Fernando Álvarez: “es una cosa que suena a chiste”

El titular de Conarpesa y las revelaciones que emergen en el juicio por el asesinato de “Cacho” Espinosa.

“Los beneficiarios fueron los socios”, dijo Álvarez.
11 ABR 2015 - 21:50 | Actualizado

El lunes finalizará la ronda de testimonios en el marco del juicio por la muerte del empresario pesquero Raúl “Cacho” Espinosa, ocurrido el 30 de enero del 2003 y por el cual están siendo juzgados José Domingo Segundo, José Remigio Guevara y Ademar Araujo. Mucha tela para cortar dejaron los testigos que declararon en la última semana, aspecto que generó cambios sustanciales en las hipótesis que se manejaban hasta el momento. Con un seguimiento realizado por las publicaciones que se realizan de las audiencias, el empresario pesquero Fernando Álvarez, presidente de Conarpesa, declaró en el programa “Esta Boca es Mía” (FM Tiempo 99.1MHZ) que “estoy asombrado, es una cosa que suena a chiste”. En sus declaraciones dejó definiciones precisas sobre sus conjeturas respeto al caso, apuntando directamente a los socios del asesinado empresario, así como también reconociendo que su padre tenía una enemistad creciente con Espinosa pero no como para ordenar su muerte. El apellido Álvarez estuvo vinculado a la causa durante el proceso de instrucción, aspecto que recordó el titular de la empresa pesquera: “Me viven involucrando esta mujer (Lorena Gabarrús) o los ex socios de San Isidro. Espero que se acabe”, agregando que “confío en la justicia. En estos 12 años los jueces que recusaron es porque querían hacer su trabajo”. En la mirada que tiene respecto al juicio que se ventila en la Cámara del Crimen de Puerto Madryn, Álvarez afirmó que “hay un fiscal que no lo deben poder comprar y ahora es malo. Entonces hay que sacarlo para poder encontrar otro para comprarlo”. Asimismo, evaluó las testimoniales surgidas en la última semana, que modificaron lo conocido durante el proceso de instrucción, sosteniendo que “por las últimas declaraciones deben estar pensando que le pagué a los testigos, que le estoy pagando a todo el mundo”. Junto a ello remarcó que la muerte de Espinosa “no es un tema agradable” porque “mancha mi reputación”, aunque en un análisis fino de las declaraciones testimoniales afirmó: “Lorena (Gabarrús) en su declaración de 12 años recuerda que estaba Araujo y lo reconoce, la mamá también. Me da bronca y me suena a chiste. Confío en la justicia y que dictamine lo que tenga que dictaminar”. “Imagino que –prosiguió- los jueces se darán cuenta que es un intento de montaje que no tiene ni pie ni cabeza”. Junto a ello, denunció que la causa y la instrucción han sido “un delirio” porque “en vez de dedicarse a investigar quién fue el culpable, con la anuencia de los fiscales de ese momento, desviaron la investigación y acusación para mi entorno. Entiendo que están despistando la búsqueda de la verdad”. En línea argumentativa Álvarez se refirió al arma de fuego y la camiseta secuestrada el día posterior a la muerte de uno de los dueños de Pesquera San Isidro. “Que digan que el arma aparece con una remera de Conarpesa suena a chiste o como este hombre que lo obligaron a decir que se juntaron en una casa a comprar un arma donde estaba Guevara, Araujo, estaban todos y que le tiraron un portafolio de Conarpesa me suena chiste. Lo mismo con que el arma era un arma y ahora que no lo era. Yo sabía desde un principio porque me lo dijo mi abogado y que la remera no tiene nada que ver con Conarpesa… Sólo faltaba que dijera Lorena (Gabarrús) que ese día yo estaba mirando. Menos mal que no pueden decir eso porque a “Cacho” lo asesinaron a las 22 y yo a las 21:45 estaba en Lima (Perú) tomando un vuelo de regreso a Puerto Madryn”.

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“Los beneficiarios fueron los socios”, dijo Álvarez.
11 ABR 2015 - 21:50

El lunes finalizará la ronda de testimonios en el marco del juicio por la muerte del empresario pesquero Raúl “Cacho” Espinosa, ocurrido el 30 de enero del 2003 y por el cual están siendo juzgados José Domingo Segundo, José Remigio Guevara y Ademar Araujo. Mucha tela para cortar dejaron los testigos que declararon en la última semana, aspecto que generó cambios sustanciales en las hipótesis que se manejaban hasta el momento. Con un seguimiento realizado por las publicaciones que se realizan de las audiencias, el empresario pesquero Fernando Álvarez, presidente de Conarpesa, declaró en el programa “Esta Boca es Mía” (FM Tiempo 99.1MHZ) que “estoy asombrado, es una cosa que suena a chiste”. En sus declaraciones dejó definiciones precisas sobre sus conjeturas respeto al caso, apuntando directamente a los socios del asesinado empresario, así como también reconociendo que su padre tenía una enemistad creciente con Espinosa pero no como para ordenar su muerte. El apellido Álvarez estuvo vinculado a la causa durante el proceso de instrucción, aspecto que recordó el titular de la empresa pesquera: “Me viven involucrando esta mujer (Lorena Gabarrús) o los ex socios de San Isidro. Espero que se acabe”, agregando que “confío en la justicia. En estos 12 años los jueces que recusaron es porque querían hacer su trabajo”. En la mirada que tiene respecto al juicio que se ventila en la Cámara del Crimen de Puerto Madryn, Álvarez afirmó que “hay un fiscal que no lo deben poder comprar y ahora es malo. Entonces hay que sacarlo para poder encontrar otro para comprarlo”. Asimismo, evaluó las testimoniales surgidas en la última semana, que modificaron lo conocido durante el proceso de instrucción, sosteniendo que “por las últimas declaraciones deben estar pensando que le pagué a los testigos, que le estoy pagando a todo el mundo”. Junto a ello remarcó que la muerte de Espinosa “no es un tema agradable” porque “mancha mi reputación”, aunque en un análisis fino de las declaraciones testimoniales afirmó: “Lorena (Gabarrús) en su declaración de 12 años recuerda que estaba Araujo y lo reconoce, la mamá también. Me da bronca y me suena a chiste. Confío en la justicia y que dictamine lo que tenga que dictaminar”. “Imagino que –prosiguió- los jueces se darán cuenta que es un intento de montaje que no tiene ni pie ni cabeza”. Junto a ello, denunció que la causa y la instrucción han sido “un delirio” porque “en vez de dedicarse a investigar quién fue el culpable, con la anuencia de los fiscales de ese momento, desviaron la investigación y acusación para mi entorno. Entiendo que están despistando la búsqueda de la verdad”. En línea argumentativa Álvarez se refirió al arma de fuego y la camiseta secuestrada el día posterior a la muerte de uno de los dueños de Pesquera San Isidro. “Que digan que el arma aparece con una remera de Conarpesa suena a chiste o como este hombre que lo obligaron a decir que se juntaron en una casa a comprar un arma donde estaba Guevara, Araujo, estaban todos y que le tiraron un portafolio de Conarpesa me suena chiste. Lo mismo con que el arma era un arma y ahora que no lo era. Yo sabía desde un principio porque me lo dijo mi abogado y que la remera no tiene nada que ver con Conarpesa… Sólo faltaba que dijera Lorena (Gabarrús) que ese día yo estaba mirando. Menos mal que no pueden decir eso porque a “Cacho” lo asesinaron a las 22 y yo a las 21:45 estaba en Lima (Perú) tomando un vuelo de regreso a Puerto Madryn”.


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