El Papa, con Putin

Francisco recibió hoy en el Vaticano al presidente ruso. Hablaron de la situación en Ucrania y Medio Oriente. El líder del Kremlin dijo más tarde que fue un "gran honor y placer" entrevistarse con el Pontífice.

10 JUN 2015 - 16:22 | Actualizado

En el segundo encuentro entre ambos, el Papa argentino recibió a Putin con un "bienvenido" en alemán, idioma que el mandatario ruso domina, en el Palacio Apostólico del Vaticano, para luego reunirse a solas durante 50 minutos.

Tras el encuentro, Putin le obsequió un bordado con hilos de oro de la "Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada" o "Iglesia de la Resurrección de Cristo" de San Petesburgo, reconstruida luego de un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial.

Francisco, en tanto, le obsequió un medallón "hecho por un artista del siglo pasado".

"Es el medallón del ángel de la paz, que vence todas las guerras y habla de solidaridad entre los pueblos. Está asociado con la alegría del evangelio y tiene reflexiones religiosas, humanas, geopolíticas y sociales", le explicó el sumo pontífice a través de su intérprete.

"Fue un honor y un placer encontrarlo", señaló Putin después del intercambio de regalos.

El presidente ruso llegó al Vaticano procedente de Milán junto a una delegación de nueve personas que incluía entre otros a su canciller, Serguei Lavrov, y al embajador ante la Santa Sede, Alexandr Avdeev.

Luego del encuentro, la sala de prensa del Vaticano dijo que el Papa y Putin hablaron del conflicto entre el Ejército ucraniano y rebeldes pro rusos, que ha causado más de 6.400 muertos desde su abril de 2014, y para el que el Papa ha pedido "una solución pacífica" condenando la "guerra entre cristianos".

Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) impusieron sanciones a Rusia por considerar que apoya a los separatistas ucranianos del este rusoparlante del país. El gobierno de Putin, que niega los cargos y responsabiliza de la crisis a Kiev, respondió con sus propias sanciones contra Occidente.

En la conversación en el Vaticano, caracterizada por "un clima cordial", Francisco dijo que "es necesario comprometerse en un sincero y gran esfuerzo para conseguir la paz" en Ucrania, según la Santa Sede.

Sobre la situación en Medio Oriente, en concreto sobre los conflictos armados en Siria e Irak, subrayaron "la urgencia de perseguir la paz con el compromiso concreto de la comunidad internacional".

Antes de ver al papa, Putin se reunió con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, y le pidió que las sanciones económicas impuestas por la UE a Rusia no sean "un obstáculo real" a los intercambios económicos ítalo-rusos, al tiempo que aseguró que en el caso ucraniano la "única solución es la paz".

"He hablado con Renzi del tema de las sanciones, que no pueden ser un obstáculo real: o se eliminan o se modifican para apoyar a las empresas que quieren colaborar con nosotros, incluso en el campo militar y tecnológico", dijo Putin en la conferencia de prensa conjunta con el mandatario italiano al final de su visita a la Exposición Universal de Milán 2015.

En esa línea, el líder ruso advirtió que "hay más de 400 empresas italianas en Rusia" que pueden ser perjudicadas por las sanciones, por lo que afirmó que la situación "no satisface a Rusia", pero "tampoco a Italia" porque "los empresarios italianos no quieren una reducción de los intercambios".

Por su parte, Renzi se refirió al conflicto en Ucrania para observar que comparte con Putin "esperanzas, pero también diferencias".

"El principio fundamental es que el acuerdo de Minsk 2 es la estrella polar, la brújula, el punto de referencia de todos los esfuerzos. Y creo que todas las personas de buena voluntad trabajan para que pueda ser implementado plenamente", dijo, en alusión al acuerdo de paz para el este de Ucrania firmado en febrero pasado.

Putin replicó en tanto que ese acuerdo "debe ser aplicado en todos sus aspectos, de tipo militar, humanitario y social, pero no todos se aplican plenamente" y pidió: "la única solución es la paz".

Además, el presidente aseguró que "no hay ninguna relación" entre su país y el denominado G7 que nuclea a las siete economías más grandes, luego de que Rusia fuera expulsada el año pasado del bloque de los ocho países más industrializados, el G8, por la crisis en Ucrania.

Cuando Rusia formaba parte del G8 "participábamos, proponíamos puntos de vista alternativos, pero nuestros socios han decidido que ya no les hacemos falta", dijo Putin.

Además, Renzi aseguró al líder que el drama de los naufragios en el Mediterráneo debe ser visto como "una emergencia social e humanitaria", mientras que "las grandes potencias mundiales deben hacer frente común para abordar el terrorismo derivado del fanatismo religioso", al tiempo que pidió: "Rusia debe estar en primera fila con la UE y Estados Unidos para hacer frente a las amenazas globales".

"Lo que está ocurriendo en Libia es la consecuencia de la catástrofe económica y la consecuencia de la intervención en 2011" de la OTAN, que llevó al derrocamiento de Muammar Kaddafi, opinó en tanto Putin.

Rusia se abstuvo en la votación del Consejo de Seguridad que autorizó la campaña de ataques aéreos de la OTAN en Libia, pero no usó su poder de veto para bloquear la resolución.

El mandatario ruso remarcó que "Rusia quería resolver pacíficamente el conflicto. Y hoy somos testigos de una catástrofe social y el resultado económico de la desintegración del Estado libio y el gobierno de los grupos extremistas".

10 JUN 2015 - 16:22

En el segundo encuentro entre ambos, el Papa argentino recibió a Putin con un "bienvenido" en alemán, idioma que el mandatario ruso domina, en el Palacio Apostólico del Vaticano, para luego reunirse a solas durante 50 minutos.

Tras el encuentro, Putin le obsequió un bordado con hilos de oro de la "Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada" o "Iglesia de la Resurrección de Cristo" de San Petesburgo, reconstruida luego de un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial.

Francisco, en tanto, le obsequió un medallón "hecho por un artista del siglo pasado".

"Es el medallón del ángel de la paz, que vence todas las guerras y habla de solidaridad entre los pueblos. Está asociado con la alegría del evangelio y tiene reflexiones religiosas, humanas, geopolíticas y sociales", le explicó el sumo pontífice a través de su intérprete.

"Fue un honor y un placer encontrarlo", señaló Putin después del intercambio de regalos.

El presidente ruso llegó al Vaticano procedente de Milán junto a una delegación de nueve personas que incluía entre otros a su canciller, Serguei Lavrov, y al embajador ante la Santa Sede, Alexandr Avdeev.

Luego del encuentro, la sala de prensa del Vaticano dijo que el Papa y Putin hablaron del conflicto entre el Ejército ucraniano y rebeldes pro rusos, que ha causado más de 6.400 muertos desde su abril de 2014, y para el que el Papa ha pedido "una solución pacífica" condenando la "guerra entre cristianos".

Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) impusieron sanciones a Rusia por considerar que apoya a los separatistas ucranianos del este rusoparlante del país. El gobierno de Putin, que niega los cargos y responsabiliza de la crisis a Kiev, respondió con sus propias sanciones contra Occidente.

En la conversación en el Vaticano, caracterizada por "un clima cordial", Francisco dijo que "es necesario comprometerse en un sincero y gran esfuerzo para conseguir la paz" en Ucrania, según la Santa Sede.

Sobre la situación en Medio Oriente, en concreto sobre los conflictos armados en Siria e Irak, subrayaron "la urgencia de perseguir la paz con el compromiso concreto de la comunidad internacional".

Antes de ver al papa, Putin se reunió con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, y le pidió que las sanciones económicas impuestas por la UE a Rusia no sean "un obstáculo real" a los intercambios económicos ítalo-rusos, al tiempo que aseguró que en el caso ucraniano la "única solución es la paz".

"He hablado con Renzi del tema de las sanciones, que no pueden ser un obstáculo real: o se eliminan o se modifican para apoyar a las empresas que quieren colaborar con nosotros, incluso en el campo militar y tecnológico", dijo Putin en la conferencia de prensa conjunta con el mandatario italiano al final de su visita a la Exposición Universal de Milán 2015.

En esa línea, el líder ruso advirtió que "hay más de 400 empresas italianas en Rusia" que pueden ser perjudicadas por las sanciones, por lo que afirmó que la situación "no satisface a Rusia", pero "tampoco a Italia" porque "los empresarios italianos no quieren una reducción de los intercambios".

Por su parte, Renzi se refirió al conflicto en Ucrania para observar que comparte con Putin "esperanzas, pero también diferencias".

"El principio fundamental es que el acuerdo de Minsk 2 es la estrella polar, la brújula, el punto de referencia de todos los esfuerzos. Y creo que todas las personas de buena voluntad trabajan para que pueda ser implementado plenamente", dijo, en alusión al acuerdo de paz para el este de Ucrania firmado en febrero pasado.

Putin replicó en tanto que ese acuerdo "debe ser aplicado en todos sus aspectos, de tipo militar, humanitario y social, pero no todos se aplican plenamente" y pidió: "la única solución es la paz".

Además, el presidente aseguró que "no hay ninguna relación" entre su país y el denominado G7 que nuclea a las siete economías más grandes, luego de que Rusia fuera expulsada el año pasado del bloque de los ocho países más industrializados, el G8, por la crisis en Ucrania.

Cuando Rusia formaba parte del G8 "participábamos, proponíamos puntos de vista alternativos, pero nuestros socios han decidido que ya no les hacemos falta", dijo Putin.

Además, Renzi aseguró al líder que el drama de los naufragios en el Mediterráneo debe ser visto como "una emergencia social e humanitaria", mientras que "las grandes potencias mundiales deben hacer frente común para abordar el terrorismo derivado del fanatismo religioso", al tiempo que pidió: "Rusia debe estar en primera fila con la UE y Estados Unidos para hacer frente a las amenazas globales".

"Lo que está ocurriendo en Libia es la consecuencia de la catástrofe económica y la consecuencia de la intervención en 2011" de la OTAN, que llevó al derrocamiento de Muammar Kaddafi, opinó en tanto Putin.

Rusia se abstuvo en la votación del Consejo de Seguridad que autorizó la campaña de ataques aéreos de la OTAN en Libia, pero no usó su poder de veto para bloquear la resolución.

El mandatario ruso remarcó que "Rusia quería resolver pacíficamente el conflicto. Y hoy somos testigos de una catástrofe social y el resultado económico de la desintegración del Estado libio y el gobierno de los grupos extremistas".


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