El Instituto Balseiro celebra sus primeros 60 años

El Instituto Balseiro, líder en investigación en física y con la primera carrera en ingeniería nuclear en Latinoamérica, cuenta hoy con "un Estado y una sociedad que orgullosamente demanda" sus conocimientos, al cumplir sesenta años desde su creación, afirmó el director de esta casa de estudios superiores, Oscar Fernández.

26 ABR 2015 - 11:17 | Actualizado

"Hay un Estado y una sociedad que orgullosamente demanda conocimientos al Instituto, que tuvo la primera carrera de energía nuclear en Latinoamérica", dijo a Télam Fernández, cuando se conmemora el período entre el convenio de creación del Balseiro, el 22 de abril, y el primer día de clases del entonces "Instituto de Física de Bariloche", en agosto de 1955.

José Antonio Balseiro nació en 1919 en Córdoba y murió en 1962 en Bariloche, donde gestó junto a su colega Enrique Gaviola el Instituto creado desde la Universidad Nacional de Cuyo y la actual Comisión Nacional de Energía Atómica, que integra el Centro Atómico Bariloche.

El espíritu con el que quiso impregnar al Instituto Balseiro como su primer director, fue el de una formación constante en ciencia básica y tecnología aplicada.

"El espíritu fundacional se ha mantenido inalterable, ahora con carreras y labor docente más formalizadas que al comienzo, cuando la actividad era más de libre pensadores, pero lo que se ha venido haciendo, se ha hecho bien y tiene reconocimiento nacional e internacional", reivindicó Fernández.

Con actividades de celebración postergadas debido a la erupción del chileno volcán Calbuco, el Instituto permanece con actividades suspendidas, tal como la comunidad barilochense, que serán reprogramadas durante el período de conmemoración.

Fernández describió que "Balseiro valoraba esas escuelas de capacitación y de rico intercambio, de breve duración, como un elemento imprescindible para la formación de científicos, y es una tradición que el Instituto mantiene".

Una de las iniciativas de conmemoración será la re edición de libros históricos, como la "Biografía de Balseiro" del ex director Arturo López Dávalos y la bibliotecaria Norma Vadino, que viven para supervisar el proceso de digitalización del texto.

"Otro libro agotado es el que Mario Mariscotti escribió sobre la Isla Huemul, cuyo seguimiento hizo hasta dar en (la localidad bonaerense de) El Palomar con Ronald Richter", cuyo Proyecto Huemul pretendía generar energía por fusión nuclear.

El Balseiro brinda actualmente una "oferta académica que incluye cuatro carreras de grado y siete de posgrado en diversos campos de la física y la ingeniería", informó Fernández, quien dirige el Instituto junto al vicedirector por el Área de Ingeniería, Edmundo Lopasso.

La orientación de la formación persigue "que haya un impacto en la sociedad, lo cual no colisiona con quienes piensan en la ciencia básica", planteó el director.

Con su fundación, el Balseiro creó la primera Carrera de Ingeniería Nuclear en Latinoamérica, que era un área de vacancia en la región y que fue emulada apenas hace pocos años por Brasil.

La novedad en oferta académica la constituye la Carrera de Telecomunicaciones, con perfil de investigación y desarrollo.

"Algo también nuevo es el mayor involucramiento en el Plan Nacional de Medicina Nuclear, algo bueno cuando viene como demanda del Estado, que ya no es el estado tonto de otros años", celebró.

Otra demanda reciente es el asesoramiento "en el plan nuclear incipiente de Bolivia, tema para el que no habrá 'papers' (artículos científicos) ni premios Nobel, pero cuya trascendencia será enorme", alentó.

La institución de educación universitaria gratuita logró más de 1000 egresados de sus carreras de grado -unos 670 Licenciados en Física, 350 Ingenieros Nucleares y 60, Mecánicos-, y en diciembre tendrá sus primeros dos egresados en Telecomunicaciones.

El predio del Instituto incluye gimnasio, comedor, parque de árboles nativos y exóticos, pabellones de habitaciones para estudiantes y departamentos de docentes invitados.

Otros tantos egresados gestó en sus posgrados: unos 290 de las maestrías en Ciencias Físicas, Física Médica e Ingeniería y 600 de los doctorados en Ciencias de la Ingeniería, Ingeniería Nuclear y Física; además de unos 180 Especialistas en Aplicaciones Tecnológicas de la Energía Nuclear.

Para los doctorados, las becas son otorgadas por la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.

Para inscribirse, los estudiantes seleccionados deben haber aprobado dos primeros años de Física, Ingeniería o una carrera universitaria afín; luego, deben rendir un examen de admisión de física y matemática y presentarse a una entrevista personal.

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26 ABR 2015 - 11:17

"Hay un Estado y una sociedad que orgullosamente demanda conocimientos al Instituto, que tuvo la primera carrera de energía nuclear en Latinoamérica", dijo a Télam Fernández, cuando se conmemora el período entre el convenio de creación del Balseiro, el 22 de abril, y el primer día de clases del entonces "Instituto de Física de Bariloche", en agosto de 1955.

José Antonio Balseiro nació en 1919 en Córdoba y murió en 1962 en Bariloche, donde gestó junto a su colega Enrique Gaviola el Instituto creado desde la Universidad Nacional de Cuyo y la actual Comisión Nacional de Energía Atómica, que integra el Centro Atómico Bariloche.

El espíritu con el que quiso impregnar al Instituto Balseiro como su primer director, fue el de una formación constante en ciencia básica y tecnología aplicada.

"El espíritu fundacional se ha mantenido inalterable, ahora con carreras y labor docente más formalizadas que al comienzo, cuando la actividad era más de libre pensadores, pero lo que se ha venido haciendo, se ha hecho bien y tiene reconocimiento nacional e internacional", reivindicó Fernández.

Con actividades de celebración postergadas debido a la erupción del chileno volcán Calbuco, el Instituto permanece con actividades suspendidas, tal como la comunidad barilochense, que serán reprogramadas durante el período de conmemoración.

Fernández describió que "Balseiro valoraba esas escuelas de capacitación y de rico intercambio, de breve duración, como un elemento imprescindible para la formación de científicos, y es una tradición que el Instituto mantiene".

Una de las iniciativas de conmemoración será la re edición de libros históricos, como la "Biografía de Balseiro" del ex director Arturo López Dávalos y la bibliotecaria Norma Vadino, que viven para supervisar el proceso de digitalización del texto.

"Otro libro agotado es el que Mario Mariscotti escribió sobre la Isla Huemul, cuyo seguimiento hizo hasta dar en (la localidad bonaerense de) El Palomar con Ronald Richter", cuyo Proyecto Huemul pretendía generar energía por fusión nuclear.

El Balseiro brinda actualmente una "oferta académica que incluye cuatro carreras de grado y siete de posgrado en diversos campos de la física y la ingeniería", informó Fernández, quien dirige el Instituto junto al vicedirector por el Área de Ingeniería, Edmundo Lopasso.

La orientación de la formación persigue "que haya un impacto en la sociedad, lo cual no colisiona con quienes piensan en la ciencia básica", planteó el director.

Con su fundación, el Balseiro creó la primera Carrera de Ingeniería Nuclear en Latinoamérica, que era un área de vacancia en la región y que fue emulada apenas hace pocos años por Brasil.

La novedad en oferta académica la constituye la Carrera de Telecomunicaciones, con perfil de investigación y desarrollo.

"Algo también nuevo es el mayor involucramiento en el Plan Nacional de Medicina Nuclear, algo bueno cuando viene como demanda del Estado, que ya no es el estado tonto de otros años", celebró.

Otra demanda reciente es el asesoramiento "en el plan nuclear incipiente de Bolivia, tema para el que no habrá 'papers' (artículos científicos) ni premios Nobel, pero cuya trascendencia será enorme", alentó.

La institución de educación universitaria gratuita logró más de 1000 egresados de sus carreras de grado -unos 670 Licenciados en Física, 350 Ingenieros Nucleares y 60, Mecánicos-, y en diciembre tendrá sus primeros dos egresados en Telecomunicaciones.

El predio del Instituto incluye gimnasio, comedor, parque de árboles nativos y exóticos, pabellones de habitaciones para estudiantes y departamentos de docentes invitados.

Otros tantos egresados gestó en sus posgrados: unos 290 de las maestrías en Ciencias Físicas, Física Médica e Ingeniería y 600 de los doctorados en Ciencias de la Ingeniería, Ingeniería Nuclear y Física; además de unos 180 Especialistas en Aplicaciones Tecnológicas de la Energía Nuclear.

Para los doctorados, las becas son otorgadas por la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.

Para inscribirse, los estudiantes seleccionados deben haber aprobado dos primeros años de Física, Ingeniería o una carrera universitaria afín; luego, deben rendir un examen de admisión de física y matemática y presentarse a una entrevista personal.


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