Automovilismo: festejo para cinco en Trelew

Mauro Larrachau, Jonathan Montenegro, Javier Figueroa, Alejandro Conti y Sandro Abdala ganaron en sus categorías en el autódromo Mar y Valle, en el Gran Premio Lotería del Chubut correspondiente a la cuarta fecha del calendario provincial.

Sin respiro. Sandro Abdala al frente del pelotón de los Gol 1.6, con Felix Arranz detrás. Así fue la final, que ofreció emociones, pero que tuvo que terminar con el pace car en pista.
07 JUN 2015 - 22:10 | Actualizado

La lluvia que apareció de manera sorpresiva ayer por la madrugada, amagó con arruinar el espectáculo de los fierros en el Mar y Valle. Pero los Comisarios Deportivos y dirigentes del club fueron astutos para reprogramar todo rápidamente. Suprimieron las pruebas de tanques llenos y pasaron directamente a las series.

Y así fue que los primeros en salir a pista fueron los pilotos de la primera serie del TP 1100. Ellos tuvieron que sacar la cara por el resto y ayudados por el clima que aportó sol durante toda la jornada, la pista comenzó a secarse paulatinamente. A la hora de las finales, la pista ya presentaba un estado más normal y se pudo desarrollar sin problemas las cinco definiciones.

El TP 1100 fue la primera categoría en salir a definir la final, que quedó en poder de Mauro Larrachau, tras una dura disputa con su coterraneo Santiago Acevedo. Los dos pilotos de Esquel dieron un buen espectáculo en la lucha por la punta. Una pelea leal, sin nada raro que terminó quedando en manos de redondeó un gran fin de semana, tras ganar la clasificación y la primera serie. Acevedo se había quedado con la segunda manga, lo que le permitió sumar buenos puntos en el campeonato.

Luego, los R-12 brindaron otra gran carrera, con 22 autos en pista y una emocionante victoria de Jonathan Montenegro. El expiloto de motocross logró su primer triunfo en la categoría. Pablo Urlacher y Leonardo Ortega completaron el podio de la monomarca.

Posteriormente, salieron a pista las máquinas del TC Austral con un parque de 19 autos, donde el piloto de Las Heras, Javier Figueroa, confirmó todo lo bueno que había mostrado en la segunda serie, que quedó en su poder.

Sergio Larreguy y Gabriel Gonzalo completaron el podio.

Luego llegó el turno del TC Patagónico, la máxima del automovilismo provincial, que alcanzó un parque de doce autos para la final. Y precisamente la final, como todo el fin de semana, tuvo como protagonista principal a Alejandro Conti. El “Loco” había logrado la pole y también la serie única, y en la final las cosas se le complicaron de entrada, cuando antes de cumplir con el primer giro se pasó en el tobogán y entoncxes Javier Morales tomó la punta. Pero le duró poco a Morales, porque Juan Carlos Mayo lo pasó a la vuelta siguiente, también a la salida del tobogán. Pero Conti estaba ahí. Se recuperó y la remó desde el cuarto lugar para volver a la punta en el cuarto giro. Tenía un auto superior y se notaba. Y así, como un misil, se fue derecho a la victoria. Joel Patterson y Juan Carlos Mayo completaron el podio.

Por último, los Gol 1,6 salieron a pista a cerrar la tarde del Gran Premio, con un parque de 26 autos en pista. Al igual que las carreras del TP 1100, TCA y TCP, la final fue a 12 vueltas.

Félix Arranz y Sandro Abdala largaban en punta, y fue el “Gitano” el que picó adelante. En el segundo giro, Arranz llegó a empardar la marcha de Abdala en la recta opuesta, pero no lo pudo pasar.

La final prosiguió a pura velocidad, hasta que en la novena vuelta, un accidente de Luis Simoes, que volcó y dio varios tumbos al final de la curva uno, motivó el ingreso del Auto de seguridad. Lamentablemente, no pudieron despejar la pista rápidamente porque el piloto tuvo que ser retirado por la ambulacancia y la final cerró con Pace car, con triunfo de Sandro Abdala, seguido por Arranz y Fabnián López. Ahora se viene un receso por invierno en el automovilismo y retoman en agosto, en Comodoro.

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Sin respiro. Sandro Abdala al frente del pelotón de los Gol 1.6, con Felix Arranz detrás. Así fue la final, que ofreció emociones, pero que tuvo que terminar con el pace car en pista.
07 JUN 2015 - 22:10

La lluvia que apareció de manera sorpresiva ayer por la madrugada, amagó con arruinar el espectáculo de los fierros en el Mar y Valle. Pero los Comisarios Deportivos y dirigentes del club fueron astutos para reprogramar todo rápidamente. Suprimieron las pruebas de tanques llenos y pasaron directamente a las series.

Y así fue que los primeros en salir a pista fueron los pilotos de la primera serie del TP 1100. Ellos tuvieron que sacar la cara por el resto y ayudados por el clima que aportó sol durante toda la jornada, la pista comenzó a secarse paulatinamente. A la hora de las finales, la pista ya presentaba un estado más normal y se pudo desarrollar sin problemas las cinco definiciones.

El TP 1100 fue la primera categoría en salir a definir la final, que quedó en poder de Mauro Larrachau, tras una dura disputa con su coterraneo Santiago Acevedo. Los dos pilotos de Esquel dieron un buen espectáculo en la lucha por la punta. Una pelea leal, sin nada raro que terminó quedando en manos de redondeó un gran fin de semana, tras ganar la clasificación y la primera serie. Acevedo se había quedado con la segunda manga, lo que le permitió sumar buenos puntos en el campeonato.

Luego, los R-12 brindaron otra gran carrera, con 22 autos en pista y una emocionante victoria de Jonathan Montenegro. El expiloto de motocross logró su primer triunfo en la categoría. Pablo Urlacher y Leonardo Ortega completaron el podio de la monomarca.

Posteriormente, salieron a pista las máquinas del TC Austral con un parque de 19 autos, donde el piloto de Las Heras, Javier Figueroa, confirmó todo lo bueno que había mostrado en la segunda serie, que quedó en su poder.

Sergio Larreguy y Gabriel Gonzalo completaron el podio.

Luego llegó el turno del TC Patagónico, la máxima del automovilismo provincial, que alcanzó un parque de doce autos para la final. Y precisamente la final, como todo el fin de semana, tuvo como protagonista principal a Alejandro Conti. El “Loco” había logrado la pole y también la serie única, y en la final las cosas se le complicaron de entrada, cuando antes de cumplir con el primer giro se pasó en el tobogán y entoncxes Javier Morales tomó la punta. Pero le duró poco a Morales, porque Juan Carlos Mayo lo pasó a la vuelta siguiente, también a la salida del tobogán. Pero Conti estaba ahí. Se recuperó y la remó desde el cuarto lugar para volver a la punta en el cuarto giro. Tenía un auto superior y se notaba. Y así, como un misil, se fue derecho a la victoria. Joel Patterson y Juan Carlos Mayo completaron el podio.

Por último, los Gol 1,6 salieron a pista a cerrar la tarde del Gran Premio, con un parque de 26 autos en pista. Al igual que las carreras del TP 1100, TCA y TCP, la final fue a 12 vueltas.

Félix Arranz y Sandro Abdala largaban en punta, y fue el “Gitano” el que picó adelante. En el segundo giro, Arranz llegó a empardar la marcha de Abdala en la recta opuesta, pero no lo pudo pasar.

La final prosiguió a pura velocidad, hasta que en la novena vuelta, un accidente de Luis Simoes, que volcó y dio varios tumbos al final de la curva uno, motivó el ingreso del Auto de seguridad. Lamentablemente, no pudieron despejar la pista rápidamente porque el piloto tuvo que ser retirado por la ambulacancia y la final cerró con Pace car, con triunfo de Sandro Abdala, seguido por Arranz y Fabnián López. Ahora se viene un receso por invierno en el automovilismo y retoman en agosto, en Comodoro.


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