el costo del viaje para la categoría Cadete no cuenta con apoyo estatal y deberá ser afrontado por los atletas”. Pero no sólo es el viaje. También hay que pagar el alojamiento, la comida y la indumentaria.

Lo mismo sucede con aquellos atletas que quieren –y tienen- que practicar en el CENARD como un paso obligatorio para competir fronteras afuera: también deben abonar los días que se alojan allí.

Y esta situación no es nueva. Pasó con el judo, con deportistas rankeados a nivel continental. Lo mismo con el futsal. Otro tanto con el atletismo.

Ante ello, otra pregunta se cae de madura. ¿Para qué se los selecciona, si después ni la Federación a la que representa o el país no se hacen cargo de los gastos mínimos y se tiene que peregrinar en busca de limosnas, no sólo los protagonistas directos, sino también los indirectos, como son sus familiares?

En incontables ocasiones se ha cuestionado la falta de política de Estado en el aspecto deportivo en Argentina. Dejando de lado aquellos deportes hiperprofesionales, en donde el fútbol es el ícono más visible, la mayoría de las disciplinas son básicamente arrestos individuales. Y será por ello que nos emocionamos hasta la médula cuando ganan.

Por supuesto que sí existen aportes gubernamentales. Desde hace casi una década a la fecha, el organismo que rige las actividades deportivas en Chubut ha estado -con errores y virtudes- presente en todo tipo de actividad que concierne en su ámbito.

Pero no abusemos. Se puede aceptar que en las eliminatorias locales de los Juegos Evita, cada provincia aporte la mayor parte del dinero, como sucede en realidad; pero cuando se va con la celeste y blanca en el pecho no hay excusa alguna para justificar que no existe la sponsorización suficiente para solventar los gastos de toda -y no de una parte- de esa delegación. O la promesa, obviamente inconclusa, que se reintegrarán los gastos, después que los mismos atletas hagan el depósito. Un hecho absolutamente incierto y los ejemplos de las últimas promesas no avalan esa posibilidad.

Nadie quiere hacer de esta triste situación una especie de chauvinismo regional. Pero con las ilusiones de la gente no se juega. En todo caso que desde las Federaciones, cuyas decisiones maduras brillan por su ausencia, tomen una decisión. No prometan lo que no van a cumplir. O se participa con todo el apoyo en los torneos internacionales o no se efectúan ni eliminatorias y cada provincia envía sus representantes. Total, si ya se hacen cargo de los gastos y de las ausencias y falta de apoyo.


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