Yemen: más muertos por choques entre hutíes y la Liga Árabe

Decenas de milicianos y civiles murieron hoy en la provincia yemenita de Saada por bombardeos de la coalición liderada por Arabia Saudita, mientras un ataque con morteros lanzados por los rebeldes hutíes en la disputada ciudad de Adén dejó al menos 40 muertos.

06 MAY 2015 - 12:45 | Actualizado

De acuerdo a testimonios recogidos por la agencia EFE, el área bombardeada por la coalición en Saada, que es limítrofe con Arabia Saudita y está controlada por los hutíes desde 2010, sufrió los ataques durante toda la madrugada y hasta avanzada la mañana.

Un vecino de la ciudad, capital de la provincia homónima, relató que solo en el área urbana la coalición efectuó más de 30 ataques aéreos.

Según la televisión Al Masira, vocero de los los insurgentes chiítas, uno de los bombardeos tuvo como blanco la vivienda del dirigente hutí Ali al Ibi y acabó con la vida de al menos 21 personas.

Otras informaciones dieron cuenta de que, además, cuatro niños y tres mujeres perecieron en un ataque aéreo a una casa en la zona fronteriza de Kataf, también en Saada.

En la estratégica y meridional ciudad de Adén, en tanto, más de 40 personas murieron hoy en un ataque hutí con proyectiles de mortero lanzado contra el Ejército en el barrio Al Tawahi, entre ellas el general Ali Naser Hadi, que era el comandante de la estratégica cuarta zona militar, que tiene jurisdicción sobre las provincias meridionales de Lahech, Aden, Abien, Al Dalea y Taiz.

Fuentes de la resistencia sureña, leal al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y contraria a los hutíes, dijeron que los insurgentes se hicieron con el control de Al Tawahi tras bombardear durante varias horas la zona.

El director de la oficina de Salud de Adén, Al Jedr Lasur, confirmó que el jefe militar falleció junto a seis de sus escoltas en el acceso del barrio cuando intentaba repeler el avance de los hutíes, según informó el canal iraní Press TV.

En la ciudad de Zemar, capital de la provincia homónima, a unos 100 kilómetros al sur de Sanaá, murieron once personas, la mayoría civiles, y 17 resultaron heridas en dos bombardeos de la coalición.

Estos ataques golpearon un centro de entrenamiento de la Policía y un cuartel, en manos de los hutíes, según el Ministerio de Defensa de los rebeldes, que indicó que entre las víctimas mortales hay tres niños que se encontraban en una casa cercana.

Menos de 24 horas antes, los hutíes habían atacado por primera vez a Arabia Saudita con proyectiles de mortero y causaron heridos, según informaron voceros de la coalición, que combate al movimiento rebelde chiita desde hace más de de un mes y que ya causó la muerte de al menos 646 civiles y heridas a otros 1.364, según datos de Naciones Unidas.

El ataque se produjo sobre algunas escuelas y un hospital de campaña en la ciudad saudíta de Nashran, fronteriza con Yemen, mientras en la capital de la petromonarquía se celebraba una cumbre de los seis paí­ses del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).

Arabia Saudita justificó en el encuentro en Riad la intervención en Yemen, que lidera junto a otros países árabes, por el peligro que a su entender supone la presencia de Irán en su frontera sur a través de la milicia chiíta de los hutíes.

El portavoz de la coalición, el saudí Ahmed al Asiri, había prometido tras el ataque que no se toleraría que "estos actos ocurran sin respuesta".

Al Asiri destacó que uno de los objetivos de la operación "Devolución de la Esperanza", que sustituye a la dada por finalizada "Tormenta de Firmeza", es repeler los actos de las milicias hutíes.

06 MAY 2015 - 12:45

De acuerdo a testimonios recogidos por la agencia EFE, el área bombardeada por la coalición en Saada, que es limítrofe con Arabia Saudita y está controlada por los hutíes desde 2010, sufrió los ataques durante toda la madrugada y hasta avanzada la mañana.

Un vecino de la ciudad, capital de la provincia homónima, relató que solo en el área urbana la coalición efectuó más de 30 ataques aéreos.

Según la televisión Al Masira, vocero de los los insurgentes chiítas, uno de los bombardeos tuvo como blanco la vivienda del dirigente hutí Ali al Ibi y acabó con la vida de al menos 21 personas.

Otras informaciones dieron cuenta de que, además, cuatro niños y tres mujeres perecieron en un ataque aéreo a una casa en la zona fronteriza de Kataf, también en Saada.

En la estratégica y meridional ciudad de Adén, en tanto, más de 40 personas murieron hoy en un ataque hutí con proyectiles de mortero lanzado contra el Ejército en el barrio Al Tawahi, entre ellas el general Ali Naser Hadi, que era el comandante de la estratégica cuarta zona militar, que tiene jurisdicción sobre las provincias meridionales de Lahech, Aden, Abien, Al Dalea y Taiz.

Fuentes de la resistencia sureña, leal al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y contraria a los hutíes, dijeron que los insurgentes se hicieron con el control de Al Tawahi tras bombardear durante varias horas la zona.

El director de la oficina de Salud de Adén, Al Jedr Lasur, confirmó que el jefe militar falleció junto a seis de sus escoltas en el acceso del barrio cuando intentaba repeler el avance de los hutíes, según informó el canal iraní Press TV.

En la ciudad de Zemar, capital de la provincia homónima, a unos 100 kilómetros al sur de Sanaá, murieron once personas, la mayoría civiles, y 17 resultaron heridas en dos bombardeos de la coalición.

Estos ataques golpearon un centro de entrenamiento de la Policía y un cuartel, en manos de los hutíes, según el Ministerio de Defensa de los rebeldes, que indicó que entre las víctimas mortales hay tres niños que se encontraban en una casa cercana.

Menos de 24 horas antes, los hutíes habían atacado por primera vez a Arabia Saudita con proyectiles de mortero y causaron heridos, según informaron voceros de la coalición, que combate al movimiento rebelde chiita desde hace más de de un mes y que ya causó la muerte de al menos 646 civiles y heridas a otros 1.364, según datos de Naciones Unidas.

El ataque se produjo sobre algunas escuelas y un hospital de campaña en la ciudad saudíta de Nashran, fronteriza con Yemen, mientras en la capital de la petromonarquía se celebraba una cumbre de los seis paí­ses del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).

Arabia Saudita justificó en el encuentro en Riad la intervención en Yemen, que lidera junto a otros países árabes, por el peligro que a su entender supone la presencia de Irán en su frontera sur a través de la milicia chiíta de los hutíes.

El portavoz de la coalición, el saudí Ahmed al Asiri, había prometido tras el ataque que no se toleraría que "estos actos ocurran sin respuesta".

Al Asiri destacó que uno de los objetivos de la operación "Devolución de la Esperanza", que sustituye a la dada por finalizada "Tormenta de Firmeza", es repeler los actos de las milicias hutíes.


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