Médicos alertan sobre crisis humanitaria en población civil de Yemen

La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras alertó sobre el "impacto masivo" que está generando en la población civil la crisis en Yemen, y advirtió sobre la falta de agua y medicamentos desatada por el conflicto.

01 JUN 2015 - 13:19 | Actualizado

La responsable de la Unidad de Emergencias de la ONG en España, Teresa Sancristóval, aseguró durante un encuentro con la prensa celebrado en Madrid, que la crisis "parece más una guerra contra la población que entre los bandos" y aseguró que "cada vez hay más factores que influyen en ese impacto" ejercido sobre la población civil.

Diversas facciones yemenitas se enfrentan en un conflicto que golpea al país y que se agravó desde el pasado mes de marzo debido a la ofensiva de la coalición de países árabes liderada por Arabia Saudita contra los rebeldes hutíes.

Sancristóval subrayó las "tremendas" consecuencias que conllevan para los civiles tanto el "bloqueo de facto" existente en el país como los constantes bombardeos perpetrados, según informó la agencia de noticias EFE.

"El mayor miedo de la gente es la falta de agua", insistió Sancristóval, quien recordó que a día de hoy "lo que más daña a la población es la falta de petróleo" y los "problemas de abastecimiento de medicamentos".

Luego señaló que según datos de la organización "una bomba explota cada tres minutos en el país y cada diez minutos en Saada" (región al norte del país), una situación que impide a la población "salir a trabajar o a comprar".

Luego matizó que aunque las bombas no vayan dirigidas contra los civiles, sino contra determinados edificios, la metralla que estas proyectan provocan a los ciudadanos daños tanto físicos como psicológicos.

Sancristóval regresó recientemente de Yemen, donde trabajó durante los últimos siete años y en el que fue testigo de la guerra en la región de Saada.

En la rueda de prensa, aprovechó para denunciar la poca presencia de ayuda humanitaria internacional que existe en la zona, tratándose de "la mayor crisis que ha vivido Yemen" hasta el momento.

En relación a la atención sanitaria, relató que en la capital Sanaá sólo quedan dos hospitales abiertos mientras que en otras partes del país, los edificios fueron cerrados a causa de los bombardeos o hay francotiradores en los tejados, mientras "los colegios llevan más de tres meses cerrados al igual que las universidades" por miedo a que el edificio sea alcanzado por algún artefacto.

Desde que comenzó la ofensiva en Yemen a finales del pasado mes de marzo, murieron 1.068 civiles, y otros 2.551 resultaron heridos, según el recuento del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos hasta el 24 de mayo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), que cuenta con datos recogidos por los centros sanitarios y por lo tanto no contabiliza las víctimas que no llegan a los hospitales, indicó que el total asciende a 1.976 muertos y 8.034 heridos.

01 JUN 2015 - 13:19

La responsable de la Unidad de Emergencias de la ONG en España, Teresa Sancristóval, aseguró durante un encuentro con la prensa celebrado en Madrid, que la crisis "parece más una guerra contra la población que entre los bandos" y aseguró que "cada vez hay más factores que influyen en ese impacto" ejercido sobre la población civil.

Diversas facciones yemenitas se enfrentan en un conflicto que golpea al país y que se agravó desde el pasado mes de marzo debido a la ofensiva de la coalición de países árabes liderada por Arabia Saudita contra los rebeldes hutíes.

Sancristóval subrayó las "tremendas" consecuencias que conllevan para los civiles tanto el "bloqueo de facto" existente en el país como los constantes bombardeos perpetrados, según informó la agencia de noticias EFE.

"El mayor miedo de la gente es la falta de agua", insistió Sancristóval, quien recordó que a día de hoy "lo que más daña a la población es la falta de petróleo" y los "problemas de abastecimiento de medicamentos".

Luego señaló que según datos de la organización "una bomba explota cada tres minutos en el país y cada diez minutos en Saada" (región al norte del país), una situación que impide a la población "salir a trabajar o a comprar".

Luego matizó que aunque las bombas no vayan dirigidas contra los civiles, sino contra determinados edificios, la metralla que estas proyectan provocan a los ciudadanos daños tanto físicos como psicológicos.

Sancristóval regresó recientemente de Yemen, donde trabajó durante los últimos siete años y en el que fue testigo de la guerra en la región de Saada.

En la rueda de prensa, aprovechó para denunciar la poca presencia de ayuda humanitaria internacional que existe en la zona, tratándose de "la mayor crisis que ha vivido Yemen" hasta el momento.

En relación a la atención sanitaria, relató que en la capital Sanaá sólo quedan dos hospitales abiertos mientras que en otras partes del país, los edificios fueron cerrados a causa de los bombardeos o hay francotiradores en los tejados, mientras "los colegios llevan más de tres meses cerrados al igual que las universidades" por miedo a que el edificio sea alcanzado por algún artefacto.

Desde que comenzó la ofensiva en Yemen a finales del pasado mes de marzo, murieron 1.068 civiles, y otros 2.551 resultaron heridos, según el recuento del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos hasta el 24 de mayo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), que cuenta con datos recogidos por los centros sanitarios y por lo tanto no contabiliza las víctimas que no llegan a los hospitales, indicó que el total asciende a 1.976 muertos y 8.034 heridos.


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