Junto a Hollande y Putin, Armenia recordó el centenario del genocidio

Autoridades de Armenia, acompañadas por los presidentes de Rusia y Francia junto a enviados de decenas de países, conmemoraron hoy el centenario de la matanza de 1,5 millones de armenios por la Turquía otomana.

24 ABR 2015 - 13:34 | Actualizado

Durante un acto celebrado en la capital armenia, Ereván, en el memorial del genocidio, el presidente francés, Franocis Hollande, urgió a la Turquía moderna, la heredera política del Imperio Otomano, reconocer las masacres como genocidio.

"Se han dicho palabras importantes en Turquía, pero hay otras que aún se esperan, para que el dolor compartido pueda convertirse en destino compartido", dijo Hollande ante la audiencia, que incluía también a los gobernantes de Serbia y Chipre y a delegados de unos 60 países.

Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que su país está firme junto a la ex soviética Armenia, que sigue siendo un estrecho aliado de Moscú en la región.

"No hay ni puede haber justificación para los asesinatos en masa", dijo Putin antes de recibir una ovación de pie de los presentes.

El mandatario ruso aprovechó su discurso para advertir de los peligros del nacionalismo y la "rusofobia", en una clara alusión al gobierno nacionalista y pro occidental de Ucrania, con el que mantiene una disputa por el conflicto separatista en el este rusoparlante de ese país.

Más temprano, caminando bajo una tenua lluvia, los líderes extranjeros depositaron cada uno una flor amarilla en una corona de flores en el memorial que recuerda a las víctimas, que está ubicado sobre una colina que domina Ereván.

"Estoy agradecido a todos aquellos que están aquí para confirmar una vez más su compromiso con los valores humanos, para decir que nada se olvida, que, después de 100 años, todavía recordamos", dijo el presidente armenio, Serge Sargsian a sus invitados, según informó la cadena BBC.

Pero el limitado número de dignatarios extranjeros que asistieron a la ceremonia evidenció la falta de consenso internacional en torno a los esfuerzos de décadas de Armenia para que las masacres sean reconocidas como genocidio, algo que sólo han hecho una veintena de países, entre ellos Argentina.

La conmemoración anual del 24 de abril recuerda el día en que unos 250 intelectuales armenios fueron arrestados en la entonces Constantinopla, la actual Estambul, en lo que se considera el primer paso antes de las masacres ocurridas entre 1915 y 1917, en los años de la Primera Guerra Mundial.

Se estima que hasta 1,5 millones de armenios murieron en fusilamientos o deportaciones forzadas que comenzaron en 1915 ante los temores de la oficialidad otomana de que los armenios, que son cristianos, se aliaran, como muchos lo hicieron, con la Rusia zarista, enemiga del Imperio Otomano en el conflicto.

La mayoría de los historiadores occidentales consideran las matanzas un genocidio, pero la moderna Turquía lo rechaza vehementemente. Ankara afirma que los muertos fueron 500.000, pero dice que en el marco de una guerra civil desatada por la agresión del Imperio ruso.

En vísperas del centenario, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, insistió en que los ancestros de su nación nunca cometieron un genocidio.

Ayer, la Iglesia armenia confirió la santidad a las víctimas del genocidio en la que se considera el mayor servicio de canonización de la historia.

Hoy, Erdogan y líderes extranjeros de sus antiguos aliados durante la Primera Guerra Mundial rindieron tributo a decenas de miles de personas muertas en la Batalla de Galípoli, desatando acusaciones de Armenia de que el acto buscó restarle atención a las ceremonias en Ereván.

Sin embargo, en un hecho sin precedentes, el ministro turco para los Asuntos Europeos, Volkan Bozkir, asistió a una misa en una iglesia armenia de Estambul para conmemorar las masacres, mientras que Erdogan reiteró sus "condolencias" a los descendientes de las víctimas.

"Nuestros corazones siguen completamente abiertos a los nietos de los armenios otomanos alrededor del mundo", dijo el presidente turco en un comunicado.

Unos 100 manifestantes realizaron una marcha por Estambul, exigiendo al gobierno que reconozca el genocidio.

La manifestación, convocada por grupos de derechos humanos turcos e internacionales, se hizo frente a una antigua prisión donde fueron encerrados los intelectuales y líderes de la comunidad armenia el 24 de abril de 1915.

En Ereván, cientos de miles de personas participaron de una procesión hacia el memorial del genocidio -el monumento más visitado del país- llevando velas y flores para depositarlas bajo la llama eterna.

Desde Nueva York a París y Beirut, miles de miembros de la enorme diáspora armenia generada por las matanzas también recordaron el centenario.

Decenas de miles de libaneses de ascendencia armenia marcharon por Beirut desde una iglesia armenia hasta un estadio de fútbol donde se celebró un servicio religioso.

Unas 500 personas asistieron a una misa en la catedral armenia de San Juan en Jerusalén, mientras que otras 200 se manifestaron frente a la embajada de Turquía en Jerusalén este.

En Teherán, más de 1.000 personas protestaron frente a la embajada turca, con pancartas que decían "Reconozcan el genocidio armenio" y "Turquía, no lo niegues".

En Bulgaria, el Parlamento reconoció hoy por primera vez el asesinato masivo de armenios, pero evitó utilizar la palabra genocidio.

En Alemania, desafiando la previsible ira de Turquía, el presidente Joachim Gauck condenó ayer las masacres como un genocidio, convirtiéndose en el primer funcionario alemán en hacerlo.

Además, el Parlamento alemán comenzó a debatir hoy una resolución apoyada por el gobierno en la que se define los hechos como un genocidio.

La semana pasad, Ankara llamó a consultas a su embajador en Viena luego de que los diputados de Austria aprobaran otra resolución que usó la palabra genocidio.

Anoche, el presidente estadounidense, Barack Obama, condenó la "terrible carnicería" de los armenios otomanos pero volvió a evitar referirse a los hechos como genocidio.

Este mes, Ankara también llamó a consultas a su embajador en el Vaticano luego de que el papa Francisco describiera las matanzas como "el primer genocidio del siglo XX".

24 ABR 2015 - 13:34

Durante un acto celebrado en la capital armenia, Ereván, en el memorial del genocidio, el presidente francés, Franocis Hollande, urgió a la Turquía moderna, la heredera política del Imperio Otomano, reconocer las masacres como genocidio.

"Se han dicho palabras importantes en Turquía, pero hay otras que aún se esperan, para que el dolor compartido pueda convertirse en destino compartido", dijo Hollande ante la audiencia, que incluía también a los gobernantes de Serbia y Chipre y a delegados de unos 60 países.

Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que su país está firme junto a la ex soviética Armenia, que sigue siendo un estrecho aliado de Moscú en la región.

"No hay ni puede haber justificación para los asesinatos en masa", dijo Putin antes de recibir una ovación de pie de los presentes.

El mandatario ruso aprovechó su discurso para advertir de los peligros del nacionalismo y la "rusofobia", en una clara alusión al gobierno nacionalista y pro occidental de Ucrania, con el que mantiene una disputa por el conflicto separatista en el este rusoparlante de ese país.

Más temprano, caminando bajo una tenua lluvia, los líderes extranjeros depositaron cada uno una flor amarilla en una corona de flores en el memorial que recuerda a las víctimas, que está ubicado sobre una colina que domina Ereván.

"Estoy agradecido a todos aquellos que están aquí para confirmar una vez más su compromiso con los valores humanos, para decir que nada se olvida, que, después de 100 años, todavía recordamos", dijo el presidente armenio, Serge Sargsian a sus invitados, según informó la cadena BBC.

Pero el limitado número de dignatarios extranjeros que asistieron a la ceremonia evidenció la falta de consenso internacional en torno a los esfuerzos de décadas de Armenia para que las masacres sean reconocidas como genocidio, algo que sólo han hecho una veintena de países, entre ellos Argentina.

La conmemoración anual del 24 de abril recuerda el día en que unos 250 intelectuales armenios fueron arrestados en la entonces Constantinopla, la actual Estambul, en lo que se considera el primer paso antes de las masacres ocurridas entre 1915 y 1917, en los años de la Primera Guerra Mundial.

Se estima que hasta 1,5 millones de armenios murieron en fusilamientos o deportaciones forzadas que comenzaron en 1915 ante los temores de la oficialidad otomana de que los armenios, que son cristianos, se aliaran, como muchos lo hicieron, con la Rusia zarista, enemiga del Imperio Otomano en el conflicto.

La mayoría de los historiadores occidentales consideran las matanzas un genocidio, pero la moderna Turquía lo rechaza vehementemente. Ankara afirma que los muertos fueron 500.000, pero dice que en el marco de una guerra civil desatada por la agresión del Imperio ruso.

En vísperas del centenario, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, insistió en que los ancestros de su nación nunca cometieron un genocidio.

Ayer, la Iglesia armenia confirió la santidad a las víctimas del genocidio en la que se considera el mayor servicio de canonización de la historia.

Hoy, Erdogan y líderes extranjeros de sus antiguos aliados durante la Primera Guerra Mundial rindieron tributo a decenas de miles de personas muertas en la Batalla de Galípoli, desatando acusaciones de Armenia de que el acto buscó restarle atención a las ceremonias en Ereván.

Sin embargo, en un hecho sin precedentes, el ministro turco para los Asuntos Europeos, Volkan Bozkir, asistió a una misa en una iglesia armenia de Estambul para conmemorar las masacres, mientras que Erdogan reiteró sus "condolencias" a los descendientes de las víctimas.

"Nuestros corazones siguen completamente abiertos a los nietos de los armenios otomanos alrededor del mundo", dijo el presidente turco en un comunicado.

Unos 100 manifestantes realizaron una marcha por Estambul, exigiendo al gobierno que reconozca el genocidio.

La manifestación, convocada por grupos de derechos humanos turcos e internacionales, se hizo frente a una antigua prisión donde fueron encerrados los intelectuales y líderes de la comunidad armenia el 24 de abril de 1915.

En Ereván, cientos de miles de personas participaron de una procesión hacia el memorial del genocidio -el monumento más visitado del país- llevando velas y flores para depositarlas bajo la llama eterna.

Desde Nueva York a París y Beirut, miles de miembros de la enorme diáspora armenia generada por las matanzas también recordaron el centenario.

Decenas de miles de libaneses de ascendencia armenia marcharon por Beirut desde una iglesia armenia hasta un estadio de fútbol donde se celebró un servicio religioso.

Unas 500 personas asistieron a una misa en la catedral armenia de San Juan en Jerusalén, mientras que otras 200 se manifestaron frente a la embajada de Turquía en Jerusalén este.

En Teherán, más de 1.000 personas protestaron frente a la embajada turca, con pancartas que decían "Reconozcan el genocidio armenio" y "Turquía, no lo niegues".

En Bulgaria, el Parlamento reconoció hoy por primera vez el asesinato masivo de armenios, pero evitó utilizar la palabra genocidio.

En Alemania, desafiando la previsible ira de Turquía, el presidente Joachim Gauck condenó ayer las masacres como un genocidio, convirtiéndose en el primer funcionario alemán en hacerlo.

Además, el Parlamento alemán comenzó a debatir hoy una resolución apoyada por el gobierno en la que se define los hechos como un genocidio.

La semana pasad, Ankara llamó a consultas a su embajador en Viena luego de que los diputados de Austria aprobaran otra resolución que usó la palabra genocidio.

Anoche, el presidente estadounidense, Barack Obama, condenó la "terrible carnicería" de los armenios otomanos pero volvió a evitar referirse a los hechos como genocidio.

Este mes, Ankara también llamó a consultas a su embajador en el Vaticano luego de que el papa Francisco describiera las matanzas como "el primer genocidio del siglo XX".


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