EEUU pide "flexibilidad" ante la intransigencia de Alemania con Grecia

Estados Unidos instó hoy a Europa, en el marco de una reunión de ministro del G7 en la ciudad alemana de Dresde, a mostrar cierta "flexibilidad" con Grecia para evitar "una crisis", mientras Alemania volvió a insistir en que es Atenas la que debe actuar.

29 MAY 2015 - 17:55 | Actualizado

La última jornada de la reunión de ministros de Finanzas del G7, que arrancó el miércoles en Dresde, en el este alemán, volvió a quedar ensombrecida por la dramática situación financiera de Grecia, que apenas tiene liquidez y tiempo para seguir negociando una salida con sus acreedores.

En este contexto, el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, abogó hoy en rueda de prensa al cierre del encuentro por que las "instituciones" -la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- ejerzan cierta "flexibilidad" en torno a las reformas estructurales que debe aplicar Grecia para recibir más ayuda financiera.

"Todas las partes implicadas deben moverse. Si se retrasa la decisión, se incrementa el riesgo de accidente. Son decisiones difíciles pero debe resolverse sin llegar a una crisis", subrayó Lew, citado por la agencia de noticias EFE.

No obstante, remarcó que es Grecia la que debe tomar "decisiones difíciles", presentar "un plan significativo y creíble", "actuar seriamente" y adoptar un "compromiso político difícil".

Al respecto agregó que hay una "gran incertidumbre" en torno a las consecuencias reales que tendría una salida forzada de Grecia de la eurozona, aunque "no hay duda" de que la peor parte se la llevaría ese país.

Por su parte, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, representante del sector más reticente a ceder frente a Grecia, rebajó las expectativas ante un posible acuerdo a corto plazo en otra rueda de prensa.

"Las informaciones positivas provenientes de Atenas no reflejan totalmente" el avance real de las negociaciones, dijo Schauble, en referencia a diversas declaraciones, incluidas las del propio primer ministro griego, Alexis Tsipras, en las que se apuntaba a un inminente acuerdo para este domingo.

De hecho, el portavoz del Gobierno griego, Gavriil Sakelaridis, resaltó hoy desde Atenas que un acuerdo es posible "de aquí al domingo", al informar de la teleconferencia que mantuvieron esta mañana Tsipras, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande.

El nuevo gobierno griego, elegido en enero pasado, negocia desde hace cuatro meses qué reformas debe implementar para obtener el último desembolso, que totaliza 7.200 millones de euros, del dinero de rescate por parte de sus pares de la eurozona y del FMI.

"Según el acuerdo del 20 de febrero entre Atenas y sus acreedores, el plan de ayuda al país se prolongó hasta el 30 de junio, por lo tanto es de aquí a esa fecha cuando hay que llegar a un acuerdo", dijo hoy, por su parte, el ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis. en una entrevista a una radio griega.

El ministro heleno volvió a acusar a los acreedores de insistir en una política de austeridad que es "desastrosa para la economía griega" y para Europa.

Grecia debe afrontar en junio la devolución de 1.600 millones de euros de un crédito del FMI y muchos dudan de que pueda cumplir con sus compromisos financieros en los próximos meses.

El pago es sólo uno de los cuatro que Grecia debe hacer al FMI el mes próximo, que corresponden al programa de asistencia financiera por el cual el país heleno recibió 240.000 millones de euros desde 2010.

La eliminación del comunicado final del encuentro -para facilitar el diálogo abierto y evitar las disputas sobre el texto, según los organizadores- restó impacto a la reunión de Dresde.

Entre los únicos puntos novedosos, aunque sin detalles, está la decisión de apoyar a Nepal con ayuda humanitaria y una posible condonación parcial de su deuda exterior tras el terremoto, así como el ánimo de alcanzar un acuerdo para coordinar el bloqueo multilateral de activos del grupo yihadista Estado Islámico.

La reunión de Dresde es la antesala de la cumbre de líderes del G7 (Estados Unidos, Alemania, Francia, Japón, Italia, Canadá y Reino Unido), que tendrá lugar el 7 y el 8 de junio en Baviera (Alemania), en la que algunos de estos asuntos podrían ir cobrando forma.

29 MAY 2015 - 17:55

La última jornada de la reunión de ministros de Finanzas del G7, que arrancó el miércoles en Dresde, en el este alemán, volvió a quedar ensombrecida por la dramática situación financiera de Grecia, que apenas tiene liquidez y tiempo para seguir negociando una salida con sus acreedores.

En este contexto, el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, abogó hoy en rueda de prensa al cierre del encuentro por que las "instituciones" -la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- ejerzan cierta "flexibilidad" en torno a las reformas estructurales que debe aplicar Grecia para recibir más ayuda financiera.

"Todas las partes implicadas deben moverse. Si se retrasa la decisión, se incrementa el riesgo de accidente. Son decisiones difíciles pero debe resolverse sin llegar a una crisis", subrayó Lew, citado por la agencia de noticias EFE.

No obstante, remarcó que es Grecia la que debe tomar "decisiones difíciles", presentar "un plan significativo y creíble", "actuar seriamente" y adoptar un "compromiso político difícil".

Al respecto agregó que hay una "gran incertidumbre" en torno a las consecuencias reales que tendría una salida forzada de Grecia de la eurozona, aunque "no hay duda" de que la peor parte se la llevaría ese país.

Por su parte, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, representante del sector más reticente a ceder frente a Grecia, rebajó las expectativas ante un posible acuerdo a corto plazo en otra rueda de prensa.

"Las informaciones positivas provenientes de Atenas no reflejan totalmente" el avance real de las negociaciones, dijo Schauble, en referencia a diversas declaraciones, incluidas las del propio primer ministro griego, Alexis Tsipras, en las que se apuntaba a un inminente acuerdo para este domingo.

De hecho, el portavoz del Gobierno griego, Gavriil Sakelaridis, resaltó hoy desde Atenas que un acuerdo es posible "de aquí al domingo", al informar de la teleconferencia que mantuvieron esta mañana Tsipras, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande.

El nuevo gobierno griego, elegido en enero pasado, negocia desde hace cuatro meses qué reformas debe implementar para obtener el último desembolso, que totaliza 7.200 millones de euros, del dinero de rescate por parte de sus pares de la eurozona y del FMI.

"Según el acuerdo del 20 de febrero entre Atenas y sus acreedores, el plan de ayuda al país se prolongó hasta el 30 de junio, por lo tanto es de aquí a esa fecha cuando hay que llegar a un acuerdo", dijo hoy, por su parte, el ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis. en una entrevista a una radio griega.

El ministro heleno volvió a acusar a los acreedores de insistir en una política de austeridad que es "desastrosa para la economía griega" y para Europa.

Grecia debe afrontar en junio la devolución de 1.600 millones de euros de un crédito del FMI y muchos dudan de que pueda cumplir con sus compromisos financieros en los próximos meses.

El pago es sólo uno de los cuatro que Grecia debe hacer al FMI el mes próximo, que corresponden al programa de asistencia financiera por el cual el país heleno recibió 240.000 millones de euros desde 2010.

La eliminación del comunicado final del encuentro -para facilitar el diálogo abierto y evitar las disputas sobre el texto, según los organizadores- restó impacto a la reunión de Dresde.

Entre los únicos puntos novedosos, aunque sin detalles, está la decisión de apoyar a Nepal con ayuda humanitaria y una posible condonación parcial de su deuda exterior tras el terremoto, así como el ánimo de alcanzar un acuerdo para coordinar el bloqueo multilateral de activos del grupo yihadista Estado Islámico.

La reunión de Dresde es la antesala de la cumbre de líderes del G7 (Estados Unidos, Alemania, Francia, Japón, Italia, Canadá y Reino Unido), que tendrá lugar el 7 y el 8 de junio en Baviera (Alemania), en la que algunos de estos asuntos podrían ir cobrando forma.


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