La abuela del placard: a siete meses de intriga y misterio en torno al crimen de una anciana

Fue encontrada muerta dentro de un placard, en su propia casa a principios de septiembre del 2014. Los investigadores aseguran que nadie forzó la puerta de entrada y el lugar estaba en orden. La defensa pública y un juez rechazaron el pedido para cotejar ADN de 20 personas del entorno.

11 ABR 2015 - 21:30 | Actualizado

El crimen de una anciana de 81 años ocurrido a principios de setiembre del año pasado en Puerto Madryn sigue sin resolverse, después que la justicia desestimara hace un tiempo la realización de exámenes de comparación genéticos para dar con posibles sospechosos. El caso lleva más de siete meses sin que se produjesen detenciones durante este tiempo y ahora las pesquisas están direccionadas a buscar rastros de ADN en distintos elementos que fueron secuestrados en el marco de la investigación.

En su departamento

María Elba Pigoni tenía 81 años, vivía sola en un departamento ubicado en el edificio que se levanta en Roca y Gales, a pocos metros de la costa madrynense. En los primeros días de septiembre del año pasado personas allegadas a la mujer denunciaron que se había ausentando de su hogar y la policía puso en marcha el protocolo de búsqueda.

En busca de elementos que pudieran servir para dar con el paradero de la mujer, la policía visitó el departamento que habitaba y al realizar una inspección ocular en el lugar, dentro de un placard encontraron el cuerpo ya sin vida de la anciana. María Elva tenía varias lesiones, entre ellas golpes en la cabeza y al momento del hallazgo llevaba por lo menos 12 horas muerta. Los ingresos al departamento no habían sido forzados, y en el lugar no se observaba ni desorden ni elementos rotos ni faltantes.

No faltaba nada

Si bien los investigadores no descartan ninguna hipótesis, la posibilidad de que el móvil del crimen fuera un robo parece la menos probable, en principio porque el o los asesinos accedieron al lugar sin forzar ingresos, pero además no se encontraron huellas digitales ni tampoco era notorio el faltante del algún elemento. Un dato que profundiza la idea de que no fue un robo, es que debajo del cadáver de la anciana estaba una cartera de la víctima con dinero en su interior y un comprobante de una reciente extracción bancaria.

La Fiscalía confirmó que a los fines de la investigación se pudieron recolectar muestras de ADN de las uñas de la víctima, que pudieran determinar el perfil del criminal y por ese motivo desde la Fiscalía se solicitó la extracción de muestras de ADN a 20 personas que pudieran haber tenido alguna relación con el hecho para cotejar los resultados con el material obtenido de las uñas de la mujer. El pedido incluía a familiares de Pigoni, y personas que pudieran haber tenido acceso al edificio, ya sea inquilinos o bien personal que hubiera realizado tareas dentro del mismo.

No a la extracción de ADN

Desde la Defensoría Oficial se opusieron a esa media por cuanto entendían que para pedir la extracción de ADN a partir de una muestra de saliva, primero se debía imputar por el homicidio a algunas de las personas. El tema se planteó en una audiencia realizada en los tribunales de Puerto Madryn y el Juez que intervino hizo lugar al planteo de la Defensoría Oficial, decisión que no es impugnable.

Sin voluntad

Uno de los investigadores consultados, indicó que más allá del revés que supone la imposibilidad de avanzar en esa línea, llama la atención que ninguna de las personas que pudieran haber sido involucradas, en especial la familia de la víctima, hubiera querido realizar el examen en forma voluntaria y además indicó que tampoco han concurrido a las audiencias del caso. Una cuestión que aumenta las sospechas y la controversia en el caso que conmovió a la ciudad del Golfo, a mediados del año pasado.

Nuevas medidas

Sin elementos para imputar a posibles sospechosos y ante la negativa del juez que interviene en la causa de permitir la extracción de muestras de personas vinculadas al entorno de la víctima, ahora la Fiscalía busca apoyarse en aquellos elementos secuestrados en el marco de la investigación, para establecer si existen allí patrones genéticos que pudieran orientar la investigación.

La Fiscal Angélica Cárcano, que interviene en el hecho, dijo a Jornada que “por el momento no hay novedades, estamos viendo de pedir una nueva autorización para realizar comparaciones genéticas, en este caso con otros elementos”.

Una muerte violenta

La Policía cree que la o las personas que pudieran haber participado del crimen de la anciana tenían acceso al departamento, o bien porque tenían la llave del mismo o bien porque la misma dueña les abrió la puerta aquel fatídico día.

María Elva Pigoni era oriunda de Buenos Aires, pero hacía muchos años que vivía en Puerto Madryn y habitaba en soledad el departamento ubicado a pocos metros del mar, con entrada sobre calle Roca 608, tras la muerte de su marido.

Según los resultados de la autopsia realizada por el médico forense Herminio González, el cuerpo de la anciana tenía al menos cuatro lesiones de consideración, entre ellas una en la cabeza con herida sangrante, aunque la causa del deceso fue un golpe en la base del cráneo.

¿Y ahora?

En este marco, ahora crecen las expectativas respecto de cómo pueda continuar esta causa. Al parecer era más difícil de lo que se creía averiguar al menos un dato vinculado a un homicidio ocurrido en un punto neurálgico de la ciudad, en un departamento con vecinos muy cerca, con personal del edificio, con una familia y con medidas de seguridad.

Una muerte traumática, una abuela que terminó su vida de la peor manera y un sistema judicial que pone situaciones que dificultan la búsqueda de la verdad.

No hay imputados, pero porque no hay ningún elemento. Dónde están los indicios, sería la pregunta de algún interesado en saber qué pasó. O bien dónde estuvieron.#

La Policía cree que la o las personas que pudieran haber participado del crimen de la anciana tenían acceso al departamento, o bien que tenían la llave que permite entrar al departamento de la calle Roca.

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11 ABR 2015 - 21:30

El crimen de una anciana de 81 años ocurrido a principios de setiembre del año pasado en Puerto Madryn sigue sin resolverse, después que la justicia desestimara hace un tiempo la realización de exámenes de comparación genéticos para dar con posibles sospechosos. El caso lleva más de siete meses sin que se produjesen detenciones durante este tiempo y ahora las pesquisas están direccionadas a buscar rastros de ADN en distintos elementos que fueron secuestrados en el marco de la investigación.

En su departamento

María Elba Pigoni tenía 81 años, vivía sola en un departamento ubicado en el edificio que se levanta en Roca y Gales, a pocos metros de la costa madrynense. En los primeros días de septiembre del año pasado personas allegadas a la mujer denunciaron que se había ausentando de su hogar y la policía puso en marcha el protocolo de búsqueda.

En busca de elementos que pudieran servir para dar con el paradero de la mujer, la policía visitó el departamento que habitaba y al realizar una inspección ocular en el lugar, dentro de un placard encontraron el cuerpo ya sin vida de la anciana. María Elva tenía varias lesiones, entre ellas golpes en la cabeza y al momento del hallazgo llevaba por lo menos 12 horas muerta. Los ingresos al departamento no habían sido forzados, y en el lugar no se observaba ni desorden ni elementos rotos ni faltantes.

No faltaba nada

Si bien los investigadores no descartan ninguna hipótesis, la posibilidad de que el móvil del crimen fuera un robo parece la menos probable, en principio porque el o los asesinos accedieron al lugar sin forzar ingresos, pero además no se encontraron huellas digitales ni tampoco era notorio el faltante del algún elemento. Un dato que profundiza la idea de que no fue un robo, es que debajo del cadáver de la anciana estaba una cartera de la víctima con dinero en su interior y un comprobante de una reciente extracción bancaria.

La Fiscalía confirmó que a los fines de la investigación se pudieron recolectar muestras de ADN de las uñas de la víctima, que pudieran determinar el perfil del criminal y por ese motivo desde la Fiscalía se solicitó la extracción de muestras de ADN a 20 personas que pudieran haber tenido alguna relación con el hecho para cotejar los resultados con el material obtenido de las uñas de la mujer. El pedido incluía a familiares de Pigoni, y personas que pudieran haber tenido acceso al edificio, ya sea inquilinos o bien personal que hubiera realizado tareas dentro del mismo.

No a la extracción de ADN

Desde la Defensoría Oficial se opusieron a esa media por cuanto entendían que para pedir la extracción de ADN a partir de una muestra de saliva, primero se debía imputar por el homicidio a algunas de las personas. El tema se planteó en una audiencia realizada en los tribunales de Puerto Madryn y el Juez que intervino hizo lugar al planteo de la Defensoría Oficial, decisión que no es impugnable.

Sin voluntad

Uno de los investigadores consultados, indicó que más allá del revés que supone la imposibilidad de avanzar en esa línea, llama la atención que ninguna de las personas que pudieran haber sido involucradas, en especial la familia de la víctima, hubiera querido realizar el examen en forma voluntaria y además indicó que tampoco han concurrido a las audiencias del caso. Una cuestión que aumenta las sospechas y la controversia en el caso que conmovió a la ciudad del Golfo, a mediados del año pasado.

Nuevas medidas

Sin elementos para imputar a posibles sospechosos y ante la negativa del juez que interviene en la causa de permitir la extracción de muestras de personas vinculadas al entorno de la víctima, ahora la Fiscalía busca apoyarse en aquellos elementos secuestrados en el marco de la investigación, para establecer si existen allí patrones genéticos que pudieran orientar la investigación.

La Fiscal Angélica Cárcano, que interviene en el hecho, dijo a Jornada que “por el momento no hay novedades, estamos viendo de pedir una nueva autorización para realizar comparaciones genéticas, en este caso con otros elementos”.

Una muerte violenta

La Policía cree que la o las personas que pudieran haber participado del crimen de la anciana tenían acceso al departamento, o bien porque tenían la llave del mismo o bien porque la misma dueña les abrió la puerta aquel fatídico día.

María Elva Pigoni era oriunda de Buenos Aires, pero hacía muchos años que vivía en Puerto Madryn y habitaba en soledad el departamento ubicado a pocos metros del mar, con entrada sobre calle Roca 608, tras la muerte de su marido.

Según los resultados de la autopsia realizada por el médico forense Herminio González, el cuerpo de la anciana tenía al menos cuatro lesiones de consideración, entre ellas una en la cabeza con herida sangrante, aunque la causa del deceso fue un golpe en la base del cráneo.

¿Y ahora?

En este marco, ahora crecen las expectativas respecto de cómo pueda continuar esta causa. Al parecer era más difícil de lo que se creía averiguar al menos un dato vinculado a un homicidio ocurrido en un punto neurálgico de la ciudad, en un departamento con vecinos muy cerca, con personal del edificio, con una familia y con medidas de seguridad.

Una muerte traumática, una abuela que terminó su vida de la peor manera y un sistema judicial que pone situaciones que dificultan la búsqueda de la verdad.

No hay imputados, pero porque no hay ningún elemento. Dónde están los indicios, sería la pregunta de algún interesado en saber qué pasó. O bien dónde estuvieron.#

La Policía cree que la o las personas que pudieran haber participado del crimen de la anciana tenían acceso al departamento, o bien que tenían la llave que permite entrar al departamento de la calle Roca.


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