¿Se redujo la brecha entre trabajadores registrados e informales?

Las políticas de ingreso, aquellas para sostener el nivel de empleo, y otras específicas como el Salario Mínimo y Vital Móvil, permitieron, que el sueldo informal, no sólo crezca en términos de poder adquisitivo, sino también, reducir la brecha entre lo que gana un trabajador registrado y uno que no lo está, destacó un informe del Grupo de Estudios de Economía Nacional y Popular (Geenap).

21 JUN 2015 - 14:25 | Actualizado

"A partir de 2012, cuando las políticas de ingreso tuvieron fuertes aumentos nominales, muy por arriba de los precios y las paritarias, la diferencia entre el crecimiento del salario registrado y el informal, se torno a favor de este último, que desde esta fecha creció en promedio 7 puntos porcentuales más que el salario registrado", aseguró el análisis.

Utilizando los datos de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, el Índice de Variación salarial y la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el Geenap elaboró una aproximación de la brecha entre el ingreso mensual por la ocupación principal de trabajadores registrados y no registrados.

Según los resultados, antes de la explosión de la Convertibilidad, el ingreso del trabajo informal promediaba el 55% del de los empleados registrados.

"Luego de la mayor crisis de la historia Argentina y la mega devaluación de 2002, con un desempleo que superaba 20%, el ingreso informal tocó pisos del 37%", destacó el informe, que indicó que "a partir de 2003, la creación de empleo y la recomposición del salario de los trabajadores, fue reduciendo esta brecha, una vez que las mejoras se trasladaron al mercado informal".

Así puntualizó que "el pico de brecha salarial alcanzando en 2009, de 50%, se vio afectado, primero por la crisis económica mundial, y luego por el fenomenal aumento que obtuvieron los trabajadores registrados en 2010 y 2011, más de 10 puntos porcentuales por arriba de cualquier índice de inflación".

En cambio subrayó que "la profundización de los esfuerzos del Estado para otorgar incrementos sustanciales en las prestaciones sociales como la Asignación Universal por Hijo (AUH), sumado al lanzamiento del Progresar en 2014, redujo esta brecha continuamente desde 2012, revirtiendo los efectos del fin del modelo neoliberal, acercando el salario informal al registrado, y con un poder de compra en ambos, muy superior al de la década anterior".

El análisis del Geenap señaló que "la Asignación Universal Por Hijo dirigida a los sectores que no han podido entrar al mercado laboral o todavía están en la informalidad, las asignaciones familiares para los trabajadores formales variable según el ingreso familiar, así como los descuentos por hijo en el impuesto a las Ganancias, enmarcan una política pública que universaliza la cobertura social en menores de edad, para permitir el desarrollo de una niñez con todas las necesidades básicas satisfechas".

Destacó que "en el plano económico, la nueva iniciativa también acumula varios beneficios!", y puntualizó que "el rol progresivo que tiene en la distribución del ingreso le permite reducir la desigualdad y fomentar el consumo interno, dándole sustentabilidad y fortaleza al crecimiento de la economía nacional".

Al respecto afirmó que "reduce a su vez la vulnerabilidad que implica que la producción se dirija en su mayoría, a abastecer el mercado externo, bajo los vaivenes de las crisis internacionales y de las políticas de austeridad que aplican en los países desarrollados, y algunos de la región".

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21 JUN 2015 - 14:25

"A partir de 2012, cuando las políticas de ingreso tuvieron fuertes aumentos nominales, muy por arriba de los precios y las paritarias, la diferencia entre el crecimiento del salario registrado y el informal, se torno a favor de este último, que desde esta fecha creció en promedio 7 puntos porcentuales más que el salario registrado", aseguró el análisis.

Utilizando los datos de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, el Índice de Variación salarial y la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el Geenap elaboró una aproximación de la brecha entre el ingreso mensual por la ocupación principal de trabajadores registrados y no registrados.

Según los resultados, antes de la explosión de la Convertibilidad, el ingreso del trabajo informal promediaba el 55% del de los empleados registrados.

"Luego de la mayor crisis de la historia Argentina y la mega devaluación de 2002, con un desempleo que superaba 20%, el ingreso informal tocó pisos del 37%", destacó el informe, que indicó que "a partir de 2003, la creación de empleo y la recomposición del salario de los trabajadores, fue reduciendo esta brecha, una vez que las mejoras se trasladaron al mercado informal".

Así puntualizó que "el pico de brecha salarial alcanzando en 2009, de 50%, se vio afectado, primero por la crisis económica mundial, y luego por el fenomenal aumento que obtuvieron los trabajadores registrados en 2010 y 2011, más de 10 puntos porcentuales por arriba de cualquier índice de inflación".

En cambio subrayó que "la profundización de los esfuerzos del Estado para otorgar incrementos sustanciales en las prestaciones sociales como la Asignación Universal por Hijo (AUH), sumado al lanzamiento del Progresar en 2014, redujo esta brecha continuamente desde 2012, revirtiendo los efectos del fin del modelo neoliberal, acercando el salario informal al registrado, y con un poder de compra en ambos, muy superior al de la década anterior".

El análisis del Geenap señaló que "la Asignación Universal Por Hijo dirigida a los sectores que no han podido entrar al mercado laboral o todavía están en la informalidad, las asignaciones familiares para los trabajadores formales variable según el ingreso familiar, así como los descuentos por hijo en el impuesto a las Ganancias, enmarcan una política pública que universaliza la cobertura social en menores de edad, para permitir el desarrollo de una niñez con todas las necesidades básicas satisfechas".

Destacó que "en el plano económico, la nueva iniciativa también acumula varios beneficios!", y puntualizó que "el rol progresivo que tiene en la distribución del ingreso le permite reducir la desigualdad y fomentar el consumo interno, dándole sustentabilidad y fortaleza al crecimiento de la economía nacional".

Al respecto afirmó que "reduce a su vez la vulnerabilidad que implica que la producción se dirija en su mayoría, a abastecer el mercado externo, bajo los vaivenes de las crisis internacionales y de las políticas de austeridad que aplican en los países desarrollados, y algunos de la región".


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